Después de un finde a pura emoción (y alegría) futbolera, pareciera que todo lo demás hubiese ocurrido el año pasado. Sin embargo, y a riesgo de ser ridícula y extemporánea, una columna política debe volver sobre los pasos de siete días de actualidad para tomarle el pulso a la realidad. Y ese análisis deja mal parados a todos, enredados en el juego maldito de ver quién, qué grupo, qué bando, qué frente político o qué referente es peor que el rival que le aparece enfrente. El tema de la semana fue el fallo y la sentencia del TOF 2 que encontró a Cristina culpable de defraudación al Estado por mil millones de dólares, le dictó un decomiso de 84 mil millones de pesos y la condenó a seis años de prisión y a inhabilitación perpetua para cargos públicos. Ahora la causa inicia la larga ruta de las apelaciones y es probable que nunca se cumplan las sentencias ni se recupere el dinero robado. Pero el episodio de Comodoro Py detonó una cadena de bombas que siguen estallando en el país.
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Después de un finde a pura emoción (y alegría) futbolera, pareciera que todo lo demás hubiese ocurrido el año pasado. Sin embargo, y a riesgo de ser ridícula y extemporánea, una columna política debe volver sobre los pasos de siete días de actualidad para tomarle el pulso a la realidad. Y ese análisis deja mal parados a todos, enredados en el juego maldito de ver quién, qué grupo, qué bando, qué frente político o qué referente es peor que el rival que le aparece enfrente. El tema de la semana fue el fallo y la sentencia del TOF 2 que encontró a Cristina culpable de defraudación al Estado por mil millones de dólares, le dictó un decomiso de 84 mil millones de pesos y la condenó a seis años de prisión y a inhabilitación perpetua para cargos públicos. Ahora la causa inicia la larga ruta de las apelaciones y es probable que nunca se cumplan las sentencias ni se recupere el dinero robado. Pero el episodio de Comodoro Py detonó una cadena de bombas que siguen estallando en el país.
CEFK perdió la pelea jurídica, y desde la política atacó al "partido judicial" y a su "brazo mediático" que buscan su proscripción y la de todo el peronismo, al que súbitamente necesita unificar para hallar refugio y contención en su regazo. Alberto Fernández, quizá por una exigencia de su vicepresidenta, en una jugada absurda, usó a la cadena nacional para denunciar penalmente a un grupo de "notables" que habían compartido un viaje a la mansión del magnate británico Joe Lewis a orillas del bello lago Escondido, cerca de El Bolsón.
La fiscal federal de Bariloche, Cándida Etchepare, no tiene dudas de que el viaje de jueces, fiscales, funcionarios de Horacio Rodríguez Larreta y empresarios del Grupo Clarín implicaría un "ilícito penal", por lo que pidió a la jueza federal Silvina Domínguez, investigar la posible aceptación de dádivas y que se abran los secretos bancarios de los viajeros.
Si bien el encuentro había sido en octubre, reflotó justo a tiempo buscando igualar el impacto del fallo del TOF devolviendo golpe por golpe. Lo grave es que en el "Caso Vialidad", se llega a la decisión tras trece años de trabajo, tres años de juicio oral y público, con toneladas de denuncias con sus pruebas; pero en el "Caso Lago Escondido", el propio Presidente incurriendo en el ridículo (territorio del que no volverá) admitió que son denuncias tomadas ilegalmente por medio de un hackeo y no comprobadas fehacientemente. AAF convalidó el espionaje ilegal.
Lo del "Caso Vialidad" es obsceno, y el contraataque con el "Caso Viaje" es igualmente horrible, por la falta de decoro y de integridad moral de los actores, y hasta por falta de un mínimo de inteligencia y sentido común que hubiese evitado sus actos. De un lado se intenta consolidar la idea de CEFK de la existencia de la "mafia judicial" que controla "un estado paralelo". Del otro lado afirman que los chats hackeados son falsos, editados y armados sólo para sostener la teoría de la conspiración que tejen los más altos niveles de "la derecha". Detrás de cada bando, o banda (nadie podrá decir que es un calificativo exagerado), aparecen toda clase de personajes (cuyos nombres el amable lector imaginará sin esfuerzo y coincidirá que no vale la pena darles más entidad de la que tienen), que con expresiones de distinto calibre y calidad, buscan demostrar que los peores, los execrables son los otros, no trepidan en destruir la Nación, el sistema democrático y poner en peligro la paz social y la integridad de un país, que está entrando en un terreno electoral, escabroso, y que si no encuentra límites, llegará a ser tenebroso. Quizá la salida sea más simple de lo que parece: que ambos sectores dejen que la Justicia investigue y decida, y que se sigan hasta las últimas instancias los pasos legales de las peleas.
"No seré candidata a nada", "Mi nombre no va a estar en ninguna boleta" dijo CEFK, afectada, y desencajada, con el rostro alterado por el sufrimiento y la rabia. Tal vez finalmente no sea así, porque en política, puede llegar el operativo clamor. Pero si algo no ocurrirá, es que la señora deje la jefatura del FDT: jamás será la "pata renga" de su fuerza, aunque a su alrededor algunos como AAF (que quiere dejar Olivos) y Sergio Massa (que lo niega pero lo ansía), la CGT, los gobernadores y otros, se ilusionen con heredarla. Lentamente comienza un poscristinismo, pero ella no cederá centralidad, en un PJ sin candidatos fuertes, que si no resuelve pronto su intríngulis, esta vez corre el serio riesgo de perder y desintegrarse. También dentro de la coalición de gobierno, todos más que mostrar sus cualidades y sus ideas, se esmeran por demostrar que el posible adversario es mucho peor de lo que los votantes se puedan imaginar. Los JxC sintieron la decisión de CEFK, sin estar preparados para aprovechar el momento. El PRO no reacciona o reacciona mal con el ministro de Seguridad larretista Marcelo D'Alessandro y el fiscal de la Caba Juan Mahiques que viajaron a lago Escondido y con diputado Gerardo Milman, involucrado supuestamente en el atentando a CEFK, a quien Patricia Bullrich separó como jefe de campaña. Y siguen con sus internas desordenadas.
El que reaccionó con reflejos aceitados fue Gerardo Morales: sobrevoló el teatro de operaciones enfrascado en su brillante jugada de apostar a una interna abierta radical para competir en las Paso con el variopinto abanico amarillo. GM puede ganar su interna, tiene territorialidad, experiencia y mucho para mostrar, mientras Facundo Manes sólo apela a su mensaje casi "outsider", innovador y disruptivo. Otra buena movida fue invitar a legisladores de varias provincias a mirar lo que pudo hacer en Jujuy: además de la "paz recuperada" (anulando a Milagro Sala), están Cauchari, Cannava, las escuelas que inaugura semanalmente, la producción de litio y otros puntos que Raúl Rizzotti y Gustavo Bouhid incluyeron en su tour de turismo político.
Cada visitante llevará de un efecto multiplicador novedoso y poderoso a sus lugares. Como plus importante, el GM tuvo la buena noticia de su ascenso en encuestas en el corazón mismo del Frente de Todos: el conurbano bonaerense. Se le abrió el escenario en el momento justo. El PJ local se dará otra oportunidad. El exgobernador y miembro del Consejo, Walter Barrionuevo, anunció la convocatoria al Congreso Partidario para antes de fin de mes. El máximo organismo definirá los temas como alianzas, amnistías, frentes y estrategias de cara a las elecciones del 7 de mayo. Miles de afiliados y simpatizantes del PJ esperan con ansiedad los pasos del partido para volver a acompañar los proyectos peronistas con vistas a recuperar el gobierno de Jujuy. Y muchos miles más, los jujeños, esperan el fin del maniqueísmo, donde las facciones creyendo dueñas de la razón y la verdad, sólo logran destruirse mutuamente a través de la teoría del conflicto permanente para lograr el poder. La sociedad real no es blanca o negra: es multicultural y multidireccional.