Pascal Soriot, CEO de la multinacional farmacéutica AstraZeneca, acaba de adquirir una soberbia mansión de diseño en Mosman, a las afueras de Sídney, capital de Australia.
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Pascal Soriot, CEO de la multinacional farmacéutica AstraZeneca, acaba de adquirir una soberbia mansión de diseño en Mosman, a las afueras de Sídney, capital de Australia.
La razón que explica lo lejano de la ubicación para un ejecutivo nacido en Francia es que dispone de doble nacionalidad, y que desde 1990 su domicilio familiar radica, de hecho, en Australia.
Argentina superará hoy las 30 millones de dosis recibidas: Arribó un vuelo con 733.000 vacunas de Astrazeneca y esta tarde llegarán dos más con 550 mil Sputnik V componente 2 y 768 mil Sinopharm.
La explicación a tamaño gasto es que su gestión al frente de la farmacéutica le ha hecho ganar mucho, mucho dinero. Ha pagado por su nueva mansión 6,7 millones de euros. Su esposa se ha instalado ya en la nueva casa, que dispone de cuatro dormitorios y tres baños.
La venta de su vacuna contra el Covid-19 ha dado a AstraZeneca un beneficio neto de 1.288 millones de euros en el primer trimestre de 2021, lo que supone un 72 % más sobre la cifra obtenida en el mismo período un año antes.
La firma, con sede en Cambridge (Reino Unido) y que cotiza en la bolsa de Londres, nació de la fusión de las empresas sueca Astra y la británica Zeneca, y sus principales accionistas son norteamericanos: BlackRock, Goldman Sachs y Bank of America, entre otros. Consejero delegado de la firma desde 2012, Soriot puede presumir, además, de haber evitado en 2014 una OPA hostil de su máximo rival, Pfizer.
La mansión, que no escatima en comodidades, cuanta con una bodega, un cine en casa, un gimnasio y un garage para cuatro autos