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Insólita fuga de un implicado en el crimen del trabajador

Emiliano Varas se encontraba en el Polo Judicial y al pedir permiso para ir al baño se escapó. El hombre de 32 años había concurrido para conocer causa de imputación por un delito de robo.

Domingo, 04 de diciembre de 2022 01:00

Una insólita situación se vivió el pasado jueves en el Polo Judicial de Ciudad de Mendoza, donde uno de los implicados en el homicidio del empleado de la distribuidora ubicada en el barrio San Pedrito de la capital jujeña identificado como Emiliano Damián Varas Romero de 32 años, se escapó luego de llegar por sus propios medios a este centro para conocer una acusación formal de la Justicia de aquella provincia.

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Una insólita situación se vivió el pasado jueves en el Polo Judicial de Ciudad de Mendoza, donde uno de los implicados en el homicidio del empleado de la distribuidora ubicada en el barrio San Pedrito de la capital jujeña identificado como Emiliano Damián Varas Romero de 32 años, se escapó luego de llegar por sus propios medios a este centro para conocer una acusación formal de la Justicia de aquella provincia.

El mendocino de 32 años y que es intensamente buscado por el hecho ocurrido en nuestra provincia, llegó al Polo Judicial en libertad e iba a ser imputado por una causa de robo en una audiencia. Pero pidió salir para ir al baño y escapó.

Posteriormente, confirmaron que tenía un pedido de captura por el crimen de César Javier Martínez (31), el empleado de la distribuidora que fue asesinado durante un robo a la distribuidora en nuestra provincia, por lo que otro mendocino, Lucas Matías Méndez (35), alias "Gringo", ya se encuentra detenido y habría sido el autor del disparo que terminó con la vida del empleado.

La "fuga" se conoció el jueves por la tarde cuando un hombre iba a ser imputado por un robo en una audiencia que se iba a desarrollar en la Sala 17 del Polo Judicial, ubicado en Plantamura y Ciudad de San Felipe. El sindicado por un robo llegó por sus propios medios y en liberta a la sala, donde iba a ser notificado por las autoridades del Tribunal Penal Colegiado.

El hombre, identificado como Emiliano Varas, iba a escuchar la notificación pero en ese momento le pidió permiso para ir al baño a las autoridades judiciales. Como estaba en libertad, el personal judicial accedió al pedido.

Sin embargo, el sujeto al saber que iba a quedar detenido, no regresó al recinto. Las autoridades notaron su ausencia al cabo de un tiempo y ordenaron un rastrillaje por el predio pero no tuvieron resultados. Como el sujeto llegó en libertad, las autoridades judiciales no pidieron ningún tipo de custodia policial, es decir, nadie lo estuvo controlando.

Según explicaron, esta metodología la están implementando últimamente. Es decir, antes que realizar un allanamiento y utilizar la fuerza pública, citan a una persona para ser acusada de algún delito y esperan de su buena voluntad.

A raíz de la fuga del sospechoso, se revisaron sus datos y allí surgió que tenía un pedido de captura desde nuestra provincia. Además de la gravedad de que el sospechoso haya escapado, ese pedido de captura es por un homicidio criminis causa. Tras verificar el oficio, confirmaron que el sospechoso está implicado en el asesinato del empleado de la distribuidora del barrio San Pedrito, el sábado 19 de noviembre.

Las autoridades hicieron la denuncia por la evasión y Emiliano Varas quedó con pedido de captura. Según explicaron, el sospechoso "salió caminando por la puerta".

Este sujeto era uno de los prófugos por el crimen del empleado de la distribuidora.

Cómo fue avanzando la investigación por el crimen

Por el crimen del empleado de la distribuidora, durante la semana se detuvo a Lucas Matías Méndez, alias “Gringo” y que es oriundo de Guaymallén. Este sujeto, junto a Varas y otro mendocino prófugo, se dirigieron con intenciones de robo a la distribuidora de lácteos Almirante Brown, hecho ocurrido el sábado 19 de noviembre en calle Puya Puya.

DISTRIBUIDORA | DONDE OCURRIÓ EL VIOLENTO ASALTO.

El “Gringo” estaba disfrazado con tacos y peluca de mujer y, junto a los cómplices, asaltaron a unos tres empleados que se resistieron al ataque. Méndez, según la reconstrucción, fue quien le disparó en la cabeza a César Martínez, quien murió al día siguiente por la gravedad de la herida. También baleó en las piernas a otro trabajador. La banda, que tenía el golpe planificado, tenía el dato y las intenciones de roba varios millones de pesos que estaban allí. Sin embargo, ese dinero no se encontraba en el lugar. Los delincuentes escaparon sin robar nada y huyeron en una Ford Ecosport que le sustrajeron a un vecino del lugar. Luego huyeron en un VW Vento y abandonaron la camioneta.

Tras la investigación de la División Homicidios, los policías identificaron a los miembros de la banda. La primer en caer fue una “tarotista” identificada como Elsa López (42). Esta mujer, sostiene la pesquisa, habría ayudado a los sujetos a cometer el golpe y por esa razón el fiscal Diego Cussel la imputó por homicidio criminis causa como coautora, es decir, que entendió que su participación fue necesaria para llevar adelante el hecho. A la “tarotista” le secuestraron el VW Bento y, gracias a su chapa patente, los investigadores pudieron identificar a Méndez. El sospechoso se fugó hacia Mendoza pero, acorralado por las pruebas, se entregó con un abogado ante las autoridades.