La jujeña Agustina Checa encontró en la investigación y la academia la manera de combinar la música alternativa de la que ya escribía, y crecer en su formación de comunicadora. Una beca doctoral de etnomusicología que ganó en Nueva York le abrió el camino y se doctoró. Su tesis fue premiada y obtuvo un cargo entre 180 postulantes, y comenzó a enseñar en la City University of New York (Cuny) de la homónima ciudad norteamericana donde vive.
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La jujeña Agustina Checa encontró en la investigación y la academia la manera de combinar la música alternativa de la que ya escribía, y crecer en su formación de comunicadora. Una beca doctoral de etnomusicología que ganó en Nueva York le abrió el camino y se doctoró. Su tesis fue premiada y obtuvo un cargo entre 180 postulantes, y comenzó a enseñar en la City University of New York (Cuny) de la homónima ciudad norteamericana donde vive.
La música y circuitos alternativos que siempre le gustaron y de lo que solía escribir, fueron la llave que la llevó a encontrar un horizonte y una promisoria carrera en Nueva York. En 2015 se recibió de comunicadora en Córdoba con una tesis sobre cómo bandas y sellos independientes usan redes sociales para ayudar a mantener sus escenas alternativas sustentables.
En ese momento escribir para medios independientes era una opción precaria ya que no había tanto trabajo y lo que existía era "free lance" con lo cual la academia era una oportunidad. "Encontré que podía combinar estas dos partes, mi pasión por la música y mis ganas de escribir sobre eso dentro de la academia. Cuando me recibí en julio de 2015 y me había ganado una beca nacional para hacer mi proyecto, vi que había gente que tenía interés para hacer lo que estaba haciendo, empecé aplicar a programas de antropología cultural y entre eso la etnomusicología", recordó.
Explicó que la etnomusicología se refiere a la antropología de la música y a pesar de ser una disciplina nicho en Estados Unidos hay muchos programas allí sobre el tema por lo que la eligió, ya que en Argentina no había una doctorado orientado a la música independiente. Fue elegida para una de las tres vacantes que lanza por año la Universidad de la Ciudad de Nueva York, "Cuny Graduate Center" ( Cuny por su sigla en inglés) y la beca le cubrió los gastos de los cinco años del doctorado.
Con la beca no sólo le pagaron la matrícula sino los gastos para vivir, alquiler y alimentación, cuya contraparte implicó enseñar en la universidad. Eso le permitió encontrar otra pasión que desconocía, la docencia con la satisfacción de poder transmitir sus conocimientos sobre música.
Su tesis también fue otra satisfacción, fue aprobada sin correcciones y nominada con el "Barry Brooks", un reconocimiento a la mejor tesis de música en el Graduate Center de la Universidad de Nueva York (Cuny). Justo cuando la escribía, se abrió otra oportunidad de concursar para el cargo de profesor tiempo completo en una de las dependencias de dicha universidad, tomó el desafío y fue elegida entre 180 personas que compitieron por el puesto docente. Entonces se apuró en terminar el doctorado y la tesis, se recibió defendiéndola el 17 de agosto pasado y el 25 del mismo mes empezó con su nuevo trabajo en Lehman College en el Bronx, que es parte de la misma universidad donde hizo el doctorado.
"Estoy súper contenta porque estoy dando clases sobre cosas que me gustan y teniendo un futuro acá como docente e investigadora", afirmó Checa. Hace días comenzó a dictar clases sobre "Experiencias de la música en América e Introducción a la historia de la música y la cultura", con un enfoque más social y cultural sobre investigación, cómo escribir en esos géneros y el valor que las comunidades le dan a la música entre otros.
La música siguió siendo el camino de oportunidades. Su tesis destacada fue una etnografía sobre la producción y circulación de los sellos de música independiente de Argentina que editan música en cassette, que le llevó tres años y vincularse con sellos de Córdoba, Buenos Aires, Bariloche y La Pampa, inclusive en Jujuy, Símbolo Records.
Checa vive actualmente una nueva etapa de su vida, ahora como docente universitaria y en pareja. Al principio le costó estar alejada de la familia y se integró a un grupo de argentinos con los que se reúne para ver a River, juega al fútbol y se adaptó a la vida newyorkina sin dejar hábitos argentinos.
La música como conexión
En su grupo de postgrado donde todos son apasionados de la etnomusicología, le permitió conectar con gente con los mismos intereses y se hizo amigos en el programa. Por otro lado jugando al fútbol donde conoció a su pareja, Emily. “Empezar a vivir con una persona de Estados Unidos ha sido un aprendizaje de culturas”, relató Agustina Checa y contó que vino con ella a Argentina, le gusta su cultura.
Fue quien la acompañó a ver la banda “Ella mató a un policía motorizado”, una banda independiente argentina que la impulsó a profundizar en su carrera, fue emotivo porque desde la última vez que los vio creció tanto como ellos que llegaron a Nueva York con su música. Consiguió su lista de canciones y sumó otro cuadro simbólico, con el que cerró ese capítulo de su vida.
“En la música que consumo, los discos, las listas de tema que tengo encuadradas y los cientos de cassettes, todos me conectan con Argentina”, afirmó. Checa no deja igual de estar en contacto con sus amigos con los que habla con frecuencia sino que incorpora a su vida cotidiana, comidas, música y algunos hábitos que la conectan con Jujuy sin embargo extraña probar los típicos sabores andinos, locro, asado y otros. Antes volvía a Jujuy una o dos veces por año, la pandemia frenó esa posibilidad, pero lo logró volver en noviembre del 2021 en que pudo celebrar su cumpleaños en familia y espera regresar en diciembre de este año.