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Fin de un mito: Sonarse los dedos o el cuello no tiene nada de malo

La “pandiculación” es el tipo casi universal de estiramiento que hacemos después de estar inactivos, incluso perros, gatos, elefantes, arañas y ovejas por nacer lo hacen.

Sabado, 29 de enero de 2022 10:11

Algunas personas tienen como hábito hacer “sonar” las articulaciones, otras no pueden, y muchas se irritan por aquellos que lo hacen. Quienes hacen esto con las manos o el cuello aseguran que se sienten mejor, más relajadas o menos tensas después del “ruido”.

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Algunas personas tienen como hábito hacer “sonar” las articulaciones, otras no pueden, y muchas se irritan por aquellos que lo hacen. Quienes hacen esto con las manos o el cuello aseguran que se sienten mejor, más relajadas o menos tensas después del “ruido”.

El alivio es temporal y normalmente lo repiten en algún momento después de 20 minutos, cuando los efectos desaparecen. Si bien hacer ruido con las articulaciones puede parecer incomprensible para los que no lo hacen, todos tenemos comportamientos similares.

La “pandiculación” es el tipo casi universal de estiramiento que hacemos después de estar inactivos, incluso perros, gatos, elefantes, arañas y ovejas por nacer lo hacen. El impulso a “pandicular” y sus efectos transitorios son similares al “chasquido” de las articulaciones.

Donald Unger, galardonado con el premio Nobel de Medicina, realizó una investigación sobre este tema: si tirarse de los dedos era malo; al estudio lo tituló “¿Tronarse los nudillos lleva a la artritis de los dedos?”, el cual fue publicado por Artritis and Rheumatism. En dicho trabajo se revela si este hábito de la vida diaria tiene consecuencias.

“Durante 50 años, el autor tronó los nudillos de su mano izquierda por lo menos dos veces al día, dejando los de la derecha como control. Así, los nudillos de la izquierda fueron tronados por lo menos 36.500 veces, mientras que los de la derecha fueron tronados rara o espontáneamente”, señala la publicación. No encontró signos de aumento de artritis en comparación con la otra mano, concluyó.

Qué es lo que causa el ruido

“Cuando las personas se hacen crujir los nudillos, separan las superficies articulares y la presión dentro de la articulación disminuye. En un cierto punto las superficies se separan repentinamente y se forma una burbuja por un proceso conocido como cavitación”, explica Alicia Martínez, licenciada en Kinesiología (M.N. 6.134) y especialista en rehabilitación de cadera y rodilla.

Sin embargo, no está del todo claro qué parte del proceso causa el ruido de agrietamiento real en los humanos. Una teoría es que el ruido se produce por la formación de la propia burbuja. Otra teoría sugiere que es la ruptura del fluido “sello adhesivo” entre las superficies de la articulación, como ocurre al arrancar una ventosa de una pared.

Tal vez el hecho de que se requiera una gran fuerza para separar nuestras articulaciones, que también produce un sonido de agrietamiento, puede ser muy útil al ayudar a la estabilidad articular y, por lo tanto, proporcionar protección contra el daño que puedan sufrir.

Sobre el crujir del cuello

“En el caso del cuello, tenemos varios conjuntos de articulaciones llamadas articulaciones facetarias cuyo funcionamiento es muy similar al de los nudillos. Estas articulaciones se encuentran a cada lado de tu cuello. Cuando se hace crujir el cuello, las articulaciones facetarias se estiran, lo que permite que el líquido se extienda en la cápsula articular. Una vez que el líquido se convierte en gas, las articulaciones del cuello se revientan. Esto es lo que hace que el sonido del cuello parezca que está liberando presión del área”, concluye Martínez.

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