En los últimos días del mes de la primavera, los tilcareños comienzan a prepararse espiritualmente para el 4 de octubre honrar a su patrono San Francisco de Asís y a la patrona de la parroquia, Nuestra Señora del Rosario.
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En los últimos días del mes de la primavera, los tilcareños comienzan a prepararse espiritualmente para el 4 de octubre honrar a su patrono San Francisco de Asís y a la patrona de la parroquia, Nuestra Señora del Rosario.
La jornada de ayer fue de gran celebración y a diferencia de otras festividades religiosas populares, como la veneración a la Virgen de Copacabana del abra de Punta Corral o a la Virgen del Rosario de Sixilera, en esta participa solamente la comunidad local. En las calles, por donde se desplazó la procesión, resaltaron los colores de la Bandera Nacional y del Vaticano, el municipio decretó asueto para que los empleados participen en el homenaje; la familia gaucha también fue partícipe, como también imágenes santas que custodian a las comunidades de los alrededores.
Una costumbre emotiva que poseen los tilcareños en su festejo es recibir en el acceso a la ciudad a esos patronos y patronas traídas para que acompañen en la festividad, y donde se destacan las vírgenes del abra de Punta Corral y la de Sixilera. En ese sector se inicia la primera procesión y al llegar a la iglesia, recién comienza la misa, que esta vez fue concelebrada por el párroco Daniel Amante; el vicario parroquial Matías Romero; y el párroco de Libertador, Ernesto Vilte.
En el atrio de la iglesia se congregaron los fieles, entre ellos estuvo el intendente Ricardo Romero presentando sus respetos a los patronos en una media mañana soleada, pero algo fresca por una constante brisa fría, después de una noche hermosamente primaveral.
Finalizado el oficio religioso, los patronos recorrieron las calles del pueblo recibiendo el saludo y agradecimiento de los tilcareños, y una vez nuevamente en la iglesia, el saludo de los sikureros y las instituciones tradicionalistas. Horas más tarde, fueron ingresados al histórico templo.
La feligresía "siempre está en la búsqueda de lo trascendente, pone su esperanza en Dios y sueña que lo que nos acongoja pueda cambiar", manifestó el padre Vilte.
La crisis que golpea a los argentinos "la veo en los comedores donde cada vez son más los que llegan para alimentarse, en las familias que visito diariamente se privan de algo más. Antes se podía compartir una gaseosa, después fue un juguito, ahora es agua y a fin de mes hay que privarse de la carne, todo va mermando y se siente", se lamentó.
A pesar de ello, "la esperanza del cristiano se mantiene viva, pone toda esta situación en la mano de Dios y mantiene la confianza que lo más pronto esta situación cambie y se solucione".