El sector gastronómico de Jujuy atraviesa un momento difícil producto de la crisis económica del país que redujo la presencia de clientes en bares y restaurantes, sumado a la inflación y la constante remarcación de precios en la materia prima y los altos costos impositivos y tarifarios que demanda un local comercial. Si bien la llegada de diciembre y el desarrollo del Mundial de Fútbol 2022 representan una propuesta positiva para el sector, esta vez no se dio en la medida de lo esperado ya que hubo demanda, pero los bares y confiterías no se vieron llenos como sucedía en ediciones anteriores.
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El sector gastronómico de Jujuy atraviesa un momento difícil producto de la crisis económica del país que redujo la presencia de clientes en bares y restaurantes, sumado a la inflación y la constante remarcación de precios en la materia prima y los altos costos impositivos y tarifarios que demanda un local comercial. Si bien la llegada de diciembre y el desarrollo del Mundial de Fútbol 2022 representan una propuesta positiva para el sector, esta vez no se dio en la medida de lo esperado ya que hubo demanda, pero los bares y confiterías no se vieron llenos como sucedía en ediciones anteriores.
La fiebre mundialista se presenta como una buena oportunidad para movilizar diversos rubros comerciales; uno de ellos es el sector gastronómico ya que muchas personas eligen ver los encuentros de la Selección Argentina en un bar o confitería, con amigos o en familia, sumando fuerzas con otros hinchas que también se congregan para alentar. Esta vez la demanda no fue la esperada.
Al respecto, el presidente de la Cámara Jujeña de Empresarios Gastronómicos, Sergio Valenzuela, aseguró que "como todo acontecimiento deportivo importante, nos sirve, es positivo, sobre todo en el horario de las 16 y del mediodía, aunque esta vez no se vieron locales llenos como en otros momentos, posiblemente en algún lugar sí, pero en general no hubo una gran afluencia de gente en los bares. En otros momentos, cuando jugaba Boca – River, los negocios estaban repletos y había que reservar mesa con tiempo, esto no ha sucedido ahora".
Destacó que los locales se han abastecido con nuevos televisores o pantallas para ofrecer un mejor servicio y captar mayor interés de los clientes, pero "aun así todavía no se vio una gran demanda".
Por otra parte, Valenzuela hizo hincapié en la difícil situación que atraviesa el sector, que incluso ya provocó el cierre de algunos locales. "La situación económica del país nos juega en contra, las cosas están muy caras y la gente opta por recortar gastos; la inflación nos está matando, la mercadería prácticamente aumenta todos los días, sin embargo no podemos trasladar esos aumentos a la gente" dijo y expresó su preocupación por cuanto ya se observa en la ciudad el cierre de locales gastronómicos: "Los alquileres son muy caros, Jujuy tiene precios más elevados que otras provincias, incluso más que Córdoba. Un local en el microcentro de Jujuy, medio chico, supera los 200 mil pesos y a eso hay que sumarle impuestos, servicios, hasta para poner un televisor para poder transmitir los partidos del Mundial se paga Sadaic y Aadi-Capif, es decir, analizando la proporción de ingresos y egresos muchas veces no conviene. Ante la gente consumía 2 o 3 cervezas, ahora consumen una, porque no le da para más. Todo eso nos afecta".
Respecto a los locales gastronómicos de la Quebrada, advirtió que la situación es mejor gracias al crecimiento del turismo. "Los negocios que están en los destinos donde hay mayor demanda de turistas como Tilcara, Humahuaca, Purmamarca, han podido respirar, sobre todo después de la pandemia, donde hubo un repunte de la actividad. No así ciudades como Maimará, que pese a estar cerca de los principales destinos turísticos de la Quebrada, no corren con la misma suerte".
Temporada de verano
Finalmente, el presidente de la Cámara Jujeña de Empresarios Gastronómicos expresó que hay incertidumbre respecto a lo que pueda suceder durante la temporada de verano. Según explicó, generalmente los meses de diciembre y enero son de mayor demanda, y en febrero cae un poco ya que mucha gente viaja, "pero con la situación económica que hay va a haber mucha gente que no a va a salir de vacaciones, o tal vez se mueva dentro del país, de modo que no sabemos qué es lo que puede llegar a suceder en esta temporada de verano 2023".