Vestido de verdes y amarillos, el loro de plumaje suave, se muestra dulce, simpático y hablador en la profundidad de la selva, su hábitat natural.
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Vestido de verdes y amarillos, el loro de plumaje suave, se muestra dulce, simpático y hablador en la profundidad de la selva, su hábitat natural.
Este bello ejemplar que vive en las Yungas de nuestra provincia, pertenece a la especie denominada Amazona aestiva xanthopteryx y tiene un encanto singular que lo hace único en medio del bosque húmedo que lo acoge.
Sin embargo, los magníficos ejemplares alados que se alimentan de semillas, frutas y brotes de hojas; se encuentran sufriendo por culpa de seres humanos inescrupulosos que los comercializan debido a su naturaleza de animales nativos.
Y al final, las aves -como muchas otras especies- son víctimas del tráfico y comercio ilegal, un problema que ha cobrado relevancia en las últimas décadas.
En nuestra provincia, recientemente el personal técnico del Centro de Atención de la Fauna Autóctona de Jujuy -Cafaju- dependiente de la Secretaría de Biodiversidad y Desarrollo Sustentable del Ministerio de Ambiente de Jujuy en conjunto con las fuerzas de seguridad pública, realizó numerosos procedimientos de decomisos de animales pertenecientes a la fauna silvestre en distintos puntos de control de rutas de la provincia y allanamiento en domicilios particulares por la tenencia ilegal de fauna nativa.
Gracias a los operativos, se decomisaron 28 ejemplares de loros habladores y 22 especies de aves que encontraban en cautiverio.
Con tristeza se debe decir que muchos de los mismos no sobreviven debido a las malas condiciones en las que son transportados.
"Hay casos en que las aves son llevadas en cajas, bolsas, arpilleras, en el baúl de vehículos o bodegas de colectivos; la mayor parte mueren en el traslado", comentó Roque Yapura, integrante de Cafaju.
Es lamentable que los animales terminen su vida de esta manera y los que logran vivir, tengan por destino principal venderse como "aves de jaula" o ser parte de una colección privada, ya sea por sus colores, cantos o simplemente por su escasez en la naturaleza y así ser considerada un objeto de valor. Aunque también son buscadas para consumo o por los productos, como las plumas por ejemplo, para distintas manufacturas o artesanías y los compradores son, principalmente, coleccionistas -empresarios, personas comunes y traficantes- con el sólo fin de tener los ejemplares para sí; o bien para criarlos y poder venderlos, dada la alta demanda de algunas especies.
La cifra es escalofriante, ya que nueve de cada diez ejemplares capturados mueren en el camino, antes de llegar a ser vendidos; sea por hacinamiento o falta de alimentación, por lo que el tráfico de fauna es la muerte segura para ellos.
Ante esta situación, es de vital importancia la concientización ya que es, sin dudas, la única manera de desestimar el tráfico ilegal, es llegar a la sensibilización de la comunidad sobre la preservación de los ejemplares. "Se debe cuidar toda especie y hablar sobre el porqué no se debe tener como mascota a un ejemplar de la fauna silvestre. Muchos de estos ejemplares, los que sobreviven, terminan en el Cafaju y después de la etapa de rehabilitación, se le da el alta sanitaria y biológica para luego liberarse en su hábitat natural", aseguró Yapura quien trabaja con la fauna silvestre desde hace más de veinte años e intenta trasmitir a los más jóvenes y a toda la comunidad que los animales que integran la fauna silvestre se deben respetar.
"Pretendo que los que respetan a los animales sean un efecto multiplicador tanto en sus hogares como en su entorno", reflexionó el coordinador e integrante del Centro de Atención de la Fauna Autóctona de Jujuy.
El país prohíbe la venta
La captura y comercio de la fauna silvestre están prohibidos en todo el territorio argentino, ya que rigen leyes nacionales, provinciales y convenios nacionales e internacionales que protegen a la fauna silvestre. Además de la ley nacional de Conservación de la Fauna -ley 22.421- que prohíbe la captura, traslado, comercio y tenencia de animales silvestres, sus productos y subproductos; en el artículo 41 de la Constitución Nacional figuran las leyes nacionales sobre Maltrato Animal -ley 14.346/54- y sobre la Conservación de la Fauna Silvestre -ley 22.421/81-, hasta la adhesión al Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica -ley nacional 24.375/94- y la Convención de Naciones Unidas sobre el Comercio Internacional de especies amenazadas de Fauna y Flora silvestres -ley nacional 22.344/80-. Y cada provincia, a su vez, tiene sus propias leyes sobre esta temática.
Es decir, existe un gran número de normas de distinta jerarquía que velan por la protección de las especies. Sin embargo, este flagelo sigue afectando la biodiversidad debido a la falta de conocimiento y a que dicha problemática no es tomada como política de estado. Asimismo, ante casos de tenencia ilegal, tráfico, comercialización, caza furtiva o maltrato de fauna silvestre se deben realizar denuncias a través de [email protected]