Una multitudinaria presencia de docentes pertenecientes a las escuelas de Región IV se dieron cita en la apertura de la Semana del Maestro, con el acto protocolar y el desfile. Primaron sentimientos de emoción, por el reencuentro tan esperado, mucha expectativa y una activa presencia de todas las escuelas que con sus estandartes, banner, banderas, incluso, con detalles que hacen a la zona rural, le dieron brillo, colorido y alegría a este evento. La felicidad por este encuentro, estuvo marcada por sentimientos de poder salir las calles llevando en alto la misión de enseñar.
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Una multitudinaria presencia de docentes pertenecientes a las escuelas de Región IV se dieron cita en la apertura de la Semana del Maestro, con el acto protocolar y el desfile. Primaron sentimientos de emoción, por el reencuentro tan esperado, mucha expectativa y una activa presencia de todas las escuelas que con sus estandartes, banner, banderas, incluso, con detalles que hacen a la zona rural, le dieron brillo, colorido y alegría a este evento. La felicidad por este encuentro, estuvo marcada por sentimientos de poder salir las calles llevando en alto la misión de enseñar.
“Hoy, luego de dos años de silencio de esta fiesta, revivimos la sana y feliz alegría del reencuentro en este tiempo que de a poco, va volviendo a la normalidad. Hoy, volvemos a mirar con esperanzas, cada camino que se abre ante nuestros ojos, pero por sobre todo, ante nuestros afectos, cada vez que en las aulas, los niños nos esperan. Estamos frente a las nuevas infancias que demandan ese hacer escuela de un modo diferente, y nos moviliza a convertirnos en estrategas necesarios para brindar más y mejor educación. He ahí el cotidiano desafío”. Con estos conceptos, comenzó su mensaje la directora de una de las escuelas organizadoras, N° 95 “Alte. Guillermo Brown” Prof. Liliana Ester Mendoza, durante el acto que se realizó en esta ciudad, dando inicio a la Semana del Maestro.
En otro tramo, la docente indicó que un maestro es sembrador de eternidad, tal como reza el lema elegido para esta 36° Edición de la Semana del Maestro. “Es importante recuperar este mandato supremo, el de la siembra que se hace cada día, porque justamente, cada maestro es un ser que da, que siempre da, que no debe cansarse jamás de dar, porque sólo dando, vive, y no simplemente existe. Nuestra labor colegas, la de enseñar, es un acto de absoluta generosidad a la vida misma. Somos maestros, hemos elegido serlo, dignifiquemos con cada acto, esta sublime misión ya que sólo así, dejaremos huellas, en la eternidad de los sentimientos de cada niño” finalizó.
La invocación religiosa estuvo a cargo del párroco Daniel Baca quien manifestó que la educación humaniza y personaliza al ser humano y a su vez, el ser humano humaniza su mundo, produce cultura, transforma la sociedad y construye la historia. “Pedimos al Señor por ustedes que han abrazado está hermosa vocación que va más allá de una fuente de trabajo, más allá incluso de su profesión. Ustedes ejercen una vocación y un llamado desde la fe”.
El intendente municipal Julio Bravo, se sumó a la alegría por el feliz encuentro de la docencia sampedreña. “Es un enorme placer volverlos a encontrar después de esta pandemia que azotó al mundo. Es una gran oportunidad más allá de las vicisitudes y de la difícil situación que vive nuestro país, poder encontrarnos y que ustedes puedan disfrutar de esta semana. Sin lugar a dudas, la educación sigue siendo la herramienta fundamental para cambiar la sociedad y para cambiar el mundo. Y no hay educación sin maestros y sin maestras, en ellos está la posibilidad de transformar nuestra sociedad, de mejorar a nuestros niños y niñas para que seamos mejores ciudadanos”, dijo el jefe comunal.
ACTO PROTOCOLAR Y DESFILE
Septiembre trae la magia de una fecha muy cara para el verdadero progreso de los pueblos: la Educación. Y surgen con ella, la figura de hombres y mujeres que eligieron la noble misión de enseñar. Y hacia esa fecha, se encaminan los docentes esta semana, celebrando el tan ansiado reencuentro. El acto protocolar se realizó en el sector cívico de la plaza General Manuel Belgrano, que se vio colmada por una multitudinaria presencia de docentes, familias y la comunidad en general que siempre acompaña. El mismo contó con la presencia de autoridades municipales, religiosas, supervisoras de Región IV, directivos, entre otros.
Las escuelas N° 95 “Almirante Guillermo Brown” y N° 201 “Salvador Canuto Martínez”, dieron la bienvenida a los maestros con un escenario ornamentado para la ocasión. Luego de la presentación de las autoridades, hicieron su ingreso las Banderas de Ceremonia, con los acordes de la Banda de Música, se entonaron las estrofas del Himno Nacional Argentino y el Himno al Éxodo, que fue coreado por los presentes. En un momento especial y con un minuto de silencio, fueron recordados los maestros fallecidos. Recordando a uno de nuestros ilustres próceres, los docentes alzaron sus voces para entonar el Himno a Sarmiento.
El homenaje a los maestros llegó en la dulce presencia de los niños de la escuela N° 95, quienes recitaron una poesía. Tras el retiro de las Banderas de Ceremonia, se sucedieron los mensajes, entre los cuales los docentes pioneros de la fiesta de la escuela N° 217, Sabina Fernández y Víctor Giménez hicieron un recorrido por la historia de estos 36 años vividos recordando el fraterno abrazo de la docencia en cada encuentro anual que convocaba a los maestros. Luego una docente de la escuela N° 201 “Salvador Canuto Martínez”, dedicó una canción a la memoria de los docentes que partieron durante la pandemia. El broche de oro para esta ceremonia, que constituyó el reencuentro oficial de toda la docencia sampedreña, docentes en actividad y los que ya disfrutan de su jubileo pertenecientes a la Escuela N° 217, pionera de la Semana de la fiesta del Maestro en esta ciudad, entonaron una canción.
Posteriormente, todos se trasladaron hasta la calle Mitre, donde se realizó el tradicional desfile, con el pasaje de todas las escuelas presentes de Región IV.