Un efectivo policial que era intensamente buscado por la Justicia jujeña, luego de atacar a su expareja en un domicilio de ciudad Perico, fue detenido y se encuentra imputado. El hombre fue imputado por “lesiones leves agravadas por la condición de la víctima y por mediar violencia de género, violación de domicilio y daños en concurso real”.
Las actuaciones por este nuevo episodio de violencia contra una mujer en la provincia, quedaron bajo la fiscalía de violencia de género 3 de Perico, a cargo de la fiscal Mónica Montalvetti.
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Un efectivo policial que era intensamente buscado por la Justicia jujeña, luego de atacar a su expareja en un domicilio de ciudad Perico, fue detenido y se encuentra imputado. El hombre fue imputado por “lesiones leves agravadas por la condición de la víctima y por mediar violencia de género, violación de domicilio y daños en concurso real”.
Las actuaciones por este nuevo episodio de violencia contra una mujer en la provincia, quedaron bajo la fiscalía de violencia de género 3 de Perico, a cargo de la fiscal Mónica Montalvetti.
El hecho
El episodio tuvo lugar durante la jornada del martes, cuando el efectivo policial irrumpió en la vivienda de su expareja en el barrio Belgrano de la ciudad de Perico, destrozando la puerta de ingreso al inmueble a patadas, ingresando al domicilio y atacando a la mujer ferozmente.
La víctima, también miembro de las fuerzas de seguridad y parte de la Unidad Regional Nº 6, escuchó que golpeaban a su domicilio, por lo que acudió al llamado. Grande fue su sorpresa cuando en el umbral vio a su expareja, totalmente fuera de sus cabales, que comenzó a agredirla sin mediar palabras con golpes de puño y patadas.
La mujer, logró ingresar a su domicilio y trabar la puerta por dentro, aunque esto no detuvo a su agresor, que con patadas destruyó el ingresó a la casa para seguir con su agresión. Luego de que su atacante se retiró del lugar, la mujer observó que estaba junto a otras dos personas uniformadas.
La víctima se dirigió posteriormente a la guardia del hospital “Arturo Zabala”, donde fue examinada y curada de las lesiones que sufrió.
En su momento, la mujer se negó a radicar la denuncia, aparentemente por temor a las represalias que pudiera sufrir en su trabajo.
De todas maneras y luego de tomar conocimiento el MPA, comenzó a actuar de oficio, activando el protocolo ante esta situación de violencia en contra de una mujer.