Los cantores populares de la Quebrada y de las restantes regiones de la provincia se reencontrarán hoy desde las 12 en Tilcara, donde se realizará el 5° Encuentro de Copleros, en adhesión al Día de la Música, celebrado el pasado miércoles.
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Los cantores populares de la Quebrada y de las restantes regiones de la provincia se reencontrarán hoy desde las 12 en Tilcara, donde se realizará el 5° Encuentro de Copleros, en adhesión al Día de la Música, celebrado el pasado miércoles.
Las cajas, los erquenchos y el canto ancestral se manifestarán libremente entre la belleza natural de la villa turística, que una vez más los cobijará, y esta vez en el patio del Hotel de Turismo Tilcara, donde se iniciaron otras tantas iniciativas artísticas culturales.
La copleada fue organizada por la comunidad de Malka y copleros del pueblo, con la colaboración del Municipio y la Unju - sede Tilcara, continuando de esta manera con las festividades populares en la región que se irán intensificando con la llegada de la temporada estival camino hacia el carnaval, el 10 de febrero.
Al mediodía comenzarán a llegar las cuadrillas y solistas con sus banderas, cajas, erquenchos y morrales, para cantar con alegría y entusiasmo después de casi un año en que estuvieron en silencio esperando pacientemente el fin de la temporada de frío, mientras se dedicaban a sembrar sus verduras y hortalizas.
Roxana Puca (comunera de Malka y directora de Turismo municipal), junto a Moisés Chorolque, Walter Apaza, Micaela Chauque y Walter Avalos (ambos folcloristas), Pablo Montoya, entre otros copleros, los recibirán con una fresca y exquisita chicha de maní elaborada por el Municipio tilcareño.
Una vez que haya llegado la mayoría de los invitados desde Purmamarca, Juella, Humahuaca, Maimará, Tumbaya, también de Iruya (la cuadrilla "Reviviendo costumbres ancestrales") y de otros pueblos, se servirá el picante de mondongo acompañado.
Finalizado el agasajo, se procederá a chayar la Pachamama (con chicha, cerveza, vino y saratoga), agradeciendo el reencuentro generado por los tilcareños al organizar otro año más el Encuentro en la villa turística quebradeña.
Cumplida la tradición, se largará la copleada hasta el anochecer, mientras se dará la chicha de maní y otras bebidas espirituosas con las cuales saciar la sed provocada por el placer de cantar reivindicando las costumbres.
El canto con caja es una forma artística folclórica propia de las culturas andinas de América del Sur y se divide en tres categorías: baguala, vidala y tonada (copla), cada una de ellas atravesada por sus propios recursos y particularidades.
De acuerdo a investigaciones, se sostiene que como sucedió a toda expresión propia de la cultura de los pueblos originarios, en un principio este canto no fue considerado en igualdad de condiciones respecto de la cultura europea, por las sociedades criollas.
En consecuencia, las grandes corrientes de educación vocal y escuelas de canto ubicaron al canto con caja como un pseudo género folclórico, sin una técnica acabada o determinada.
También lo calificaron como un arte rudimentario, identificado por gritos desafinados, despojados de todo sostén armónico.
Y como una dimensión musical que no había sido documentada en partitura, porque es designio de los pueblos caracterizados por el registro oral de sus tradiciones.
El canto con caja se entiende como aquel canto ancestral más primigenio de culturas andinas del Norte y Noroeste Argentino, con orígenes en Catamarca, los Valles Calchaquíes (abarcando Tucumán y Salta), Jujuy y en la Puna riojana.