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Dolor en el teatro jujeño: falleció Rubén “Chuña” Iriarte

Sus restos son velados en la sala Futuro, Ramírez de Velazco 137, hasta el mediodía de hoy.
Martes, 07 de febrero de 2023 10:03

Parte de la historia de la comedia jujeña, tuvo su última escena en la tarde del pasado lunes.

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Parte de la historia de la comedia jujeña, tuvo su última escena en la tarde del pasado lunes.

Es que se difundía la noticia del fallecimiento de Rubén “El Chuña” Iriarte.

Rubén Iriarte nació el 14 de abril de 1946. Se inició en el teatro a los 22 años. Su primera obra  fue “Las cartas de don Juan”.

“El Chuña” fue uno de los referentes más conocidos del ambiente teatral jujeño. Hizo una carrera de más de cincuenta años, tiempos en los que incursionó en todas las facetas de la actividad escénica.

Quizás porque perteneció a la camada de artistas que hacía todo a pulmón, por amor al arte, buscó siempre que el artista sea valorado y pueda vivir de su vocación.

Iriarte representó al triunfo del esfuerzo. Dedicó su vida a la pasión teatral y fue dueño de un estilo definido. Autor de piezas inolvidables para el público infantil, respetado por los adultos y resaltado por la prensa.

Entre algunos de los hechos más resonantes de su carrera, podemos destacar su participación en “El Quitupí”, el primer grupo de teatro de títeres de Jujuy, donde permaneció durante ocho años.

Fundó las Asociación Jujeña de Directores, Actores y Técnicos del Teatro (AJDATT).

Trabajó con Carlos Palacios, Hugo Quiroga, Hernán Suarez, Edmundo Asfora.

Creó la fundación Horacio Guzmán, donde produjo espectáculos de títeres.

Tomó las riendas del grupo “Nueva escena”, cuando falleció Juan Carlos Estopiñan. Actualmente es el grupo de teatro independiente con más permanencia en el país.

Incursionó en la dirección teatral. Recorrió el país con los espectáculos de teatro. Fue jurado, obtuvo premios.

Su obra más perdurable será, quizás, la que inauguró en 2011, el teatro “El Pasillo”. Hogar de actores, directores, vestuaristas, en fin, de todo aquel que, como él, respire teatro.

Las semillas del “Chuña” quedaron bien plantadas. Está en sus discípulos hacerlas florecer cada día.

“Es importante insistir en espectáculos para los chicos, para despertarles el hábito de cuestionar pensar, repensar y reconstruirse”, enseñó Iriarte y eso, no debe olvidarse.

Entre los conceptos que promulgaba el director, resaltamos que manifestó que “El teatro es un espacio de encuentro vivo entre el actor y el espectador” Y, subrayó las bondades de la actividad, expresando que “todo aquel que hizo un curso o taller de teatro, salió con nuevas herramientas. Porque el teatro estimula a indagar, a comprender el pensamiento, el sentimiento”.

Las chuñas no vuelan, pero es imposible pensar que alguien que escribió, dirigió y actuó sobre las tablas teatrales no haya volado.

Vuela alto Chuña, por aquí, cuidaremos la escena, así como vos, corriendo hasta levantar vuelo.