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Juntos por el Cambio, concentrado en 2023

Domingo, 27 de junio de 2021 01:01

Juntos por el Cambio se vanaglorió durante todo lo que va del tercer kirchnerismo de que la unidad del espacio era innegociable para ejercer una oposición efectiva y mantener la competitividad electoral. Con matices, eso se mantuvo hasta hace pocos días, cuando todos los sectores involucrados en el frente decidieron mostrar sus cartas y hacer públicas sus propias diferencias. El problema no son las candidaturas para la elección de medio término, sino los posicionamientos definitivos de cara a las presidenciales de 2023. Un triunfo de Horacio Rodríguez Larreta en la interna del espacio lo dejaría automáticamente catapultado a la disputa por el sillón de Rivadavia, y por eso es que el jefe de Gobierno porteño aspira a poner a la primera candidata en la Ciudad, María Eugenia Vidal, y al primero en la provincia de Buenos Aires, Diego Santilli. El mensaje del larretismo es claro: el liderazgo del PRO ya no le pertenece a Mauricio Macri, aunque el expresidente aún cuente con aceptables índices de popularidad en la opinión pública.

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Juntos por el Cambio se vanaglorió durante todo lo que va del tercer kirchnerismo de que la unidad del espacio era innegociable para ejercer una oposición efectiva y mantener la competitividad electoral. Con matices, eso se mantuvo hasta hace pocos días, cuando todos los sectores involucrados en el frente decidieron mostrar sus cartas y hacer públicas sus propias diferencias. El problema no son las candidaturas para la elección de medio término, sino los posicionamientos definitivos de cara a las presidenciales de 2023. Un triunfo de Horacio Rodríguez Larreta en la interna del espacio lo dejaría automáticamente catapultado a la disputa por el sillón de Rivadavia, y por eso es que el jefe de Gobierno porteño aspira a poner a la primera candidata en la Ciudad, María Eugenia Vidal, y al primero en la provincia de Buenos Aires, Diego Santilli. El mensaje del larretismo es claro: el liderazgo del PRO ya no le pertenece a Mauricio Macri, aunque el expresidente aún cuente con aceptables índices de popularidad en la opinión pública.

Desde el entorno de Macri consideran que el alcalde porteño está adelantando la elección de 2023 y que esa situación podría quitarle chances a Juntos por el Cambio en la populosa provincia de Buenos Aires. "Si Cristina gana en la provincia de Buenos Aires, en buena parte del Norte y casi todo el Sur (cosa que no sería extraño) van a sumar más legisladores y se acercarán a la mayoría propia en Diputados. Con eso van a avanzar en la reforma de la Justicia, en la imposición de nuevos impuestos y en la elección de un procurador afín a la expresidenta. Esto hay que pararlo ahora, no en 2023", afirmó un exministro de Macri que pidió reserva de su identidad. El expresidente de Boca piensa que Vidal es la mejor candidata en provincia de Buenos Aires y que es la única que podría ganarle la elección al postulante oficialista, que estaría entre Victoria Tolosa Paz, Sergio Berni, Malena Galmarini y hasta Santiago Cafiero. Más allá de la opinión numérica, el expresidente quiere que la exgobernadora bonaerense no salte el charco a la Capital porque derrumbaría las aspiraciones de Patricia Bullrich, quien podría ser la elegida por Macri para pelearle la presidencia a Larreta en dos años, en caso de no ser él mismo. Esta semana hubo señales de distensión en esa interna con una foto donde estuvieron dirigentes de todos los espacios, pero la imagen no fue suficiente. Mauricio Macri salió a criticar a Larreta y Vidal, Jorge Macri cuestionó a Diego Santilli y los asesores del jefe de Gobierno porteño cargaron contra la pesada herencia del expresidente a la hora de hacer campaña económica. ¿Habrá una Paso o una lista de unidad? Hoy por hoy, desde todos los sectores del PRO ven inconducente la posibilidad de enfrentarse en una interna y arriesgarse a un desgaste innecesario que podría perjudicarlos. "La sangre no va a llegar al río, aunque ya esté en las orillas", dicen cerca de Vidal, quien ya avisó a propios y ajenos que a la provincia de Buenos Aires no volverá más tras su apabullante derrota ante Axel Kicillof. Quienes conocen bien a la exgobernadora afirman que su objetivo para el mediano plazo es la jefatura de Gobierno porteño, pero que no descarta una candidatura presidencial si la imagen positiva de Rodríguez Larreta comienza a disminuir en los próximos dos años. Un triunfo amplio en la ciudad de Buenos Aires, tal como descuentan todos los encuestadores, volvería a poner a Vidal en el primer plano de la política argentina. Atentos a esta situación, los principales líderes del radicalismo vieron una oportunidad inmejorable para aumentar el peso de su fuerza en Juntos por el Cambio. Una eventual postulación de Facundo Manes en la provincia de Buenos Aires podría descajetar buena parte de los planes de Macri y Larreta, ya que según todas las encuestas el neurólogo tiene altos índices de conocimiento y casi no tiene imagen negativa. ¿Cuál es la apuesta de la UCR? Que Manes encabece una lista de unidad en Juntos por el Cambio apelando a su alto potencial electoral, impulsando así su figura para dos cargos centrales en 2023: la presidencia o la gobernación bonaerense. "La interna de ellos, que cada vez es más cruda, nos abre la oportunidad a nosotros para presentarnos como los terceros en discordia que podrían dar una solución intermedia a las diferencias entre Macri y Larreta", confió a El Tribuno uno de los principales armadores políticos del radicalismo, que pidió reserva de su identidad. Los radicales están convencidos de que Manes es una figura que puede oxigenar las viejas caras del partido y que podría atraer a una gran cantidad de electores independientes. En el fondo, los popes del partido centenario se ilusionan con una eventual Paso en 2023 al encontrar un candidato que hoy no tiene techo electoral.

El contexto

Argentina llegará a las elecciones sin default pero también sin acuerdo con los acreedores privados. Es obvio que postergar la mayoría de los pagos con el Club de París le dará al Gobierno más tiempo para ordenar la economía. Sin embargo, muchos especialistas del mercado financiero creen que seguir pateando los acuerdos no hace más que debilitar la imagen del país ante posibles inversores. Esto ocurre justo en momentos en los que el país descendió de categoría en el índice Morgan aún por debajo de los mercados emergentes. Los países que están en la categoría Standalone son Jamaica, Panamá, Trinidad y Tobago, Bosnia, Malta, Zimbabue, Líbano y Palestina.

 

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