Diciembre de despedidas, de lágrimas y emociones. Eso genera cuando se cierra la etapa de la vida secundaria, no habrá nunca más algo igual, es por eso que el acto de egresados se envuelve en emociones y en esta ocasión el turno fue de los "tingres" de la Agrotécnica Nº 8 de Abra Pampa.
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Diciembre de despedidas, de lágrimas y emociones. Eso genera cuando se cierra la etapa de la vida secundaria, no habrá nunca más algo igual, es por eso que el acto de egresados se envuelve en emociones y en esta ocasión el turno fue de los "tingres" de la Agrotécnica Nº 8 de Abra Pampa.
A media mañana comenzó el acto de egresados en el anfiteatro de la ciudad para despedir a los once egresados de la institución que dejaron sus huellas bien sentadas y que así conforman la historia de los primeros años de la primera técnica de la ciudad.
"Once guerreros que fortalecieron sus vínculos", tal cual lo anunció uno de los conductores del acto protocolar. Se trata de Kevin Víctor Alejo, Edgar Nahuel Cari, Marisel Carue Cari, Nicolás Álvaro Cruz, Abraham Eliseo Esquivel, Rafael Eduardo Gutiérrez, Geovana Jazmín Llampa, Aron Ronaldo Ontiveros, Ángela Jesica Palacios, Alexis Brian Solano y Paula Daniela Zerpa.
Al igual que otras instituciones educativas, también se realizó el cambio de abanderados y escoltas. Nahuel Esteban Huanco fue el alumno con el mayor promedio del año con 8,42. En tanto, la abanderada saliente de la Bandera Nacional fue la alumna Marisel Carue Cari.
"Hoy estamos juntos para homenajear un ciclo de sus vidas, celebremos por los logros porque hoy son técnicos en Producción Agropecuaria. Tenemos las esperanzas en ustedes, la educación no termina con un acto de colación, sean curiosos, indaguen, lean mucho, escuchen al otro y nunca dejen de aprender de la gran maestra que es la vida", dijo entre otras frases y a modo de mensaje en su alocución el vicedirector Fernando Cesar Llanes. "Felicidades por haber llegado a la meta".
Tras la bendición de los nuevos egresados a cargo del diácono Armando Flores, se procedió a la entrega de cuadros, recordatorios y puesta de togas de los once alumnos salientes. Luego siguió la toma de decenas de imágenes que ya quedaron plasmadas para siempre y finalmente el baile del vals de egresados.