La política tendrá que generar algo valioso antes que comience el campeonato mundial de fútbol. Porque todo indica que durante el torneo Argentina quedará amortiguada frente a las pantallas de TV hipnotizada con lo que pase en Qatar. Desde el 20 de noviembre hasta el 18 de diciembre durará ese interregno de relativa calma, al menos en la superficie de un país agobiado por la economía quebrada, y angustiado por la falta de respuestas de la dirigencia a sus reclamos urgentes. Oficialismo y oposición tienen 27 días para encender alguna esperanza cierta, alguna razón válida para calmar el corazón, la mente y el ánimo de la gente. Después del Mundial, estallarán las preocupaciones reales, magnificadas por la inminencia de las fiestas de fin de año, tiempos de previsible conflictividad social que llenan de pavor al Gobierno. Y profundizan sus diferencias.
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La política tendrá que generar algo valioso antes que comience el campeonato mundial de fútbol. Porque todo indica que durante el torneo Argentina quedará amortiguada frente a las pantallas de TV hipnotizada con lo que pase en Qatar. Desde el 20 de noviembre hasta el 18 de diciembre durará ese interregno de relativa calma, al menos en la superficie de un país agobiado por la economía quebrada, y angustiado por la falta de respuestas de la dirigencia a sus reclamos urgentes. Oficialismo y oposición tienen 27 días para encender alguna esperanza cierta, alguna razón válida para calmar el corazón, la mente y el ánimo de la gente. Después del Mundial, estallarán las preocupaciones reales, magnificadas por la inminencia de las fiestas de fin de año, tiempos de previsible conflictividad social que llenan de pavor al Gobierno. Y profundizan sus diferencias.
Hasta hoy, dentro del Frente de Todos, el cristicamporismo, está embretado entre dos obligaciones: por un lado soportar todas las decisiones del ministro Sergio Massa, y por otro, frenar el desgranamiento de su electorado tradicional, acostumbrado a la omnipresente y dispendiosa tutela del Estado. Cada diciembre, más aún antes de un año electoral el Gobierno hace crecer ayudas sociales, subsidios, y la aparición de "planes platita". Pero el ministro de Economía avanza en direcciones opuestas a la filosofía K, hasta ahora con resultados débiles y efímeros como para ser considerados una gestión exitosa. El claro ejemplo de estos días es el enfrentamiento por la inflación disparada y los mecanismos de control. Con la mira en las alimenticias, los funcionarios buscan "fijar precios justos" para unos 2.000 productos. "Esas empresas acumularon más ganancias de lo que ganaron los trabajadores. Que pongan un poco de lo que ganaron", dicen para endulzar los oídos del Instituto Patria. El cristinismo demanda largos congelamientos y contrariamente Massa amenaza con abrir importaciones. Trascendió, con certeza periodística, que los cruces llegaron al extremo de obtener dos respuestas alarmantes del ministro: "No vamos a congelar, eso siempre fracasó" y lo más grave: "Si me rompen las pelotas... yo me voy".
Por estas horas la pelea es por el presupuesto. Y la casi desesperación por convertir la ley de leyes en un fuerte instrumento recaudador genera escándalos: uno es la pretensión de obligar a jueces, fiscales y defensores, a pagar el impuesto a las Ganancias. Los gremios, las entidades de magistrados y la propia Corte Suprema le devolvieron al Gobierno misiles que están estallando debajo de su línea de flotación: "Esto es un nuevo intento de acorralar a la Justicia o de crear otro conflicto de poderes". Entre hoy y mañana se conocerá el pensamiento oficial de la CSJ, y los gremios judiciales ya anunciaron paros. Como siempre, en esto se debe dar crédito a la habilidad del cristinismo: en la oposición cunde la desorientación y los choques internos entre apoyar y rechazar. Una cosa es cierta, si se ratifica que el salario no es ganancia para los jueces, debería aplicarse a todos los asalariados del país. Si hubiera Justicia para todos por igual. Otra cosa es cierta: de aprobarse, todo se encamina a una declaración de inconstitucionalidad.
El oficialismo enfrentó a otra corporación poderosa sabiendo que perdería. Pretendió cobrarles a las empresas de medicina prepaga, un 15% de los aportes que derivan a los trabajadores por los planes de salud. Con eso crearían un Fondo Solidario de Redistribución, que manejaría... íel Estado! No podía prosperar. Dicen que el proyecto se cayó el viernes, pero dejó otra bomba dentro de la oposición, nuevamente dividida para decidir.
El presidente Alberto Fernández y su portavoz, la experiodista Gabriela Cerruti, se enfrascaron en una discusión mediática con un participante del reality "Gran Hermano", un tal "Alfa" denunció que el primer mandatario habría intentado coimearlo "más de 40 veces". Tanto el estrambótico personaje, como las reacciones del Presidente, desesperado por convencer de su honorabilidad, y los dichos de la desopilante vocera, son tan bizarros que llevaron sus propias imágenes y al mismísimo Gobierno al escalón más bajo de la mediocridad. Sin embargo, todavía un poco más abajo llegó el comentario del vocero ad hoc del oficialismo, Víctor Hugo Morales, que culpó a una suerte de conspiración urdida por el Gobierno de Estados Unidos, para devastar a un gobierno nac & pop, con la complicidad de Paramount y Telefe. Todos dejaron abierta la posibilidad de pensar que desde cualquiera de las partes, esto haya sido un episodio guionado con objetivos insospechables. Para no caer en la paranoia fácil, es mejor desechar esta posibilidad, y piadosamente, no darle más entidad a tan ignominiosa anécdota presidencial.
En Jujuy, buenas nuevas. 1) El gobernador inauguró dos edificios escolares: los Colegios Secundarios rurales de Agua de Castilla y Quebraleña. Más allá de otras escuelas nuevas, estas dos cobran la importancia de la llegada del Estado a estas lejanas, desconocidas para muchos y bellísimamente agrestes localidades del departamento Cochinoca. Esto es verdadera gestión de gobierno, que evita el desmembramiento de las familias, fomenta el arraigo en sus lugares natales y a través de la educación, abre un mundo de oportunidades a dos puñados de jóvenes puneños. Más allá de todo, sólo por este logro el GM ya ganó un espacio en la mejor historia provincial. 2) En la oposición, el diputado Ernesto Cristian Rivarola, con su Agrupación PJ Solidario, inauguró en la esquina de avenida Forestal y Lemoine, una moderna panadería que además de dar trabajo y servir al populoso barrio de Alto Comedero, cubre las necesidades de dos comedores de esta capital y otros seis en Palpalá, a los que provee del pan de cada día. La panadería cuenta con moderno equipamiento, y además de producir todo tipo de panificaciones brindará cursos de capacitación y orientación laboral dedicada a los jóvenes. "Tito" Rivarola agradeció el apoyo de su esposa, la también legisladora Daniela Vélez, de todos los que colaboraron y colaborarán para fortalecer y extender al interior el trabajo de la Fundación "Semillas". Un ejemplo de realizaciones desde el llano, cumpliendo el proverbio chino: "Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida", concepto que el PJ realizador y de base concretó con meritorio esfuerzo.
CB consultora de opinión pública sorprendió con sus últimas entregas. La onda expansiva de "La Libertad Avanza" llegó a Jujuy y la convirtió en una de las once provincias donde el fenómeno Javier Milei crece y gana. La encuesta incluyó a los presidenciables Alberto Fernández, Cristina Kirchner, Sergio Massa, Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Facundo Manes. Es raro que CB no haya incluido al GM que tiene altísima imagen positiva en Jujuy. El libertario quedó con la imagen más alta en 11 provincias: Catamarca (53,2% de positiva), Chaco (51,6%), Jujuy (53,6%), La Rioja (54,2%), Misiones (56%), Salta (57,1%), San Juan (54,5%), San Luis (55,8%), Santa Cruz (47%), Tierra del Fuego (46,3%) y Tucumán (56,7%). Nadie sabe si estos porcentajes serán sinónimo de caudal de votos. Pero vale ir pensándolo.