¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

21°
20 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Definiciones de enorme envergadura

Domingo, 14 de noviembre de 2021 01:03

Los argentinos asistirán hoy a las urnas con el pesimismo que conllevan los problemas económicos que padece el país, pero también con la esperanza de que la dirigencia encuentre de una vez por todas un rumbo claro, comenzar un sendero de crecimiento.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

Los argentinos asistirán hoy a las urnas con el pesimismo que conllevan los problemas económicos que padece el país, pero también con la esperanza de que la dirigencia encuentre de una vez por todas un rumbo claro, comenzar un sendero de crecimiento.

Las elecciones definirán muchas cosas trascendentes para el futuro: quién controlara el Congreso, Cuáles serán los liderazgos más potentes para disputar la presidencia en 2023 y cómo para la relación de fuerzas dentro del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio. Un elemento central qué se jugará también será, sin lugar a dudas, de qué forma quedará la gobernabilidad de cara a los enormes desafíos deberá afrontar el Gobierno a partir de mañana. En el oficialismo son muy conscientes de que necesitarán respaldo político y social para empezar a resolver los problemas de fondo que atraviesa la Argentina hace muchos años, incluyendo el tema de la deuda externa.

Es evidente que las urnas ordenarán varias de las cosas que la política no supo hasta ahora encaminar por la vía del diálogo y la previsibilidad. Pese a eso, el hecho más importante qué dejaran los comicios será la certeza de qué - independientemente del resultado- se viene una nueva etapa para la economía argentina, fuertemente vapuleada durante la última década y con graves desequilibrios en la actualidad.

Muchos creen qué se aproximan tiempos de mayor diálogo entre oficialismo y oposición pero nadie se anima a garantizar que esa situación derive en grandes acuerdos programáticos para la Argentina. La cercanía de los comicios presidenciales, en los que todos los referentes están pensando hace rato, condicionará los posicionamientos de todas las fuerzas políticas en la nueva etapa. De hecho, los líderes de Juntos por el Cambio se niegan a compartir el eventual costo político que traería un ajuste en las cuentas públicas y repiten hasta el cansancio que el que gobierna es el Frente de Todos. Esa postura que tiene mucha lógica desde lo conceptual, ser interpretada en momentos de crisis por una parte de la sociedad como una búsqueda de rédito político, lo que podría derivar en un efecto contrario.

La dirigencia deberá tener mucho cuidado con no priorizar intereses partidarios por sobre los generales, ya que la población sensibilizada y podría terminar condenándolos en las urnas dos años después. En el oficialismo aseguran vienen tiempos de recuperación en donde el consumo y la industria ocuparán un lugar de privilegio. El discurso, que fue enunciado por todos los dirigentes del oficialismo, busca dejar atrás los malos producidos por la pandemia y generar un clima de ilusión entorno al corto y mediano plazo.

Ese mensaje tiene una buena parte de realidad, ya que la actividad económica comenzó a despertarse, las ventas a recuperarse, el campo está exportando en cantidades récord y dejó de subir el desempleo en el país. Sin embargo, el descontrolado avancen el precio del dólar, la inflación superando el cincuenta por ciento, el Banco Central con escasísimo nivel de reservas y la incertidumbre sobre el acuerdo con el FMI cubren esos datos positivos con una nube de Gran incertidumbre.

¿Habrá una recuperación Real del salario y de las jubilaciones a partir del 2022? ¿Cuánto el de las tarifas y del combustible en la inflación proyectada? ¿Se reducirá la emisión monetaria para gastos corrientes? ¿Hasta dónde puede seguir subiendo el dólar? ¿La economía irá hacia mayor apertura o hacia mayores controles? Esas preguntas qué se hace todo el empresariado argentino y los organismos multilaterales también se la hacen los comerciantes, trabajadores y pequeños emprendedores del país.

La elección de hoy puede contribuir a aportar certidumbre al escenario, aunque todos coinciden en que lo que viene va a ser tan duro o más que lo vivido hasta ahora. Altas Fuentes del Tribunal Electoral nacional aseguraron ayer a El Tribuno que se espera un número “bastante mayor” de votantes que en las Paso, lo que podría favorecer parcialmente al Gobierno nacional, que es quien tiene que salir a recuperar los millones de votos se perdió desde 2019.

El aumento la cantidad de electores tendría que ver con varios factores pero sobre todo con la fuerte baja en la cantidad de contagios de coronavirus y también con un mayor apoyo de la sociedad civil en las cuestiones de orden público. Otra de las cuestiones que pueden clarificarse esta noche es hasta qué punto continuarán la polarización a la qué viene sometiéndose la política argentina en torno a las dos principales coaliciones.

El crecimiento de las fuerzas más ligadas a la derecha y a la izquierda podría agregar nuevos actores de peso de cara a 2023, en dónde se jugará la contienda que desvela realmente a toda la dirigencia del país. En la Casa Rosada de debate, temas de gran envergadura como la conformación del Gabinete, el peso que tendrán los gobernadores e intendentes para la segunda parte del mandato y también cuál será el nivel de acompañamiento que aportará el kirchnerismo más duro al Presidente. De esas discusiones derivará el perfil definitivo del Gobierno hasta el final de su mandato.