"Me compran el parabrisas del auto o los mato a todos, no me importan que sean discapacitados", habría manifestado un hombre que está denunciado penalmente de embestir el pasado 10 de diciembre a un hombre y luego descender de su vehículo y propinarle una feroz golpiza, en el barrio Alto Comedero.
inicia sesión o regístrate.
"Me compran el parabrisas del auto o los mato a todos, no me importan que sean discapacitados", habría manifestado un hombre que está denunciado penalmente de embestir el pasado 10 de diciembre a un hombre y luego descender de su vehículo y propinarle una feroz golpiza, en el barrio Alto Comedero.
En la jornada de ayer, familiares, amigos y vecinos de Gabriel Emilio Fernández marcharon hasta la casa de Hugo Sequeiro, quien es el principal acusado de provocarle serias heridas al hombre que padecía retraso madurativo y murió tras descompensarse, mientras estaba detenido en una celda de la seccional 33º del barrio Alto Comedero.
Según lo consultado por nuestro diario, todo ocurrió el jueves de la semana pasada, cuando Fernández salió de su casa a comprar carne y fue atacado por un perro de gran porte, que estaba en la vía pública y sin la correa correspondiente.
"Mi hermano le tiró una piedra para defenderse, que habría impactado en el auto de Sequeiro, que también es el dueño del perro que todos los vecinos le tienen miedo y este se subió al auto y atropelló a mi hermano, después se bajó y empezó a patearlo estando en el piso y allí tuvieron que intervenir los vecinos", les dijo a los medios de comunicación Vanesa Fernández, hermana de la víctima.
El agresor se dirigió de inmediato a la seccional 33º, dando su propia versión de los hechos, que su vecino atacó a su perro y destrozó el parabrisas de su auto y solicitó inmediatas medidas del caso.
El hombre ahora denunciado se dirigió a la casa de Fernández, "patió la puerta y amenazó a mis otros hermanos, diciendo que si no le compran el parabrisas del auto los mataba a todos, que a él no le importaba que sean discapacitados. Él conoce muy bien a mi familia, somos vecinos y conocía muy bien las condiciones de mi hermano, aún así lo atropelló a propósito y lo patió en el piso y le provocó las heridas que después terminaron matándolo", dijo la mujer.
La policía detuvo a la víctima
Desde aquí el procedimiento policial a cargo de la guardia de la seccional 33º tendrá que ser investigado no solo en la parte administrativa sino por la supuesta negligencia ante este indignante episodio. Es que un hombre con retraso madurativo, que acababa de ser embestido por un vehículo y ferozmente atacado a golpes en la cabeza y en distintas partes del cuerpo, por el propio conductor, fue depositado en una celda sin siquiera ser asistido por personal sanitario. Horas más tarde Fernández empezó a descompensarse, a causa de los serios traumatismos y fue trasladado a la guardia del hospital Snopek de ese populoso barrio.
Gabriel Fernández fue llevado nuevamente a la sede policial y ninguno de los efectivos de la guardia de la seccional 33º dio aviso sobre el estado de salud a sus familiares, recién al otro día los policías llamaban insistentemente a la hermana del hombre para que se hiciera presente en la sede policial para “tomar conocimiento del estado de salud de Fernández”, pero recién cuando empezó a empeorar. Nuestro diario supo que además de que el fiscal especializado en estos tipos de delitos Diego Cussel solicitara la autopsia, también había pedido el informe del libro de novedades para determinar la participación de los efectivos policiales, que hasta ese momento habrían actuado sin una consulta previa al ayudante fiscal zonal del Ministerio Público de la Acusación.
El hombre acusado de provocar los golpes que terminaron con la vida de Gabriel Fernández continúa en libertad y por dichos de los vecinos, se retiró de ese domicilio por temor a represalias. Es que este terrible accionar policial provocó que los vecinos intentaran incendiar el Ford Focus, que sería el que utilizó el hombre para atropellar a la víctima fatal.
Atropelló y mató en 2018
Mauro Sequeiro tiene una causa judicial pendiente, luego de atropellar y matar a Andrés Bejarano y luego huir del lugar. El hecho se registró el 3 de febrero del 2018, alrededor de las 23.30, cuando la víctima fatal circulaba a bordo de una bicicleta por la colectora de la ruta nacional Nº 66, a la altura del “Gauchito Gil” del barrio Alto Comedero y Sequeiro lo embistió, provocando heridas que terminaron con su vida, casi de forma instantánea.
Alrededor de las 5 de la mañana, el hombre se hizo presente en la sede policial de la seccional 33º, junto a su padre y a un abogado, manifestando que él había sido el protagonista del hecho y al cabo de unas horas, quedó en libertad, relató a nuestro diario Carlos Bejarano, el hijo mayor de la víctima fatal. “Me sorprendió que la Justicia no lo haya detenido, pese a que abandonó a mi papá luego de atropellarlo y horas más tarde va a la seccional y no se si le hicieron las pericias correspondientes”, dijo Bejarano.
Por otra parte, nuestro diario pudo saber que el hombre afronta un juicio en lo Civil y Comercial y la causa penal todavía se encuentra abierta. Esas actuaciones también están en la seccional 33º del barrio Alto Comedero. En la jornada de ayer, familiares de Flores acompañaron a parientes directos y vecinos de Gabriel Fernández, exigiendo justicia.