La geología urbana es una rama de la geología, que estudia las características geológicas, amenazas o peligros naturales y el uso de suelos en áreas urbanizadas. Este conocimiento es muy importante en la planificación territorial, porque contribuye a determinar áreas de mayor o menor riesgo en la urbanización frente a fenómenos vinculados con procesos geológicos.
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La geología urbana es una rama de la geología, que estudia las características geológicas, amenazas o peligros naturales y el uso de suelos en áreas urbanizadas. Este conocimiento es muy importante en la planificación territorial, porque contribuye a determinar áreas de mayor o menor riesgo en la urbanización frente a fenómenos vinculados con procesos geológicos.
Desde la época de la colonización, buscaban espacios físicos adecuados para el asentamiento. En Jujuy pensaron fundar una ciudad con ubicación clave, en la vía de comunicación entre el Tucumán y Perú. Podrían haber seleccionado localidades como Río Blanco o Perico en las que había antecedentes de pobladores y con más espacio físico. Pero probablemente vieron en el valle de Jujuy, su paisaje, superficies planas, provisión de agua desde varios ríos y tal vez pensaron que las serranías en ambos flancos, servirían, como protección contra los aborígenes. Quizás sin pensarlo, aplicaron ordenamiento territorial en un escenario originado por procesos geológicos.
La historia geológica en el área de San Salvador de Jujuy se remonta a millones de años atrás. Comienza con la acumulación de sedimentos sobre rocas preexistentes, luego se compactaron y formaron estratos de diferentes espesores con tonalidades pardo rojizas, con intercalaciones de niveles tobáceos (ceniza volcánica) de tonalidades gris claro. Posteriormente a la compactación de las capas denominadas estratos, hubo grandes movimientos en la tierra que deformaron los estratos y los colocaron en posiciones casi verticales, pudiendo observarlos en barrancas del río Grande, Xibi Xibi y en algunos tramos de ruta N° 9. Luego, siguió un gran proceso de erosión y posterior acumulación de sedimentos en posición horizontal, la composición es un conglomerado (tipo aluvión) con diferentes tamaños, pero predominantemente gruesa, en algunos casos tienen tamaños de hasta 50 centímetros, los espesores de las capas pueden tener hasta 7 metros.
Con posterioridad a esta acumulación de sedimentos hubo nuevamente grandes movimientos terrestres que provocaron ascensos de terrenos originando sectores planos denominados terrazas, separadas por barrancas, por ejemplo, donde se asientan los barrios Alto Padilla, Ciudad de Nieva, Moreno, Centro y Gorriti. En estos movimientos también se originaron las serranías de Los Alisos y Los Perales. Posteriormente otros movimientos de menor intensidad desviaron el recorrido del río Grande dando lugar a terrazas en las que se asientan los barrios Belgrano, San Martín, Chingo, Punta Diamante.
Como resultado del proceso geológico, se presentan sectores con superficies muy inclinadas, con capas de sedimentos conglomerádicos en sectores elevados, terrenos arcillosos y grandes fracturas que atraviesan San Salvador de Jujuy y otras más pequeñas en diferentes direcciones. Además, se debe tener en consideración las altas precipitaciones pluviales medias anuales, que en los últimos años se incrementa, como consecuencia del cambio climático global. La combinación con las características del relieve, tipo de rocas con baja compactación en varios sectores y el incremento de la población y asentamiento en sectores inapropiados para uso urbano, generan riesgos de deslizamientos de suelos, inundaciones, flujos densos de barro o escombros. Por otra parte el Instituto Nacional de Prevención Sísmica (Inpres) ubica a la región en zona 3, o sea elevada peligrosidad, colocando en situaciones de extrema vulnerabilidad a gran parte de la población. Estas características hacen suponer que se debe pensar seriamente en planificación territorial y medidas de prevención para evitar problemas en diferentes sectores de la ciudad.