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2 de Mayo,  Jujuy, Argentina
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"Tía Carola es nuestra casa compartida con la gente"

Un lugar cálido para quedarse, donde el campo y las buenas charlas son un buen complemento.
Miércoles, 23 de diciembre de 2020 01:03

Llegar a San Francisco, en el departamento de Valle Grande, allá en lo alto, después de un camino sinuoso, tiene un encanto especial cuando la bienvenida es en Tía Carola Rancho de Comidas y Alojamiento, un emprendimiento de dos encantadores anfitriones que hacen totalmente diferente la experiencia de visitar un lugar de aventuras y de montañas.

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Llegar a San Francisco, en el departamento de Valle Grande, allá en lo alto, después de un camino sinuoso, tiene un encanto especial cuando la bienvenida es en Tía Carola Rancho de Comidas y Alojamiento, un emprendimiento de dos encantadores anfitriones que hacen totalmente diferente la experiencia de visitar un lugar de aventuras y de montañas.

Ellos son Lucy Sánchez y Freddy Vera, los propietarios del alojamiento, quienes recibieron al equipo de El Tribuno de Jujuy, en su travesía por el pueblo y por su principal atractivo, las termas del río Jordán.

Saben, desde el cariño por lo que emprendieron hace más de veinte años, exactamente lo que necesita cada uno de los turistas que llegan y entienden con solo mirarlos de sus gustos.

PARRA, FOGÓN, VERDE

Conversamos con Lucy para tratar de delinear y explicar al lector cuál es la esencia y la energía de Tía Carola, ese lugar que aparece primero cuando uno pone "San Francisco / Jujuy" en algún buscador de la Internet. Es que, en todos estos años, el "boca a boca" funcionó de maravillas, entre gente de todas las clases sociales, edades, profesiones y de una gran cantidad de países de todo el mundo.

Los propietarios le han dado una tónica diferente a esta casa de adobe, un no sé qué del que fuimos parte. La casa tiene un parral, un horno de barro, una lomada, un fogón muy acogedor para reunirse alrededor, y cuatro habitaciones con baño privado y un total de 13 plazas, más espacio para carpas.

Muy temprano cada mañana, el visitante puede encontrarse con los anfitriones en la galería, tomando mates y ofreciendo sus entretenidas y ricas charlas, antes de desayunar.

Las charlas sin dudas son un agregado único en este lugar, "de amigos" aunque no lo seas, "de hermanos" aunque vengas desde Australia, y es de ida y vuelta. La pareja cuenta sus anécdotas y los visitantes las suyas. Y entonces todo es crecimiento, aprendizaje y experiencias.

LUCY SÁNCHEZ / LA ANFITRIONA NOS CONTÓ LA ESENCIA DE ESTE LUGAR

"El lugar se presta para el encuentro familiar. El objetivo de Tía Carola es ese, nunca ha sido un emprendimiento donde haya una diferencia entre la persona que viene a hospedarse y nosotros. La idea es nuestra casa compartida con le gente", dice Lucy.

"La gente que hace turismo rural es gente dispuesta al diálogo, a querer ayudarte y nosotros permitimos eso porque nos sentimos en un grupo familiar", comenta.

También habla de turismo participativo, porque en la casa todos suman. "El turismo participativo fue un descubrimiento. Yo fui docente y Freddy mecánico dental, dedicarnos al área de turismo fue un redescubrirnos. La idea inicial fue tener una casa de fin de semana y esto se fue convirtiendo en una casa donde primero recibíamos a los amigos. Poníamos carpas para el alojamiento, y después que teníamos las dos habitaciones, ya cocinábamos, y así. Nunca se nos cruzó por la cabeza convertirnos en empresarios y poner una barrera", expresa reflejando el espíritu de la casa.

Muchos de los que los visitan son conocidos suyos, y a veces no, pero todos tienen el mismo trato amoroso. Lucy entiende que la gente llega mucho por Internet, "y a nosotros nos sirve comunicarnos con tiempo con la gente que va a venir, y explicarle adónde va a venir, que es selva, y con qué se va a encontrar".

También explica que "en San Francisco estamos casi comenzando con el turismo, que no es un servicio de lujo, pero los alojamientos que estamos funcionando lo hacemos con muchas ganas, mucho placer. Nosotros completamos nuestro grupo familiar con el que viene".

GALERÍA / ESPECIAL PARA LA CAMARADERÍA.

El emprendimiento nació cuando "nosotros vinimos a pasear y conocer cuando me jubilé en el año 96. Llegamos y a los 15 días volvimos, y a los 30 días éramos propietarios de este terreno porque el dueño quiso venderlo por un gasto que tenía que cubrir en ese momento", narra. "Luego aprendimos mucho de turismo rural, que es un turismo muy especial. Uno los tiene que esperar con una cama caliente, una comida buena, y con paciencia", nos explica. "En San Francisco hay una energía distinta", asegura.

Por qué ir a Tía Carola

"Nuestro atractivo máximo son las termas del Jordán, ir al Alto Calilegua, etc.", cuenta, pero entiende que la gente que llega a Tía Carola, muchísima, habitualmente llega porque van al Parque Nacional Calilegua, atraídos por las variedades de pájaros, y una vez allí averiguan dónde pueden comer y dormir, y llegan hasta San Francisco, a nuestra casa", cuenta Lucy, "y acá descubren otros circuitos".

Las anécdotas son muchas y sorprendentes en las sobremesas con los anfitriones. Cuentan y se emocionan de todo lo vivido. Pasaron embajadores, cantantes líricos internacionales que se animaron a cantar en su comedor, famosos que pasan de incógnito, y hasta gente muy adinerada, que en otros lugares frecuenta los cinco estrellas, y en San Francisco buscan Tía Carola.

Hay una página en Facebook que se llama Yo estuve en Tía Carola,

donde se encuentran todos los que se fueron encantados y allí comparten su experiencia. Y la fan page oficial del lugar que es Tía Carola. El teléfono para información y reservas es 388659634.