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"Estrés se hace crónico cuando no hay conciencia del nivel de autoexigencia"

Psicóloga y coordinadora de Niñez y Adolescencia de la Secretaría de Salud Mental y Adicciones se refirió al estrés laboral y a las posibilidades de llegar o no al síndrome de Burnout.Dijo que el cuadro se agrava con el paso del tiempo y la imposibilidad de la persona de dar respuesta a las exigencias, o porque no tiene los medios para poder hacerlo.
Viernes, 02 de agosto de 2019 01:00

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PSICÓLOGA / ESTEFANÍA VALDEZ CLINIS.

-¿Cómo se ve en la provincia este síndrome de Burnout?

-En la provincia no tenemos estadísticas específicas sobre el mismo, al menos no en lo que hace a la Secretaría de Salud Mental y Adicciones de la provincia. Nos dedicamos a abordar otras temáticas, no tenemos estudiadas específicamente los porcentajes o las estadísticas del síndrome. No obstante, tenemos conocimiento de la existencia del mismo en los trabajadores de la provincia.

-¿Cuáles son los síntomas de esta enfermedad?.

-Los síntomas son compartidos con otros cuadros. No necesariamente estamos frente a un trastorno que es diferenciar también síntomas de trastorno. Los síntomas pueden ser temporales y bien tratados para llegar a buen puerto, y un trastorno requiere otro tipo de intervención aún más específica. Como síntomas podemos tener cansancio crónico, dolores de cabeza, cefaleas o migrañas, agotamiento, síntomas físicos como dolores musculares, algunos cuadros o síntomas de ansiedad. Todos vienen acompañados, no tiene un modo de presentarse en específico, pero la persona en algún momento siente que su cerebro está quemado, por eso se llama el síndrome de Burnout o síndrome del cerebro quemado. En este caso siente que no puede más, tiene dificultades para concentrarse, para retener información, para prestar atención, sería como lo más significativo y grave. Porque al principio se sobre-exige para seguir rindiendo y llega un momento en el que no puede dar más. La idea es no llegar a eso. Ahora, en algún momento se estudió que tenía que ver con profesionales o equipos que atendían a pacientes y ahí se daba el síndrome. Hoy se complejiza y se extiende a otros campos, no solamente al que está al cuidado de pacientes. Un administrativo puede tener el mismo síndrome o cualquiera que esté con sobrecarga de información para administrar o tiene que atender y tratar con las personas, brindar información, respuestas, soluciones, en algún momento se ve desbordado por la demanda y puede llegar a sufrir signos que tengan que ver con este síndrome, o no.

-¿Esto puede tornarse crónico?

-Claro, por eso cuando estamos hablando de síndrome estamos hablando de algo que está más instaurado en la vida de la personal y se hizo como más crónico; de todos modos, siempre es posible de tratar. Lo ideal sería que la persona frente a indicadores que le son ajenos o llamativos en su actividad diaria pueda detenerse y pedir la ayuda adecuada y no llegar a que esto se haga crónico o que se desborde la situación. Siempre es más fácil frente a cualquier situación, cuando comienzo a percibir dos o tres signos que son extraños en la vida cotidiana, poder detenerme y pedir la ayuda correspondiente o hacer acciones para revertir eso.

-¿Esto también trae como consecuencia a que esté desmotivado para hacer otro tipo de actividades?

-Seguramente, porque al sentirse agobiado, cansado, siente que no tiene fuerza, y va dejando otras actividades que son de su vida diaria para intentar responder mejor al trabajo y lo que obtiene son peores resultados porque no tiene nunca un elemento distractorio en su vida diaria fuera del trabajo.

-¿Cuándo se hace crónica esta situación de estrés laboral?

-Cuando la persona no tiene conciencia del nivel de autoexigencia que se está generando. A medida que avanza en el tiempo el nivel de exigencia y la imposibilidad de dar respuesta, o porque no tiene los medios para poder dar todas las respuestas que necesita, o porque de verdad la demanda de trabajo supera a las posibilidades reales en tiempo que la persona tiene para responder, esto se va agudizando. Entonces, la persona lo primero que hace es intentar dar respuesta a la situación laboral. Intenta dar respuestas y más respuestas y en algún momento se ve sobrepasada por la situación. Ya cuando se sobrepasó, quiere decir que está agotada y no tiene más medios para responder, cuando podríamos haber pensado en instancias previas, donde dijera, hasta acá llego, esto puedo manejarlo, esto no; pero también tiene que ver con las pautas laborales y las exigencias del trabajo. Hay trabajos que son más flexibles y dicen: bueno si, le estoy dando mucha tarea, esto no te compete, y hay veces que uno mismo decide hacerse cargo de tareas que no le competen para suplir a otro o para dar respuesta, y ahí siempre es un nivel de exigencia mayor al que corresponde a mi cargo, por ejemplo.

-¿Ese estrés deriva en una depresión?

-No necesariamente. Puede llegar a tener como consecuencia otros cuadros que ya son psicopatológicos pero no necesariamente una depresión si o sí. Puede haber cuadros de ansiedad, de depresión o de diferentes trastornos que luego se asocian, pero también puede que no termine en un trastorno, a eso es lo que voy. Siempre que uno pueda ir detectando, que reciba la ayuda de un profesional y pueda detectar los signos, o los síntomas y comenzar a tratarlos y hacer intervenciones en su vida diaria para que esto no llegue a afectar tanto, puede no transformarse en algo crónico o en un trastorno asociado después.

-El tema es que la gente no va a un psicólogo para prevenir estos problemas hasta que llega a un punto límite...

-Cierto no va para prevenir. Pero hoy al 2019, muchos ya tienen instalada la práctica de ir a una terapia personal por otros motivos que no tienen que ver con el estrés laboral, pero aparte el estrés laboral no es sólo laboral, porque no somos en este momento trabajo o en aquel soy aquello, somos una persona integral. Somos biopsicosociales, espirituales, morales, culturales y muchas otras cosas. Entonces, es muy difícil poder decir esto es sólo por lo laboral. Lo laboral lo detonó, pero la persona seguramente también tiene otras cosas en su vida diaria que llevan a esta exigencia en su trabajo. Pero digo, muchos ya tienen instalada la práctica de ir a una terapia individual, eso sería como un factor preventivo de un posible síndrome de Burnout como de otros trastornos posibles.Pero además, hay ciertas habilidades básicas de la vida diaria que si yo las voy manteniendo, evito que estos síntomas aumenten o aparezcan. Cualquiera puede estar estresado y cierto nivel de estrés del bueno que lo llaman en neurociencia, es el motivador para hacer cosas en el trabajo, innovar, crear y demás. Ahora, cuando el estrés se transforma en malo, no es sano para la persona, pero tiene que ver con el nivel de conciencia de la realidad o la enfermedad que estoy padeciendo. Si me doy cuenta que hay elementos de mi trabajo o mi vida diaria que me están generando estrés, y tengo la posibilidad de decir, acá paro, voy a ir al gimnasio para ir acompañando esto, para hacer la descarga, o el cable a tierra que muchas personas dicen, el gimnasio o la juntada con mis amigas es mi cable a tierra, son factores protectores que van a ir previniendo que se agrave la situación después.

-Entonces, ¿la persona que tiene estrés laboral tiene el síndrome de Burnout?

-No es radical, no es que la persona que tiene estrés laboral tiene Burnout. No, no es lo mismo, es escalonado y puedo llegar a un Burnout o no. Eso por un lado, y por otro lado, no es que la persona que tiene estrés, termine si o si en una depresión o en un trastorno de ansiedad. Para que termine en un trastorno de ese tipo tiene que haber una personalidad con ciertas características de base. Pero también hay personalidades que tienen recursos en su vida diaria, que tranquilamente van identificando ciertos indicadores extraños en su conducta o en su modo habitual de funcionar y dicen, bueno, aquí hay algo que está funcionando mal, mejor voy al gimnasio o hago esto o lo otro como una manera de tomar conciencia de lo que le está pasando, conciencia de la enfermedad y poder trabajar sobre ella para que no les afecte tanto. No es que es seguro que si tengo estrés laboral estoy enfermo y tengo un trastorno mental, no tiene que ver con eso. Eso es bien importante.

-¿Es solo una categoría de estrés?

-Más que categoría es diferenciar la palabra. Es decir que la palabra estrés viene de un ámbito clínico que hoy está utilizada en la vida cotidiana de la persona. Por ejemplo dicen: tengo estrés porque mi marido se fue de viaje y me quedé sola con los chicos. Eso no es estrés, si me puedo cansar, puedo estar agotado, puedo tener más responsabilidades que otros días, pero vuelve mi marido, se solucionó el conflicto. Son situaciones de la vida diaria que generan mayor exigencia fuera de lo habitual, pero eso no es un cuadro de estrés. Para que sea estrés, tiene que haber otras características como mencionaba anteriormente como síntomas físicos que se sostengan en un determinado tiempo y que vayan aumentando conforme va pasando el tiempo para que entre en un cuadro clínico de estrés. Porque, exceso de adrenalina, de excitación y de exigencia, podemos tener en cualquier situación. De hecho, si voy cruzando en la calle y me tocan bocina o veo un accidente, es una situación que me genera algún impacto, pero no necesariamente hablamos que ya tengo un cuadro de estrés. Son cosas de la vida cotidiana que salen de lo común o que suponen un nivel de exigencia mayor circunstancialmente y no por eso ya padezco estrés. Este puede ser por otras cosas pero también puede ser laboral, y para que sea eso, tiene que ir cumpliendo la gradualidad en el aumento de los síntomas y que se vayan sosteniendo en el tiempo.