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Rol clave de educadores para la salud en pandemia

Ayer recordaron su día y reflexionaron sobre la labor cumplida, avances en ámbitos de educación, privado y especialización.
Sabado, 28 de agosto de 2021 01:01

Ayer fue el Día del Educador para la Salud, quienes tuvieron un rol clave en la pandemia y fueron adaptándose a las necesidades y planificaciones según la etapa. La carrera en Jujuy abrió en 1992 y en el país solo se la dicta en la Universidad Nacional de Jujuy y en la de Santiago del Estero. Hay cerca de 600 egresados, 170 trabajan en el Ministerio de Salud, 100 de los cuales se sumaron en pandemia, y el resto lo hace en comunas, educación, sector privado y otras provincias.

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Ayer fue el Día del Educador para la Salud, quienes tuvieron un rol clave en la pandemia y fueron adaptándose a las necesidades y planificaciones según la etapa. La carrera en Jujuy abrió en 1992 y en el país solo se la dicta en la Universidad Nacional de Jujuy y en la de Santiago del Estero. Hay cerca de 600 egresados, 170 trabajan en el Ministerio de Salud, 100 de los cuales se sumaron en pandemia, y el resto lo hace en comunas, educación, sector privado y otras provincias.

 

La Educación para la Salud es una herramienta para la promoción de cuidados, antes que se produzca la enfermedad, para calidad de vida

 

"Cuando comenzó la pandemia, se afectó a todos los educadores. Estábamos trabajando en dengue y nos afectaron al call center de la exterminal, y teníamos que buscar estrategias", explicó Sara Garzón, una de las 17 distinguidas por cumplir las Bodas de Plata en la profesión.

Era el call center en el Same y hacían acompañamiento telefónico a quienes llegaban de viaje y debían hacer la cuarentena. "Nos adecuamos, buscamos estrategias para hacer la contención de las personas, a veces nos quedábamos fuera de hora y teníamos que dar una solución", explicó Nilda Bustillo, otra de las primeras egresadas en función.

Otra labor clave fue trabajar en el "triage", protocolo de intervención y clasificación de pacientes en emergencias; y asesoraban al personal sanitario cómo protegerse para no contagiarse y en cómo debían contener a quienes llegaban a consulta.

Luego hicieron su labor en vacunatorios, explicando qué es la vacuna, y una vez inoculados preguntando si se sentían bien y guiándolos a dónde acudir o llamar, conteniendo

Posteriormente volvieron a centros de salud y a buscar estrategias, orientando a quienes buscaban testearse y organizando al equipo de enfermería. "Otras es trabajar en ellos el miedo. Si somos personal de salud, tenemos que saber cómo manejarlo y salir. Para mí fue duro", afirmó Garzón.

Actualmente los educadoras fueron afectados para coordinar el Programa de Salud Escolar (Prosane), que controla la salud de niños de 6 y 11 años y debido a la pandemia ahora lleva el servicio a las escuelas con médicos, sólo para sexto y séptimo.

"La educación para la salud fue base para la pandemia", afirmaron y coincidieron en que se sienten poco reconocidos porque no se los nombra junto al equipo de salud. Destacaron que el 80% de las personas que están a cargo del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (Enia) en la provincia son educadoras para la salud, y de los 36 Centros de Atención Prevención Asesoramiento y Testeo de VIH, Sífilis y Hepatitis (Cepat), además de estar insertas en Atención Primaria de la Salud.

Según los registros de la Facultad de Humanidades de la Unju, en Jujuy hay casi 600 egresados, de estos son 150 licenciados, y el resto, educadores sanitarios insertos en el sector de la salud pública 70 y en pandemia sumaron 100 contratados.

Los educadores con el tiempo ampliaron las áreas de inserción laboral al ámbito educativo, municipios, programas y proyectos nacionales e internacionales, en minería y en otras provincias ejerciendo cargos en Prosane u otros. En Argentina sólo dictan la carrera en la Unju y en la Universidad Nacional de Santiago del Estero, y se cerró en la de Salta.

"La Educación para la Salud proviene de un campo intercientífico, tomamos herramientas teóricas de la Ciencias de la Salud pero también de las de Educación, Ciencias Sociales y de la Comunicación. Significa enseñar sobre salud y necesitamos saber herramientas didácticas como pedagógicas para trabajar con poblaciones heterogéneas", dijo Carlos Márquez, referente de la Asociación Civil de Educadores para la Salud, afirmando que es clave actualizarse.

La inserción laboral se fue ampliando y especializando

Las primeras egresadas de 1996 tuvieron que dar a conocer de qué se trataba la Educación para la Salud, abrir espacios incluso en el ámbito educativo, social, comunitario y empresas privadas.

Silvia Noemí Casas, Nilda Bustillo y Sara Garzón, tres de los 17 primeros egresados, quienes cumplieron sus Bodas de Plata en su día. Garzón y Bustillo trabajaron en el hospital “San Roque”, abriendo el Departamento de Educación para la Salud y su labor fue de promotoras de la salud, que les permitió trabajar en Centros de Atención Primaria de la Salud. Llegaban a escuelas, instituciones vecinales y otras de los barrios en equipo interdisciplinario junto a médicos, agentes sanitarios y enfermeros, a quienes capacitaban previamente en la dinámica preventiva y la difusión en medios.

En principio se trabajó en coordinación con asistentes sociales, que gestionaban carteles para colaborar en campañas básicas en torno al manejo de la basura, sociales, comunitarias, de salud como abordaje de prevención de diarrea, higiene, entre otras. Una especialización surgió en el Centro de Rehabilitación “Vicente Arroyabe”, de acompañamiento, atención y seguimiento en personas con problemáticas de adicciones. Fue el caso de Noemí Casas, quien recordó que entonces tuvieron que hacer una revisión del enfoque, ya que estaban formadas en APS, y se fueron desestructurando y reestructurando para ejercer y trabajar la problemática de la drogadependencia.

Lograron adecuarse y dejaron de hacer trabajos comunitarios en instituciones educativas y municipales, haciendo prevención, y luego una tarea específica en el área de rehabilitación con jóvenes con problemáticas de drogadependencia, consumo de sustancia y alcoholismo. “Es una población, algunos en riesgo de perder sus vidas, trabajamos con los valores, proyectos de vida, para que tengan una oportunidad de rehacer su vida a través de decisiones saludables.

Formamos parte de un equipo interdisciplinario”, dijo Casas. La carrera de Licenciatura en Educación para la Salud se abrió en 1992, pero el proyecto lo habían presentado en 1987 Daniel Gaggero, Aurora Brajcich, Gloria Quiroga de Macías, Beatriz Cerrizuela y María Echenique, y se hizo un convenio con el entonces Ministerio de Bienestar Social para la inserción laboral, pensada para la primera cohorte. Con el tiempo se entendió la importancia de “educar en salud” y se incorporó en el primer nivel de atención.