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“Ahora la Policía va a querer detener a mi hijo”

La querella solicitó la declaración testimonial de la madre del adolescente detenido, quien había contactado a la joven.
Lunes, 13 de marzo de 2023 01:03

El jueves de la semana pasada, los padres de Iara Sabrina Rueda, la joven palpaleña que fue asesinada en septiembre de 2020, tuvieron por primera vez de frente a los tres hombres acusados de cometer el cruento hecho.

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El jueves de la semana pasada, los padres de Iara Sabrina Rueda, la joven palpaleña que fue asesinada en septiembre de 2020, tuvieron por primera vez de frente a los tres hombres acusados de cometer el cruento hecho.

Ocurrió en la sala de audiencias del tercer piso del Palacio de Tribunales, cuando todas las partes fueron citadas para la audiencia preliminar, antes del debate oral y público. De allí surgieron nuevos elementos que los padres de la joven asesinada, piden que se tengan en cuenta para la investigación.

Según la investigación penal preparatoria, la tarde del 23 de septiembre de 2020, Iara Rueda había quedado en encontrarse con un excompañero de la primaria. Ella había aceptado a realizar un trabajo práctico para que el joven aprobara una materia.

Para los investigadores, este joven es uno de los tres hombres que vio con vida por última vez a la adolescente y está detenido por ser el presunto coautor del femicidio de Iara Rueda.

A la hora de evaluar los testigos que fueron presentados por las partes, tanto la Fiscalía como la querella, solicitaron la declaración testimonial de la progenitora del joven inculpado.

Es que Mónica Cunchila, madre de Iara, declaró en sede fiscal que cuando velaban el cuerpo de la joven, la madre del adolescente detenido se acercó a darle el pésame y entre otras cosas, le habría dicho: "Ahora lo van a querer detener a mi hijo". "Seguro que los policías van a investigarlo. Te pido que me ayudes".

Cunchila no logró codificar esas palabras en ese momento, por el estado en que se encontraba y por la cantidad de personas que le hablaban y la abrazaban al mismo tiempo. Pero días después recordó esas palabras y le había resultado totalmente extraño que la mujer que solo veía cuando sus hijos iban a la escuela primaria, le haya hecho ese comentario.

Para Cunchila, la progenitora del adolescente que contactó a Iara, sabía de antemano todo lo que había pasado con su hija y si bien toda esa sospecha, hasta el momento no es nada más que eso, espera que cuando sea citada a declarar ante el Tribunal, pueda esclarecer ese relato.

Apenas se conoció el crimen de Rueda, los efectivos de la Brigada de Investigaciones detuvieron a dos hombres, Raúl Cachizumba y Mauricio Abad, conocidos delincuentes de la ciudad siderúrgica.

Pero el 17 de noviembre, el fiscal que entiende la causa, Diego Cussel solicitó la detención del adolescente, excompañero de la primaria de la joven, que la había contactado.

La Justicia llegó al joven, luego de que se activara el Imei del dispositivo celular de Iara, que estaba en poder del inculpado, todo ese tiempo lo había mantenido apagado y esa fecha, se lo había vendido a un familiar.

De allí se desprendió que el adolescente había enterrado el celular muy cerca de donde se halló el cuerpo de Iara Rueda.

Con esta tercera detención, la hipótesis de Mónica Cunchila empezó a tener más fuerza y no tardó en remitirla al fiscal que interviene en la causa.

La pared estaba recién pintada

Del expediente judicial que conmocionó a toda la opinión pública, surgieron datos de suma relevancia que le costó el puesto a un ministro de Seguridad y la imputación a varios efectivos policiales y tiene que ver con la presunta negligencia en la investigación, en el momento que Iara Rueda estaba desaparecida. De allí se desprendió que el día previo al hallazgo del cuerpo de Iara, los efectivos policiales de la División Canes llegaron hasta la casa del adolescente ahora detenido. Por una amiga de Iara que había manifestado que se mensajeaban y se veían. “Los perros empujaban para entrar a esa casa, pero aguardaban la orden del juez que nunca llegó”, le confió una fuente judicial a nuestro diario. Luego del hallazgo del cuerpo de Iara, los policías por fin fueron autorizados para ingresar a la casa del adolescente sospechado, observaron las paredes de su habitación recién pintadas, situación que les había llamado la atención.