El músico Marcos Rodríguez, radicado desde enero en Jujuy, decidió en medio de esta cuarentena, desarrollar un proyecto que "nació chiquitito", dice él, y "hoy ya involucra a más de 12 personas entre músicos y técnicos.
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El músico Marcos Rodríguez, radicado desde enero en Jujuy, decidió en medio de esta cuarentena, desarrollar un proyecto que "nació chiquitito", dice él, y "hoy ya involucra a más de 12 personas entre músicos y técnicos.
Se trata del videoclip y el documental "Niña de Collahuaima", en base a una canción escrita por Pablo Valdiviezo, y música de Walter Michel. Se estrenará el próximo 5 de noviembre por Youtube y otras redes sociales.
El proyecto nace con el deseo de realizar la conservación histórica, patrimonial y cultural de una de las grandes obras que ha dado la música folclórica de la provincia de Jujuy.
Para llevar adelante este proyecto, se juntaron artistas, periodistas y docentes de Jujuy, Córdoba y Buenos Aires, que desde enero de este año trabajan en torno a la iniciativa de registrar su propia versión de la canción "Niña de Collahuaima".
"No sólo el valor poético-musical nos ha conmovido de entrada, sino también la historia genuina que le da origen a la canción, con su contexto geográfico, social y afectivo que encierra los sentires de un maestro rural, su idiosincrasia, sus reclamos postergados", explican.
"Es una historia muy profunda, sentida, triste y esperanzadora a la vez, de un maestro rural de la Puna que deja una foto antes de decidir partir a otro mundo. Su hermano Pablo Valdivieso recoge esa foto y le escribe esta canción", cuenta Marcos. "Lo que estamos haciendo con este proyecto es poner en valor la canción".
Cuenta que en enero empezó a grabar la canción con Germán Zumbaño y Rosario Huertas, con quienes comparte la idea original.
La esencia de la canción
"Niña Collahuaima" empieza su camino en el puño sensible del poeta puneño Pablo Valdiviezo, que consigue transformar una fotografía que tomó su hermano Gabriel, maestro rural, en el pueblo de Coyaguaima. Es un hondo poema que expresa las injusticias de esta tierra a través de los ojos de una niña.
La melodía que aporta Michel le da a la obra un clima muy especial.
El resultado es dos documentos audiovisuales: videoclip y documental, que intentan visibilizar una realidad tan actual como la de aquellos tiempos donde fue creada esta historia, buscando el reconocimiento de aquellos que son protagonistas de estas circunstancias de vida que pocos tenemos en cuenta.
La grabación, producción y dirección musical es de Marcos Rodríguez y Germán Zumbaño en Estudio Carita Morena; y la mezcla y masterización se hizo en Suena a Tierra de Franco Paredes.
Las voces son de Rosario Huertas y Jaylli Zumbaño; el piano y zampoña de Germán Zumbaño; Marcos Rodríguez en guitarra, bajo, teclados, bombo, semillas y coros; Elio Gutiérrez en charango; y Walter Michel en coros.
"En el documental va a estar todo el proceso explicado", comenta Marcos en contacto con nuestro diario, "que arrancó con Rosario (Huertas) y Germán (Zumbaño). En enero, Rosario estaba en Jujuy y dejó grabada su voz antes de volverse. Con German trabajamos varios meses en medio de esta cuarentena. Y en un momento cuando estábamos estrenando la canción nos cruzamos con Pablo Valdiviezo, yo busqué su teléfono, nos encontramos en el Paseo de los Artesanos (porque él es artesano) y nos contó un poco de donde viene la historia de la letra, de la muerte de su hermano que se quita la vida allá en la Puna y deja esta foto, y él escribe este poema", narra Marcos.
El videoclip y el documental
La realización del videoclip fue un gran desafío en el contexto de pandemia. Las distancias y muchas veces la falta de conectividad terminaron siendo anécdotas.
El guion es de Lucho Casalla, Marcos Rodríguez y Rosario Huertas.
Sumaron sus aportes la artista plástica Laura Fagni de La Plata; las niñas en el video son Almendra Rodríguez y Jaylli Zumbaño; Facundo Reina en cámaras (junto a Marcos y Lucho), Anita Irahola, como asistente; Gabriel Valdiviezo en foto original; y la colaboración de Gustavo Cruz, Nico Zumbaño y María Isabel Tolaba.
El documental registra varios testimonios. La recopilación la realizaron Anita Irahola y Marcos Rodríguez; y la edición, Carina Mercado.