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28 de Marzo,  Jujuy, Argentina
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La adoración de los niños, homenaje en tiempo de pesebres

En cada salida o visita, adoradores y músicos agradecen desde su acción al cielo por el nacimiento de Jesús.
Miércoles, 28 de diciembre de 2022 01:00

Con la Navidad y el tiempo de fin de año, las calles de la ciudad ofrecen postales tradicionales y únicas. Un sinnúmero de niños hace que su adoración, sea un rito que cada año se puede contemplar en distintos puntos de la provincia, donde la magia del nacimiento de Jesús se convierte en una poderosa fuente de inspiración.

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Con la Navidad y el tiempo de fin de año, las calles de la ciudad ofrecen postales tradicionales y únicas. Un sinnúmero de niños hace que su adoración, sea un rito que cada año se puede contemplar en distintos puntos de la provincia, donde la magia del nacimiento de Jesús se convierte en una poderosa fuente de inspiración.

De marineros, coyitas o con remeras, uniformes o gorritos, los infantes rinden un homenaje singular, resaltando lo esencial de lo jujeño sin cansarse de expresar al ritmo de redoblantes, quenas y bombos; esa coreografía que permanece intacta en la mente de generaciones que la practicaron en otros tiempos.

DESTRENCEN LAS TRENZAS,VUELVAN A TRENZAR | PARA CREAR FIGURAS, TODOS.

Por momentos santos; por instantes, inquebrantables, con paso firme develan su encanto y a través de largas filas, ellos exploran espacios, recorren caminos y no se esconden del público circunstancial. Algunos llevan su palo de trenzar o convierten las tiras de aguayo en obras suspendidas en el aire, casi efímeras pero siempre representativas de la fe. "La estrella de Belén", el "Huachi Torito" y la cadena se ven mezcladas entre danzas y contradanzas, que se ofrecen desde el corazón para el Niño Dios.

Con villancicos entre segmentos, la veneración de los pesebres es sostenida. Son dueños de una esencia muy propia y emotiva, donde las voces de los niños cantando al unísono se mezclan para dar a conocer cuentos bíblicos, bajo la luz de la estrella que los guía, como sus saltos a la adoración permanente.

Con cada salida o visita preparada, la celebración de ángeles que brincan su paso pautado es simple y sincera. Mientras los niños tienen entre sus manos la misión de trenzar en torno al palo de adorar para dar a conocer su inocente devoción; otros muestran el entusiasmo propio que los hace avanzar y retroceder formando las filas, desde el más alto al más pequeño; a la espera de su turno para luego -con alegría- recrear una a una las coreografías naturales que hacen a la idiosincrasia de nuestro pueblo.