Comunidades indígenas concluyeron ayer una caminata de casi 300 kilómetros en defensa de sus derechos constitucionales, el acceso a sus tierras, al agua y contra la producción minera. La marcha denominada Qhapac Ñan llegó al mediodía a la plaza Belgrano, frente a la Casa de Gobierno, donde los manifestantes expusieron sus reclamos por la defensa de los recursos naturales que significan sus medios de vida y que se encuentran en territorios que ocupan ancestralmente y que, por ley, les pertenecen, según dijeron.
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Comunidades indígenas concluyeron ayer una caminata de casi 300 kilómetros en defensa de sus derechos constitucionales, el acceso a sus tierras, al agua y contra la producción minera. La marcha denominada Qhapac Ñan llegó al mediodía a la plaza Belgrano, frente a la Casa de Gobierno, donde los manifestantes expusieron sus reclamos por la defensa de los recursos naturales que significan sus medios de vida y que se encuentran en territorios que ocupan ancestralmente y que, por ley, les pertenecen, según dijeron.
La caminata partió el 4 de octubre desde la ciudad fronteriza de La Quiaca para denunciar que “no se respeta la libre determinación” de los pueblos indígenas. “Vemos claramente la ausencia del Estado. Hoy también repudiamos cómo en el Sur se violenta a los mapuches o en Salta a los wichis”, dijo Nélson Subelza, de la comunidad indígena de Sansana. El comunero indígena se mostró convencido en la lucha “para defender nuestra historia que son veinte mil años al presente, de historia y de vida”.
Por su parte, Angélica, de la Comunidad de La Quiaca Vieja, manifestó que las comunidades indígenas necesitan sus tierras para criar sus ganados ya que eso forma parte de sus recursos para sobrevivir; “nosotros necesitamos el territorio para nuestros animales”. Además de La Quiaca Vieja, también participaron de la extensa caminata integrantes de las comunidades indígenas de Rodero, Chaupiuno, Azul Pampa y Querusiyal, entre otros.
“Hemos llegado hoy hasta esta ciudad para que sepan que nosotros también somos personas que merecemos vivir dignamente”, reclamó el coya Sumaj, integrante de la Nación Chicha del departamento Yavi. Sumaj comentó que en su comunidad, ubicada a 18 kilómetros de la ciudad de La Quiaca, viven 50 familias que eran muchos más hace varios años, pero fueron quedando menos integrantes porque “nos obligan a irnos, nos sacan del campo para ir a la ciudad”. Cabe mencionar que la marcha recorrió las calles del centro de la capital, con carteles, pancartas y numerosas banderas wiphala que identifican a las comunidades originarias.