Tras casi siete años de trabajo solidario, el merendero "A Pulmón" este lunes tuvo que cerrar sus puertas por falta de insumos. Es que ante el avance sin precedentes de la inflación, los jujeños ya no pueden hacer sus donaciones como antes, una triste situación por la que muchos otros espacios similares también están atravesando.
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Tras casi siete años de trabajo solidario, el merendero "A Pulmón" este lunes tuvo que cerrar sus puertas por falta de insumos. Es que ante el avance sin precedentes de la inflación, los jujeños ya no pueden hacer sus donaciones como antes, una triste situación por la que muchos otros espacios similares también están atravesando.
"Nosotros dábamos la merienda cuatro veces por semana y un solo día dábamos cena, pero tuvimos que cerrar porque desde hace dos meses que la gente ya no puede donarnos tanto", dijo la referente del merendero, Delia Vargas, tras explicar que ese espacio funciona solamente "gracias a la voluntad de la gente". No reciben subsidios del Gobierno provincial ni del nacional, como así tampoco planes sociales.
Ante la crisis económica, la merienda que podía ofrecer últimamente el merendero consistía en mate cocido o té, sin pan. Es que para brindar aunque sea solo un té bebido necesitan 1 caja de 100 saquitos o bien 1 kilo y medio de yerba más 11 kilos de azúcar, por día.
Las meriendas con leche quedaron atrás y sólo como un buen recuerdo dado que para la olla diaria de 100 litros se necesitan 8 cajas de leche en polvo que cuestan aproximadamente unos $2.000 cada una, un costo imposible de cubrir.
Y algunos se preguntarán ¿cómo una merienda puede darse sin pan? Tristemente es así, hace dos años que el merendero ya no puede ofrecer este alimento básico ya que la panadería que antes lo donaba ya no tiene espalda para hacerlo y tampoco cuentan con insumos para amasarlo en el merendero.
Con mucha suerte, y muy de vez en cuando, si les queda un remanente dicha panadería colabora con 5 o 10 kilos de pan, pero el resto de los días el alimento sólido de la merienda depende de la buena voluntad de alguna empresa que por casualidad dona algunos paquetes de galletas.
Y cómo será la necesidad de las más de 300 personas que asisten al merendero (entre niños, adolescentes y adultos) que pese a ser incompleta la merienda, los niños todos los días y con mucha ilusión le preguntan a Delia si abrirá o no.
"Esta es la tercera vez en lo que va del año que tenemos que cerrar por falta de recursos. Durante la pandemia tuve mucho miedo porque pensé que íbamos a cerrar definitivamente, sin embargo pudimos sobrevivir. Pero viendo la situación de este año que obliga a la gente a cuidar al máximo su bolsillo por la inflación, nos da mucha angustia ver que ya no podemos seguir con este trabajo solidario que llevamos adelante seis mamás y otras dos que se suman cuando damos cena", expresó angustiada.
Ante esta situación, que lamentablemente también están atravesando otros tantos comedores y merenderos de la provincia y que se suman a otros que ya cerraron sus puertas, es que desde "A Pulmón" instan tanto a la comunidad en general como a empresas, supermercados, panaderías, almacenes, etc., a colaborar. "Es importante que la gente sepa que no importa si sólo puede donar un kilo de azúcar, todo suma", aclaró la referente.
Qué y cómo colaborar
Quienes deseen colaborar pueden hacerlo con azúcar, yerba, té, leche en polvo y variedad en mercadería y verduras para poder retomar también las cenas que se podían dar gracias al aporte de una fábrica de pastas. También necesitan ropa, calzados y utensilios de cocina como ollas para poder cocinar.
El merendero funciona en el asentamiento "16 de Mayo" en el barrio Malvinas sobre calle Puerto Argentino entre Chaile y Torres donde pueden acercar las donaciones o bien pueden comunicarse al 3885018949 o a través de sus redes sociales, Facebook: Merendero "A Pulmón" e Instagram: Merendero a Pulmón, para coordinar la búsqueda de las donaciones.
Otro tipo de aporte puede hacerse también a través de transferencia bancaria al CBU 0110488630048831270901 o al Alias MERENDEROAPULMON.22, cuenta a nombre de Delia Eugenia Vargas.
"Nosotras queremos seguir con este trabajo solidario porque nuestra idea es ayudar a los más pequeños para que tengan un buen crecimiento y a partir de eso puedan ser capaces de hacer muchas cosas, no sólo en el barrio sino en la sociedad en general, y a cualquier nivel. Por eso seguimos acá desde nuestro amor al otro y poniendo toda nuestra fortaleza", concluyó en diálogo con El Tribuno de Jujuy.