A partir de la asunción del nuevo Gobierno, en los últimos meses se aplicaron diversas medidas tendientes a motorizar la economía que, hasta el momento, venía estancada. Entre las principales acciones el Banco Central dispuso la baja en las tasas de referencia que aplican las entidades financieras en la gestión de créditos, a fin de impulsar progresivamente la toma de préstamos que, en los últimos años, había marcado un serio retroceso. Como era de esperarse, en las últimas semanas, a partir de la retracción de las tasas de interés, comenzó a percibirse un leve pero sostenido crecimiento en la gestión de créditos, situación favorable que da los primeros indicios de que el país se encaminaría hacia una reactivación económica.
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A partir de la asunción del nuevo Gobierno, en los últimos meses se aplicaron diversas medidas tendientes a motorizar la economía que, hasta el momento, venía estancada. Entre las principales acciones el Banco Central dispuso la baja en las tasas de referencia que aplican las entidades financieras en la gestión de créditos, a fin de impulsar progresivamente la toma de préstamos que, en los últimos años, había marcado un serio retroceso. Como era de esperarse, en las últimas semanas, a partir de la retracción de las tasas de interés, comenzó a percibirse un leve pero sostenido crecimiento en la gestión de créditos, situación favorable que da los primeros indicios de que el país se encaminaría hacia una reactivación económica.
El plan económico propuesto por el presidente Alberto Fernández, sumó entre sus principales medidas la reestructuración del cuadro tarifario, congelamiento de las jubilaciones por 180 días, gravar con el 30% y restringir la compra de dólares, renegociar la deuda con el FMI, reducir las tasas de referencia de créditos, entre otras acciones que se pusieron en marcha de inmediato.
La aplicación de una baja en las tasas de los créditos que ofrecen los bancos, evidentemente tuvo un impacto directo en la captación de nuevas transacciones. Y es que de una tasa de interés cercana al 72% que regía hasta principios de diciembre, cayó más de 5 puntos hacia fin de año, y actualmente ronda el 60%, de modo que, si bien la reducción no fue prominente, fue un aliciente para quienes requerían acceder a un préstamo.
Durante el 2018, el volumen de préstamos personales cayó de $419.546 millones a $399.104 millones en 2019, lo que equivale a una contracción interanual de 4,9% en términos nominales. Sin embargo, si se toma en cuenta la inflación anual, la caída real fue de 37%.
Claramente, por estos días los porcentajes de interés continúan marcando cifras muy elevadas, pero siempre menores a las que fijaba el gobierno anterior. Esto ha comenzado a movilizar lentamente el interés de los clientes de las financieras, muchos de los cuales lograron recuperar su capacidad crediticia, ya que al reducirse los porcentajes de interés también bajaron los montos de cuotas mensuales, ampliándose así el margen de endeudamiento.
A partir de esto, algunas entidades bancarias estimaron que creció 60% la cantidad de créditos otorgados en las últimas semanas.
Por ejemplo, señalaron que en algunos casos de 10 préstamos que se tomaban diariamente, ahora rondan los 16; además adelantaron que las tasas de interés continuarían en descenso, de manera lenta pero progresiva.
Marcado descenso de las tasas para plazos fijos
Actualmente la tasa mas alta para plazos fijos ronda el 39% en tanto que el interés mínimo alcanzó el 31% en algunos bancos.
El impuesto del 30% a la compra de dólares y la continua baja de la tasa de interés de referencia no solo en la emisión de créditos sino también en plazos fijos, ha propiciado un escenario favorable para las inversiones, en un contexto en el que se facilita la toma de préstamos y se genera una situación poco conveniente para el ahorro.
Durante el último mes se ha notado una baja en la tasa de interés de referencia que impacta directamente en los depósitos a plazo fijo. Según el último dato disponible informado por el Banco Central, los intereses que pagan los bancos por este tipo de depósitos a 30 días actualmente ronda el 39% anual, cifra por debajo de la inflación proyectada para el 2020 que sería del 42,2%.
Según los valores indicados por el Bcra, la tasa de interés más alta para plazos fijos en pesos entre las diez entidades con mayor volumen de depósitos vuelve a ofrecerla el Banco Nación luego de subirla 2%, por lo cual se ubica en 39%. En cambio, el menor porcentaje lo paga Macro, a 31,5%. El año pasado, antes de que se implementen las nuevas medidas económicas, la tasa anual para plazos fijos rondaba el 52%, lo que hacía que esa sea una herramienta notablemente atractiva para los ahorristas, considerando que el porcentaje de inflación cerró en 54%. Así, comparativamente, en el último mes la tasa de interés alcanzó una caída de entre 13 y 20 puntos, lo que claramente desalienta el uso de plazos fijos como método de ahorro.