Dada la dificultad que están teniendo los integrantes de la Asociación de Salones de Eventos Sociales e Infantiles de Jujuy (Asesij) para reactivar económicamente el sector después de casi nueve meses de inactividad por de la pandemia por coronavirus, solicitan aumentar la capacidad permitida en los salones que por medidas de prevención sanitaria permanece reducida al 50%.
inicia sesión o regístrate.
Dada la dificultad que están teniendo los integrantes de la Asociación de Salones de Eventos Sociales e Infantiles de Jujuy (Asesij) para reactivar económicamente el sector después de casi nueve meses de inactividad por de la pandemia por coronavirus, solicitan aumentar la capacidad permitida en los salones que por medidas de prevención sanitaria permanece reducida al 50%.
La mayoría tiene salones con capacidad para 150 y 200 personas que quedan reducidos ahora a 75 y 100, respectivamente.
"Estamos contentos porque volvimos a trabajar pero no ha sido como esperábamos por eso pedimos que nos aumenten el porcentaje de capacidad permitido en los salones y que sean más flexibles sobre todo con los impuestos", indicó Marcos Galván vicepresidente de Asesij en diálogo con El Tribuno.
Los salones de eventos reanudaron su actividad en noviembre de 2020 bajo el cumplimiento de los protocolos vigentes para restaurantes y bares con el 50% de capacidad, siendo esta última condición la que no les permite generar los ingresos necesarios para cubrir los gastos fijes que el rubro les genera.
Indicó que pese a que noviembre, diciembre y enero son los meses más fuertes por las cenas de fin de año, casamientos y cumpleaños en esta ocasión fue la excepción "por la baja cantidad de personas que pueden asistir al evento las personas ya no nos eligen.
La mayoría tenemos salones con capacidad para 150 y 200 personas que quedan reducidos ahora a 75 y 100, respectivamente.
Y como la gente no se acostumbra a este nuevo sistema de no poder bailar ahora tenemos una gran competencia que son las casas de campo con pileta alejadas de la capital", un inconveniente que se suma en la lucha por la recuperación.
Sobre este punto explicó que cuando se le da el precio, los requisitos y las condiciones a una familia que quiere hacer su fiesta en un salón de eventos reciben como respuesta que les conviene alquilar una casa de campo debido a que les sale más barato, pueden bailar, quedarse por muchas más tiempo y sin restricciones.
"Nosotros ya se lo planteamos a los municipios correspondientes y a la intendencia de los diques para que hagan un control de ello", dijo tras aclarar que eso no significa que están en desacuerdo de que trabajen pero que piden que lo hagan "bajo las mismas condiciones y requisitos" como contar con matafuegos, seguro contra terceros, coberturas de asistencia médica privada, que estén inscriptos en el Registro de Expendedores de Bebidas Alcohólicas (Reba), que paguen impuesto municipal, etc "exigencias que tenemos que cumplir nosotros y las casas de campo, no", explicó.
Este factor sumado al miedo que algunas personas todavía le tienen el nuevo coronavirus tuvo como consecuencia que la recuperación de la actividad no llegue al 50% siquiera.
"No estamos trabajando ni al 50% de lo que lo hacíamos antes. Hay mucha diferencia desde el 2019 a enero de 2020 y a lo que es ahora que está muy limitado por que la gente elige hacer las fiestas en sus casas por las restricciones que se imponen", advirtió Marcos Galván.
De mantenerse esta situación serán muchos los integrantes de la Asesij que, ya sin fuerzas por la férrea lucha que llevan adelante por mantenerse en pie, deberán cerrar sus puertas definitivamente.
Entre el 30 y el 35% cerraron
La inactividad por casi 9 meses, el regreso con una larga lista de restricciones, las deudas acumuladas y una reactivación económica que no llega ni al 50% hizo que desde el inicio de la pandemia a la fecha, en toda la provincia cierre entre el 30 y el 35% de los salones eventos.
"Lamentablemente más o menos entre un 30 y 35% de los salones cerraron. Son muchos los que trataron volver a la actividad y no pudieron y muy pocos lograron reinventarse. En la capital cerraron en mayor cantidad los salones infantiles", indicó Marcos Galván, presidente de la Asesij.
Es que al pago de los alquileres para el caso de los que no son propietarios hay que sumarle el pago de impuestos y la devolución de los anticipos por reservas.
"Es mucha la gente que había reservado con una seña el año pasado para una fiesta en mayo o junio de este año y con esa plata muchos colegas subsistieron y la usaron para mantener a sus familias y pagar impuestos pero ahora la tienen que devolver. Así que ahora están lidiando con eso y tratando de devolverle a todos los clientes", comentó.
Para paliar esta difícil situación algunos de los propietarios tuvieron que vender mobiliario de sus salones como peloteros, hornos, heladera, mesas y sillas, entre otros elementos.