Las manos de María Martínez realizan artesanías con diseños que sorprenden. Y es que gracias a la plasticidad del etilvinilacetato – mejor conocido como goma Eva- la inventiva se pone de manifiesto y llena de magia, crea moldes desde lo plano hasta llegar al relieve o convertirse en 3D.
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Las manos de María Martínez realizan artesanías con diseños que sorprenden. Y es que gracias a la plasticidad del etilvinilacetato – mejor conocido como goma Eva- la inventiva se pone de manifiesto y llena de magia, crea moldes desde lo plano hasta llegar al relieve o convertirse en 3D.
Explorando el universo de la creatividad donde todo es posible, la artesana encontró en esta manualidad un camino distinto para seguir fomentando su imaginación y trasmitirla en un cotillón especial con el objeto de hacer felices a los niños.
"Trabajar en goma Eva para mí significa darme un tiempo para liberar la mente. Todo comenzó cuando una vez yendo a un cumpleaños vi un centro de mesa que me gustó y decidí aprender eso", explicó Martínez sobre este arte que la sorprende día a día.
Y es que, desde ese momento, comenzó a investigar sobre esta labor para realizar figuras en elementos decorativos únicos. Hasta que encontró un taller en el que logró descubrir los trucos que este material hecho de polímero termoplástico, escondía.
"Con una profesora del Ministerio, me inscribí en un curso en Moreno e hice mis primeros cursos con ella y a fin de año me dio un certificado. Me gustó y empecé de a poquito", dijo.
El proceso se inicia a partir del dibujo. "Primero, se hacen figuras sencillas como caritas o corazones, después se le da color. Aprendí a sacar moldes y empecé a trabajar en piezas por separado y después las unía", contó. Es así que surgieron de sus manos carpetas, carteles, cuadernos forrados y recuadros decorados con relieve y todo el color junto a banderines para cumpleaños, lapiceras y centros de mesa hechos de princesas y superhéroes, junto a lindos souvenirs hasta un papá Noel de un metro de altura.
"Antes lo hacía por hobby, porque me gustaba invertir el tiempo en algo lindo y ahora vendo por la necesidad de ayudar en la casa", explicó Martínez quien ya expuso sus creaciones en el atrio de la basílica San Francisco y en la exestación de trenes.
La artesanía que se efectúa con las manos es un privilegio que valora verdaderamente ya que le encanta trabajar su mente haciendo que sus obras sean recuerdos de un momento feliz. "Lo último que hice fue reciclaje de latas de leche y algunas veces hago doble porque le gusta a mi mamá y le hago para ella también", explicó entre risas Martínez que encuentra en el marcar, cortar, pintar y pegar este noble material, su felicidad.
Y es que se trata de un desafío permanente que se manifiesta en pequeñas acciones, en su caso, por ejemplo; buscando novedades y aggiornando la perspectiva. "Por lo que fue el mundial hace poco, me animé e hice a Messi y a la mascota –La'ebb- para un cumpleaños que llevó las figuras en la torta y para centro de mesa. Les gustó mucho", expresó animada.
Es que con este tipo de actividades recrea su inventiva. "Me tocó hacer en un cumple sirenitas. A las chicas les gusta mucho porque es algo muy artesanal y después juegan", contó esta mujer que realizó la colección de princesas de Disney en goma para su hija.
El animé también es otro de los mundos explorados por su tarea detallista. Es por ello que a pedido elaboró carteles para cumpleaños con la temática de Dragon Ball con Gok y las esferas del Dragón.
"Me explican las mamás y lo realizo a pedido. Antes trabajaba con luces pero ahora sólo con la goma. Si lleva mucho detalle, sí me demoro", comentó Martínez, una dedicada artesana que se siente bien al efectuar esta actividad práctica. "Hoy es importante trabajar y esta es una de las maneras para ayudarme económicamente", dijo contenta por la experiencia que le deja cada uno de sus logros.