En el mes de la Pachamama, el aroma a sahumerios es algo cotidiano, es un insumo que no puede faltar en las reuniones familiares en donde los jujeños agradecen los frutos de la Madre Tierra y hacen sus pedidos para el año agrícola que comienza. Sobre este producto tan particular, dialogamos con dos artesanos que eligieron nuestra provincia para trabajar comercializando sahumerios de varilla y bandejas, así también figuras mágicas como duendes, hadas y objetos decorativos como mándalas y atrapasueños.
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En el mes de la Pachamama, el aroma a sahumerios es algo cotidiano, es un insumo que no puede faltar en las reuniones familiares en donde los jujeños agradecen los frutos de la Madre Tierra y hacen sus pedidos para el año agrícola que comienza. Sobre este producto tan particular, dialogamos con dos artesanos que eligieron nuestra provincia para trabajar comercializando sahumerios de varilla y bandejas, así también figuras mágicas como duendes, hadas y objetos decorativos como mándalas y atrapasueños.
Giselle Blinkhorn, oriunda de la provincia de Córdoba, y Fernando Ramos, de Bahía Blanca de la provincia de Buenos Aires, llegaron en el 2015 a Jujuy y desde entonces se dedican a crear objetos y productos que reflejan los "Colores del Norte", nombre con el que denominaron a su emprendimiento.
En diálogo con El Tribuno de Jujuy los artesanos compartieron la historia que los trajo a Jujuy, el lugar que eligieron para vivir.
La artesana comentó que junto a Fernando Ramos, su pareja, comenzó a fabricar artesanías en el 2013 al mismo tiempo que viajaban por todo el país. Vendiendo artesanías llegaron hasta nuestra provincia y vivieron por un tiempo en un hotel, luego maravillados por el paisaje jujeño y amabilidad de nuestra gente decidieron establecerse en la ciudad. En el 2016 decidieron viajar por los países limítrofes, recorrieron Bolivia, Perú y Ecuador pero en su retorno al país eligieron Jujuy para vivir y desde ese momento se dedicaron a innovar en sus productos y ampliar el emprendimiento.
Sobre los productos, Giselle Blinkhorn detalló: "Vendemos sahumerios en varillas, sahumerios en bandeja para la pacha, para chayar, duendes de diferentes diseños, hadas, atrapasueños, mándalas de diferentes tipos". Y en cuanto a las ventas, señaló que todo depende de las épocas, que hay fechas en las que los duendes y las hadas son el producto más pedido, luego los sahumerios en bandeja como por ejemplo en el mes de agosto, pero durante todo el año los sahumerios en varilla son los preferidos de los clientes debido a la persistencia y la buena calidad de los aromas.
Sobre el proceso de elaboración, de los sahumerios en particular, la emprendedora indicó que es un proceso que dura aproximadamente 10 días ya que comienza con la elaboración del empaste para colocar en la varillas, luego lleva un proceso de secado que dura varios días. Una vez seco se tiñe y aromatiza con esencias para volver al secado. Finalmente, se empaqueta para la venta. En cuanto a los demás productos tiene procesos 100% artesanales, de moldeado o tejido de cada pieza.
Respecto a las dificultades que encontraron en pandemia, indicó que al tener proveedores de otras provincias durante la etapa de aislamiento más dura los envíos demoraban mucho tiempo y eso producía impacto negativo en el proceso de producción. Por esta razón buscaron otros proveedores de Salta y Jujuy que hacía más fácil el traslado de la materia prima. "Hoy por hoy se consigue en Jujuy materia prima de muy buena calidad, eso es muy positivo", agregó.
Pensando en el futuro y los desafíos que aún les queda por enfrentar, Giselle Blinkhorn indicó que son muchas las metas por cumplir, una de ellas es seguir viajando por el mundo aprendiendo sobre artesanías de los lugares donde visitan para luego traer técnicas y diseños nuevos para ofrecer a sus clientes que siempre los acompañan.