Ramón Eduardo Nebhen, hoy un reconocido abogado jujeño, en 1975 tuvo a su cargo la conducción de la Comisión Central de los Estudiantes en un momento de difícil situación social en el país, quien al ser consultado sobre la concreción de está quincuagésima edición nacional realizó un paralelismo con lo vivido en aquella época y la concordancia con lo vivido y realizado por la juventud, el estudiantado jujeño.
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Ramón Eduardo Nebhen, hoy un reconocido abogado jujeño, en 1975 tuvo a su cargo la conducción de la Comisión Central de los Estudiantes en un momento de difícil situación social en el país, quien al ser consultado sobre la concreción de está quincuagésima edición nacional realizó un paralelismo con lo vivido en aquella época y la concordancia con lo vivido y realizado por la juventud, el estudiantado jujeño.
¿Cómo fue organizar y sacar adelante la cuarta edición nacional de la Fiesta de los Estudiantes en 1975?
Lo que puedo decir con pleno orgullo de jujeño es que la verdadera y maravillosa juventud es la jujeña. Las razones son muy sencillas. En 1975 cuando tuvimos que participar de la FNE se concretó dentro de un contexto de muchísima violencia, tanto social como política, que lamentablemente estaba configurada mayoritariamente por personas jóvenes. Nosotros y me refiero a los jujeños, a la juventud jujeña, el pueblo en su conjunto, porque la FNE es la fiesta de toda la comunidad, donde participa la familia compuesta por todos sus miembros, el papá, mamá, hermanos, abuelos, el gobierno y nosotros, en aquel año veíamos peligrar la realización de la Fiesta precisamente por el ambiente que se vivía, que se daba en los grandes centros urbanos del país.
Quienes asistíamos a colegios confesionales -era alumno del Colegio Del Salvador-, la instrucción era de que no se hagan las carrozas, precisamente por el momento que atravesaba el país y no estaban dadas las condiciones para la celebración o un festejo de estas características en un contexto nacional muy complicado. Sin embargo, la postura del estudiantado fue la contraria, es decir se tenía que hacer la fiesta y salir a hacer lo que tradicionalmente hace el estudiantado jujeño desde muchísimos años, que son las carrozas, que son un símbolo, en definitiva, de todos los valores que tiene esa maravillosa juventud jujeña y que hoy se mantiene, con 71 años de tradición.
Finalizada esta edición cargada de emotividad por las Bodas de Oro a nivel nacional, ¿cuál sería tu opinión o mensaje al estudiantado concluida esta edición?
El mensaje sigue siendo el mismo, los valores que conforman esta fiesta son la idea de la solidaridad, del compañerismo, de la colaboración, el respeto, la sana alegría, son los valores que se encarnan cada año en la FNE y esos son los valores que en aquella época difícil supimos transmitir.
Es bueno recordar que en el mensaje de apertura de la fiesta del 75 dije que "mientras había una juventud que abrazaba las armas, aquí en Jujuy estábamos abrazando, manipulando el papel crepé para la confección de flores, haciendo la estructura de la carroza, pensando en un nuevo juego de luces. Estábamos utilizando otras herramientas que transmitía la belleza, la paz y el amor de esta juventud jujeña que gracias a Dios se mantiene y perdura a través de los años y es muy importante hoy. Este es el mensaje de la juventud jujeña al resto del país, porque hoy aquellos muchachos que convocaban a otros ciudadanos jóvenes a utilizar las armas, están hoy desde España intentando de nuevo tocar tambores de guerra. Entonces que la juventud jujeña siga siendo expresión de unidad, de paz, de solidaridad, de amor, compañerismo y alegría va a ser por siempre un antídoto contra aquellos que son amantes de la guerra y de la violencia.
Este año se vivió una fiesta especial, con una impronta totalmente distinta a la de otros años, ya que la juventud jujeña se puso al "hombro" la FNE y la pudo sacar adelante reciclando material para concretar un sueño y poder realizar la carroza. ¿Cuál sería la mirada que tiene sobre este hecho?
La juventud jujeña es creativa. Surge y nace desde el momento mismo que se diseña el proyecto y ahí se fijan los elementos a utilizar, y fue en aquel entonces que nos constituimos en los hacedores -si mal no recuerdo- de la categorización de las tradicionales carrozas, y es como surgen los carruajes y las técnicas y no técnicas, justamente porque la situación económica era muy difícil y no todos podían construir una carroza con las dimensiones que estábamos acostumbrados y que marcaba el reglamento en aquel momento.
Por eso es que entiendo que la creatividad, el uso de los elementos, la idea y los valores que va a transmitir el establecimiento a través de este símbolo que es la carroza, ya habla de la creatividad, pero de una creatividad positiva, que se orienta hacia la vida, que se orienta al prójimo por intermedio de la solidaridad, donde incluso la competencia es meramente significativa y si un colegio tiene problemas porque alguien rompió una carroza, están los estudiantes de todos los establecimientos para ayudar. El mejor ejemplo es lo que se vive en parque cerrado donde están todos juntos, y por esa razón puedo asegurar y decir que la verdadera y maravillosa juventud es la de Jujuy.
¿Sufrió alguna modificación el reglamento interno que tenía la Comisión Central de la FNE ese año?
En ese momento y después de haberse realizado tres ediciones como FNE observamos con los miembros de Comisión Central que todos carecíamos de conocimientos como consecuencia de la falta de experiencia, ya que la comisión estaba solo destinada a los alumnos de los últimos cursos del nivel secundario y eso motivaba que no se podía encarar un proyecto sin tener el mínimo conocimiento.
Por decisión unánime de quienes conformábamos la comisión decidimos que se debía integrar a los alumnos de los penúltimos cursos para integrar las distintas comisiones y lo decidimos así por el solo hecho que en el caso de las escuelas técnicas que tienen sexto año. Y es como se decidió por una verdadera y auténtica inclusión donde no se dejaba a ningún alumno fuera y de esa manera podría ir adquiriendo una experiencia importante, y los establecimientos todos podían incorporar sus representantes en las diferentes comisiones con voz pero sin voto. De esa manera se les daba la posibilidad de aportar nuevas ideas que en muchos casos fueron tenidas en cuenta, porque el principal objetivo es que ellos vayan aprendiendo el manejo organizativo de la comisión y de la fiesta.
Cuando nosotros ingresamos no teníamos la más "pálida" idea de lo que representaba esa organización pese que a esa altura había una parte que estaba resuelta y era la participación de la logística que estaba a cargo del gobierno, pero la cuestión interna propiamente dicha de la Comisión Ejecutiva y de las distintas comisiones uno aprendía sobre la marcha y esa modificación fue muy beneficiosa porque se hacía "escuela", una metodología que duró por muchos años.
¿Algo para destacar sobre lo sucedido a lo largo de todos estos años y que haya permitido mejoras en la FNE?
Un hecho para rescatar fue la creación del Ente Autárquico de la Fiesta Nacional porque permitió que de esa manera la experiencia se pueda canalizar de una mejor manera y los alumnos puedan contar con todo el apoyo.