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Hoteleros preocupados por el crecimiento de la informalidad

Asumen que las viviendas no registradas perjudican al sector, que afronta una alta presión fiscal, al Estado y al turista.

Lunes, 23 de enero de 2023 01:02

En el sector hotelero crece la preocupación por la informalidad y falta de control a alojamientos no autorizados que funcionan en casas de familia o departamentos. La alta presión impositiva, que alcanza hasta un 50% de la venta bruta, se suma a esta competencia desleal que, en el caso de la gastronomía es aún mayor. Empresarios plantean que falta decisión política para combatirlo, mientras desde la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra) se trabaja en ello desde hace años en el país.

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En el sector hotelero crece la preocupación por la informalidad y falta de control a alojamientos no autorizados que funcionan en casas de familia o departamentos. La alta presión impositiva, que alcanza hasta un 50% de la venta bruta, se suma a esta competencia desleal que, en el caso de la gastronomía es aún mayor. Empresarios plantean que falta decisión política para combatirlo, mientras desde la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra) se trabaja en ello desde hace años en el país.

"Este es un problema que venimos trabajando y discutiendo desde hace varios años; cada vez la informalidad crece de manera descomunal", explicó Cristian Boglione, referente de la Cámara de Hoteles, Restaurantes y Afines de Jujuy.

Destacó que Fehgra a nivel nacional cuenta con un departamento especial llamado "de actividades informales" al que pertenece en representación del NOA. Allí tratan problemáticas en todo el país y encuentran que se avanza en las plataformas Otas (de la sigla en inglés Agencia de Viajes Online) y Airbnb que hacen proliferar establecimientos informales que afectan al turismo.

"La informalidad afecta tanto al pasajero porque no le brinda seguridad, al que trabaja legalmente porque es una competencia desleal y al Estado porque no paga impuesto absolutamente de nada. Lo principal es ese triple impacto negativo que produce en la economía, en la seguridad de las personas y el desarrollo del comercio legal", expresó en relación a la competencia en hotelería pero estimó que es mayor en gastronomía.

"La idea nuestra no fue excluirlos ni apartarlos, sino incorporarlos a la parte formal, por lo menos para que cumplan ciertos requisitos de seguridad, que paguen algo de impuestos para que podamos tener una competencia similar", explicó.

En alusión al fallecimiento de una pareja de turistas en una vivienda no autorizada por el Municipio ni habilitada por la autoridad de turismo, es que aseguró que hay departamentos y casas que se ofrecen a los turistas por algunas páginas y redes, y estas son precarias o no cumplen con los requisitos básicos. En otras ocasiones se difunden y estafan a turistas que encuentran en páginas, de modo que cuando llegan al lugar no existen.

"Por eso es que ofrecemos todo tipo de ayuda para empezar a trabajar, pero como Cámara no tenemos poder de policía; eso lo tiene que ejercer el Estado para trabajar mancomunadamente para detectar todos estos focos de informalidad y solucionarlo. Ya hubo provincias que comenzaron a hacerlo, la cuestión es tener la iniciativa política para intentar solucionar el tema", afirmó Boglione.

Sostuvo que hubo gente especializada que se sentó a ver las plataformas y se puso a revisar si estaban inscriptas buscando regularizarlas, por lo que entiende que si bien no es un trabajo fácil, se debe empezar desde la decisión política.

Es que asumió que el sector formal se cansa porque la presión impositiva es alta en turismo en comparación a otros países, donde tienen tasa diferencial que le permite pagar menos. Precisó que ronda el 50% y si además deben competir con quienes no pagan nada, no les cierra la ecuación.

Esto se da también por el déficit de plazas que hay en la provincia y que data de hace unos 15 años en que había bajado el turismo por los constantes cortes de ruta, con lo cual cerraron muchos hoteles. No obstante, explicó que actualmente está mejor la actividad turística y hay proyectos de hotelería en curso, pero entiende que aún se debe incentivar la inversión en turismo, aunque si la situación sigue así, se invertirá en edificios destinados al alojamiento informal.

Frente a la temporada de verano y sobre el carnaval, Boglione explicó que desde que se comenzaron a hacer festivales en la capital es muy positivo porque años anteriores en esa fecha la ciudad quedaba vacía. Planteó que el turismo de eventos que comenzó a surgir tras lo más duro de la pandemia, resulta muy positivo para el sector; y reconoció que suele desbordarse el recorrido hasta la Quebrada por lo que entiende que se debe trabajar para organizarlo más durante los días pico.

Aspiran a una tarifa diferencial para el turismo

A la oferta de servicios de hotelería informal se le suma el de la gastronomía, que también va en desmedro del sector que aporta el 50% en impuestos.

“Aproximadamente el 70% de la gastronomía en Jujuy es informal, es una locura. Esto se acrecentó mucho con la pandemia con los delivery que salían de casas de familia y tenía su propio servicio o bien otras empresas, entonces arrasaron con la parte legal”, explicó Boglione.

Ratificó por ello que la presión tributaria que tienen los responsables inscriptos de un establecimiento mediano, es de entre 48 a 52% de la venta bruta, del otro 50% se deben comprar los insumos, pagar los empleados, los servicios y las roturas de lo que se usa, con lo cual el margen de ganancia es mucho menor. Al respecto explicó que desde Fehgra hicieron presentaciones en la Comisión de Derecho Tributario, en el Ministerio de Economía, y en todos los gobiernos plantearon la necesidad de que el sector turístico tenga una tarifa diferenciada en impuestos, para pagar menos como sucede en otros países, pero aún no lograron ser escuchados. Además, se generan otros impuestos o se prorrogan los que iban a ser transitorios. “Si a la presión tributaria le sumamos la competencia desleal, se hace complicado llevar una empresa adelante”, finalizó asumiendo que si todos pagaran lo mismo, podrían competir por la calidad de sus servicios.