Quizás esta noticia sea intrascendente para algunos, pero para los trabajadores golondrinas y todos los jujeños que vuelven a nuestra provincia no lo es. Ellos se sintieron mimados y contentos al percibir la asistencia de los jóvenes de Pampa Blanca, que de manera desinteresada, todos los días se encuentran entregando refrigerios para nuestros hermanos jujeños.
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Quizás esta noticia sea intrascendente para algunos, pero para los trabajadores golondrinas y todos los jujeños que vuelven a nuestra provincia no lo es. Ellos se sintieron mimados y contentos al percibir la asistencia de los jóvenes de Pampa Blanca, que de manera desinteresada, todos los días se encuentran entregando refrigerios para nuestros hermanos jujeños.
Si bien son trabajadores de la Municipalidad de Pampa Blanca, forman parte desde hace algunos años del equipo de trabajo del actual intendente Bruno Monzón, que diariamente desde la madrugada, se ubican en el control caminero del ingreso provincial, para proveer de desayunos, meriendas, bollos, facturas, golosinas, sándwiches y todo lo que se pueda a quienes llegan de viaje.
La mayoría de los beneficiados por esta acción solidaria son los trabajadores nómades, ellos que por temporada viajan a determinadas provincias por cuestiones laborales y por la pandemia tuvieron que volver antes de tiempo. Ellos se mostraron muy agradecidos por la atención de los profesionales del COE, ya que en el lugar también hay asistencia de enfermería, psicología y de las fuerzas, además lo que ofrecen los jóvenes pampeños.
Después de los largos viajes, los jujeños de regreso llegan con hambre, con nervios por saber dónde será el hotel asignado para su aislamiento y con todo lo que eso significa. Algunas delegaciones con micros de larga distancia se quedan por varias horas esperando esa designación, mientras tanto es elemental la entrega de los alimentos para ellos.
A veces las demoras son por cuestiones de espacio, para desocupar un hotel determinado, luego se debe higienizar, brindar garantías de que quede todo en orden y sobre todo realizar el debido registro de cada persona que llega. Es un tanto burocrático, pero necesario para la optimización del control y del cuidado de la salud de todos los jujeños, ya que todos sabemos que es indispensable el cumplir con el aislamiento obligatorio para los que regresan de otras provincias. Cabe mencionar que todos los días, desde la madrugada hasta la noche, hay un equipo de guardia para la asistencia a la gente, por ello la presencia constante del intendente Bruno Monzón y del concejal local Nicolás Martínez, quienes aportan para proveer de material para la elaboración de los alimentos, ya que estos chicos hasta los bollos los preparan en sus casas para ofrecerles a los jujeños que decidieron volver, siempre de corazón.
También los funcionarios de la provincia, como ministros, secretarios, agentes de gobierno y otros, a diario visitan el control de ruta 34.