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Con un cincuenta por ciento de su capacidad, a partir del sábado los restaurantes y confiterías comenzarán a trabajar. Esta flexibilización es resultado de las rondas de conversaciones que mantuvieron representantes del empresariado, el gremio y el Gobierno de la Provincia. Para la apertura de los locales se estableció un estricto protocolo que implica que sólo podrán ingresar aquellas personas que cuenten con barbijo social y que cumplan con las excepciones establecidas.
Además, disponer las mesas, de tal manera que queden separadas por una distancia de dos metros o colocar entre ellas barreras físicas de plástico, vidrio o acrílico. También se deberá fomentar el pago electrónico a fin de reducir al máximo el intercambio de billetes. En caso de que el pago se realice a través de tarjetas de crédito o débito, se deberán desinfectar tanto el plástico como el posnet utilizando una solución de agua y alcohol, entre otras medidas.
Paralelamente, empresarios y gremios discuten o avanzan en cómo va a ser el pago correspondiente al mes de marzo, en el que se trabajaron sólo doce días. Los propietarios de restaurantes y confiterías señalaron que sí se van a abonar los salarios y que para ello tienen que ver de dónde consiguen los recursos y que seguirán conversando con los sectores sindicales para llegar a un acuerdo que satisfaga a ambas partes. Además, apuntaron que aún restan pulir algunos puntos del protocolo de estos establecimientos.
De esta manera, algunos restaurantes y locales del rubro eligieron -desde que se inició el aislamiento- seguir en la actividad a través de la modalidad delivery. Si bien para los que ya venían trabajando puerta a puerta fue menos "traumático", para otros significó la caída de hasta un 95% de las ventas. A modo de estrategia, algunos optaron por ofrecer sus productos a través de las redes sociales, WhatsApp y publicidades. En ese sentido, uno de los factores que influye negativamente en el sector -señalaron empresarios- es la presencia de locales ilegales que aprovecharon la situación para ofrecer productos, siendo competencia para quienes llevan años en el rubro.
Piden Ley de Emergencia
Desde la Federación Empresarial Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), con sede en Jujuy, apuntaron que el sector lleva casi dos meses de inactividad laboral y algunos trabajan a modo delivery con el 5% y 15% de su capacidad. Presentando a su vez la imposibilidad de poder mantener las fuentes laborales. El referentes Cristian Boglione añadió que junto al Ministerio del área abordan un proyecto de turismo interno para la provincia, en tanto se vayan habilitando convenios regionales y se puedan sumar algunas provincias que no presenten nuevos casos de coronavirus. "Será con ciertos protocolos estrictos para poder ir activando de a poco también al sector hotelero", sostuvo.
A su vez, mencionó que piden que se sancione la Ley de Emergencia Turística Provincial, a fin de asistir al sector mientras dure la pandemia.
En cuanto al pago de haberes del mes de marzo de algunos empleados, explicó que "hubo establecimientos que pagaron el total del sueldo a los empleados y otros no lo pudieron hacer. Por ello se buscó convenir abonar la deuda una vez que vuelva la actividad. Los sueldos del mes anterior se estuvieron abonando con lo que se recaudó en febrero". Indicó que el sector está trabajando al límite y les afecta fuertemente la presión tributaria, "venimos teniendo un arrastre con deudas e impuestos", resaltó.
El modo delivery no alcanza
Mientras tanto, desde la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (Uthgra) Jujuy, señalaron que la apertura del sector -con excepciones- trae un alivio tanto al trabajador como al público en general. El secretario Carlos Martínez advirtió que la emergencia sanitaria dejó como consecuencia un 80% de la actividad paralizada. "Algunos restaurantes y confiterías trabajan con delivery pero eso no alcanza, algunos no llegan a facturar más del 20%. En esto se vieron afectados más de 4.500 empleados formales y 2.500 en negro", sostuvo.
Por último, precisó que esta medida de flexibilización implica la atención en horario comercial y por otro lado lleva a que empresarios inviertan para cubrir la parte de bioseguridad que, según el protocolo, debe cumplirse de forma estricta en cada local.
Acuden a las redes y promociones para impulsar el consumo
La emergencia sanitaria por el coronavirus obligó a los restaurantes de comidas a repensar sus modelos de negocio. Algunos locales que durante años llevaban atendiendo en sus instalaciones debieron adoptar diferentes estrategias comerciales, como trabajar puerta a puerta. Mientras que para aquellos locales que ya lo hacían en modo delivery, tuvieron que reforzar sus ventas a través de la difusión de sus productos en redes sociales y mediante WhatsApp.
Continuarán con delivery
El panorama en una parrillada ubicada en avenida Almirante Brown que presenta una capacidad de atención para 120 personas y desde el sábado deberá trabajar solamente con el 50% refleja que aplicar la modalidad delivery se les tornó complicado debido a la competencia con otras casas de comida. “La venta bajó un 25%”, dijo el propietario Martín Ridolfo al agregar que busca generar consumo a través de la publicidad en redes y mensajes de WhatsApp. Indicó, no obstante, que tras la apertura del sector gastronómico continuarán trabajando con delivery.
Acudir a las redes sociales
En el caso de un local de minutas del barrio San Pedrito, su propietario Oscar Mealla apuntó que desde hace un tiempo vienen trabajando a través del servicio de delivery, sin embargo, indicaron que durante el aislamiento preventivo en la provincia, en el caso de su local, las ventas no fueron propicias. En cuanto a las estrategias de ventas mencionó que utilizan las redes sociales y línea de WhatsApp para hacer conocidos los productos.
Recaudar para los sueldos
Desde una casa de comida ubicada en barrio Cuyaya vieron como positiva la apertura del rubro, sobre todo porque las ventas cayeron un 50%. “Antes del aislamiento, la gente pasaba a retirar el pedido en el negocio y desde que empezó todo esto puse un cartel afuera con mi número telefónico para que los clientes hagan sus pedidos”, dijo el encargado Juan Ojeda, al tiempo que mencionó que lo que llegan a recaudar durante la semana es destinado al pago de sueldos de los empleados.
Esperar hasta el sábado
En un local de empanadas del barrio Alto Comedero señalaron que retomarán la actividad este sábado con diferentes promociones para atraer al cliente. “Al tratarse de un emprendimiento familiar, no tuvimos inconveniente en dejar de brindar atención, preferimos cuidar la salud y no optamos por trabajar con delivery”, dijo Ester Ramírez.