La inflación, el mayor problema que afrontan los argentinos, no se detiene pero tampoco se agiganta. En los últimos meses de 2022, tuvo una leve desaceleración tras la asunción de un nuevo equipo económico con Sergio Massa a la cabeza.
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La inflación, el mayor problema que afrontan los argentinos, no se detiene pero tampoco se agiganta. En los últimos meses de 2022, tuvo una leve desaceleración tras la asunción de un nuevo equipo económico con Sergio Massa a la cabeza.
La frase de un conocido economista, Sergio Melconian, describe muy bien metafóricamente la tarea que afronta por estos tiempos el extitular de la Cámara baja, "sigue sacando agua del bote".
Cumplir con las metas del FMI, realizar los pagos acordados y tener un horizonte para el 2023 hacen al contexto de una economía que castiga el bolsillo de los argentinos y que tiene a los políticos con la mira en las elecciones del año entrante.
Sergio Massa no es una excepción y ya dijo que esperan tener un techo inflacionario del 60%, aunque la mayoría de los analistas habla de 80% o más, descartando un contexto hiperinflacionario. Un resultado aceptable en las predicciones quizá lo ubiquen como candidato.
Lo cierto es que en materia económica, hay otras variables que juegan directamente en las arcas, como por ejemplo el clima, determinante de lluvias o sequía, lo cual lleva a buenas o malas cosechas del agro, fundamental para el ingreso de dólares al país.
Los analistas hacen referencia a que la sequía que está complicando la cosecha actual y presenta dificultades para la temporada que viene. "Si domar el mercado cambiario en 2022 sin devaluar fue muy difícil, y el Gobierno debió postergar pagos de importaciones por 10.000 millones de dólares, domar el mercado en 2023 será más difícil, porque se sumará la merma de los dólares del agro por la sequía", analizan.
Resta ver cómo el equipo económico piensa establecer el puente hasta marzo, con administración controlada de los dólares para el comercio exterior, más medidas de austeridad fiscal y algún empuje a la actividad económica, que ahora, se envalentonan en Economía, podría avanzar en 2023 más que el 2% presupuestado.
Cuando el equipo económico desembarcó en Hacienda, habían detectado que si continuaba el ritmo de gastos de ese momento (un incremento de 12,4% en términos reales), se hubiesen desviado unos 0,7 puntos de la meta con el FMI.
"Esa etapa en mayor o menor medida está terminando. Nos queda un último tramo que es el cierre del año fiscal, con algunas medidas de financiamiento del sector público está garantizada. Y de la mano de la acumulación de reservas para recuperar crédito y fortalecer la moneda.
Algunas medidas de los próximos 90 días son todas de carácter positivo para la economía", aseguraba Massa en reunión con ministros de Producción de todas las provincias, al cumplir los primeros tres meses de gestión con su gabinete.
De todas formas, se recuestan en que algunas variables macro como las que están explicitadas en el Presupuesto económico 2023 son "consistentes" con una baja de la inflación desde cerca del 100% en que terminaría el 2022 hasta el 60% previsto en ese proyecto de ley.