Cuando la labor con las manos se hace una devoción, muchas creaciones se vuelven únicas e irrepetibles.
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Cuando la labor con las manos se hace una devoción, muchas creaciones se vuelven únicas e irrepetibles.
El cuidado en el detalle, en la exquisita manera de concebir la estética por lo bello, lo delicado y lo genuino se puede apreciar en las manualidades que se hacen realidad desde Rosario Coca de Herrera, o "Charito" como elige que la reconozcan en cada una de sus obras.
A través del tiempo, la creativa se conectó con la artesanía desde una perspectiva singular y reveladora, pues la ayudó a incentivar su originalidad y a plasmarla en hermosos trabajos.
"Comencé con la pintura en tela, era algo que me llamaba mucho la atención porque pintar es una cosa tan delicada", expresó "Charito" al momento de contar sobre lo que tanto la hace feliz.
Carpetas tejidas a crochet, ollas de barro y decoración de cajitas de madera son algunas de las producciones que logró realizar hace más de diez años gracias a su espíritu buscador de novedades. Hasta que un cuadro del Norte realizado con yeso y una pasta especial ganó su atención, motivándola a crear desde el arte enmarcado.
"Al crear las cosas con mis manos, siento un placer, una alegría enorme, porque estoy entregando parte de mi corazón y de mi mente", dijo contenta la también especialista en trabajo de costura, muñecos soft y decoupage. Y es que todas las piezas que nacieron de su inventiva fueron producto de una imaginación que se recrea en una suerte de exposición, donde colores, encajes y puntillas se colocan en lugares elegidos estratégicamente dentro de elementos de uso cotidiano.
"Yo trabajo con toallas, las pinto, les pongo unos adornitos y trato de que sea bonita mi labor. Me encanta presentar un trabajo pintado en flores y frutos, me fascinan las plantas, entonces las pinto y me sale del alma", expresó Rosario Coca ante su inevitable amor por las flores, especialmente las cautivadoras orquídeas de las que es coleccionista.
Por ello es constante su homenaje a lo genuino con una dedicación digna de destacar, teniendo a la mismísima naturaleza como su musa inigualable de belleza infinita. Y con pinceles de corte fino, redondo o chato, logra recrear en forma y figura preciosas imágenes para decorar después. "Pinto todo tipo de cosas, si hago un delantal de cocina, elijo la tela, trato de que sea buena para que le den utilidad.
Agarro mis pinceles y hago las pinturas a mano alzada porque es lo más fácil y rápido. En cambio tengo algunos trabajos que llevan más tiempo, pero que es algo hermoso", comentó una apasionada del arte manual que da rienda suelta a su fantasía al crear los más lindos diseños sobre tela, madera, vidrio o yeso. Sin dudas, una experiencia que enriquece día a día su vida.
Un espíritu creativo
Toallas, platos de loza y barbijos son decorados con puntillas o con encaje, piedritas y detalles bonitos gracias a la creatividad de Rosario Coca. “Hago molde de yeso para hacer posavasos y una vez que hice la base, ocupo el barniz para poder pintar y decorar, me gusta el decoupage con servilletas que es lo que se hace mucho en este momento”, destacó la especialista que asegura, es toda una satisfacción que toda persona debería hacer.
“Es hermoso realizar una flor y darle agilidad a la mano, es como cuando un niño comienza el jardín de infantes y le enseñan a cortar con la tijera. Con la pintura a mano alzada, una persona mayor puede manejar perfectamente su mano por más de que esté enferma porque puede poner su capacidad de mente en realizar cada movimiento con el pincel, pone algo de sí, pone su mente o corazón y sale una belleza”, reflexionó “Charito”.