Aún en estos días sorprenden las ocurrencias de las personas y el camino que encuentran para transgredir las leyes y así, dentro del marco de la ilegalidad, construir una operación sólida para generar ingresos, ya que de esta forma fue que “Breaking Milas” -como eran conocidos en el barrio- reservaba baldes de pintura para almacenar milanesas y otros productos para la venta al público. Pero el proyecto se derrumbó cuando Personal del Departamento de Bromatología Municipal de Mar del Plata allanó la fábrica clandestina ubicada en el barrio Coronel Dorrego y clausuró el garaje donde se preparaban estos productos sin habilitación alguna.
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Aún en estos días sorprenden las ocurrencias de las personas y el camino que encuentran para transgredir las leyes y así, dentro del marco de la ilegalidad, construir una operación sólida para generar ingresos, ya que de esta forma fue que “Breaking Milas” -como eran conocidos en el barrio- reservaba baldes de pintura para almacenar milanesas y otros productos para la venta al público. Pero el proyecto se derrumbó cuando Personal del Departamento de Bromatología Municipal de Mar del Plata allanó la fábrica clandestina ubicada en el barrio Coronel Dorrego y clausuró el garaje donde se preparaban estos productos sin habilitación alguna.
El inmueble ubicado en Chilavert al 1800 fue el escenario al que llegó el Departamento de Bromatología junto con el personal del Comando de Patrulla Rural, en el que funcionaba “Breaking Milas” -con una clara referencia a la famosa serie “Breaking Bad”, en la que un profesor de química al que diagnostican cáncer se convierte en un dealer de la metanfetamina-.
Ahora la Justicia de Faltas aguarda por la presentación del responsable del lugar, un hombre de 62 años que ya fue notificado de la infracción que se cometió durante un tiempo extendido en su propiedad.
En el operativo, el personal pudo constatar la falta de habilitación y secuestró 150 kilos de pechugas de pollo con un preparado de huevo y condimento para milanesas distribuidos en baldes de pintura de 20 litros y además, otros 83 kilos de milanesas ya preparadas y listas para la venta. Esta comida en mal estado fue finalmente desechada en un camión de recolección de residuos y la Justicia espera la explicación de los acusados para poder cerrar la causa.