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Importancia de la hidratación

Lunes, 23 de enero de 2023 01:02

En el embarazo se producen diversos cambios en el cuerpo de la mujer. Uno de ellos es el aumento gradual en el peso corporal. El agua no tiene calorías ni influye en el aumento de la masa grasa, pero es responsable de 2/3 partes del aumento de peso. A su vez, el agua corporal total aumenta de 6 a 8 litros en mujeres sanas. Este volumen de líquido adicional se modifica y los cambios se encuentran divididos en: el líquido amniótico: su volumen varía de 500ml a 1.200ml. Es una reserva de agua para el feto que lo protege de traumatismos, variaciones térmicas e infecciones, permite movimientos y contribuye al desarrollo de los pulmones. La placenta: está constituida un 85% por agua y es la que permite el intercambio de agua con el feto, además de nutrientes, oxígeno y desechos. Expansión de volumen plasmático: el plasma es la parte líquida de la sangre, representa en el adulto unos 3 litros, pero en el embarazo aumenta entre un 40% y un 50%. Es necesario este aumento para la correcta vascularización de la placenta sin poner en riesgo otros órganos de la madre. Además, actúa de reservorio en caso de hemorragia en el parto; el feto está compuesto gran parte por agua.

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En el embarazo se producen diversos cambios en el cuerpo de la mujer. Uno de ellos es el aumento gradual en el peso corporal. El agua no tiene calorías ni influye en el aumento de la masa grasa, pero es responsable de 2/3 partes del aumento de peso. A su vez, el agua corporal total aumenta de 6 a 8 litros en mujeres sanas. Este volumen de líquido adicional se modifica y los cambios se encuentran divididos en: el líquido amniótico: su volumen varía de 500ml a 1.200ml. Es una reserva de agua para el feto que lo protege de traumatismos, variaciones térmicas e infecciones, permite movimientos y contribuye al desarrollo de los pulmones. La placenta: está constituida un 85% por agua y es la que permite el intercambio de agua con el feto, además de nutrientes, oxígeno y desechos. Expansión de volumen plasmático: el plasma es la parte líquida de la sangre, representa en el adulto unos 3 litros, pero en el embarazo aumenta entre un 40% y un 50%. Es necesario este aumento para la correcta vascularización de la placenta sin poner en riesgo otros órganos de la madre. Además, actúa de reservorio en caso de hemorragia en el parto; el feto está compuesto gran parte por agua.

Existen adaptaciones en la madre que permiten aumentar el líquido corporal. En una persona no embarazada este crecimiento de líquido produciría un aumento de la pérdida por orina. La constipación afecta hasta un 40% de las mujeres embarazadas, por eso, se sugiere una adecuada ingesta de líquidos y dieta rica en fibras para evitarla. El aumento en la ingesta de líquidos contribuye a incrementar la cantidad de orina, ayudando a depurar toxinas, reduciendo la incidencia de cálculos renales e infecciones de la vía urinaria tan frecuentes en la mujer embarazada.

Beber líquidos a pequeños intervalos ayudaría a prevenir la acidez creada por los jugos gástricos y las náuseas. Además de los líquidos, como agua, jugos naturales, caldos, y ciertos alimentos con alto porcentaje de agua, como son las frutas y verduras, pueden ayudar a mantener un buen nivel de hidratación además de facilitar el tránsito intestinal.

Un adulto debe tomar 8 vasos diarios de agua. En cambio, una mujer embarazada tiene que tomar unos 10 vasos diarios y una mujer en período de lactancia, alrededor de los 12 vasos diarios.