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Trabajadores que ganan sueldos de amor y valores

Sabado, 04 de mayo de 2019 01:02

El miércoles pasado fue el Día del Trabajador, motivo para saludar y reconocer a quienes todos los días se levantan para trabajar y así llevarles el pan a sus hijos. También a los que no tienen un empleo fijo y se la rebuscan en el duro día a día, y más en este contexto de crisis que atraviesa el país donde el desempleo creció al igual que la pobreza.

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El miércoles pasado fue el Día del Trabajador, motivo para saludar y reconocer a quienes todos los días se levantan para trabajar y así llevarles el pan a sus hijos. También a los que no tienen un empleo fijo y se la rebuscan en el duro día a día, y más en este contexto de crisis que atraviesa el país donde el desempleo creció al igual que la pobreza.

En medio de todo eso, hay otros trabajadores que además de ejercer un oficio como cualquier otro, hacer un trabajo solidario, en el que a cambio no reciben una remuneración económica, reciben otra cosa que vale más.

"El idealismo del voluntariado no tiene precio. Por eso es que nosotros no cobramos. No hay ninguna billetera capaz de valorizar lo que es esto, ningún dinero en el mundo puede representar lo que hacemos, solamente se representa con amor y lo que se gana es paz", fueron palabras de Jorge Vázquez, voluntario de antaño, creador de numerosas instituciones en diversos países que se dedican a ayudar al que más lo necesita.

Ese dinero que va al corazón y que te da paz y amor, solo se puede encontrar haciendo eso: dando una mano a aquel ser que sufre, hombres, mujeres, niños, jóvenes, animales o también al medio ambiente que tanto lo maltratamos.

Lo que se recibe en ese intercambio de afecto es mucho más importante que el dinero. Sin descuidar la cultura del trabajo asalariado que es imprescindible para sobrevivir, para vivir bien o para progresar económicamente dándoles muchas oportunidades a nuestros hijos de que estudien y se desarrollen como persona.

Pero el otro trabajo, me refiero al solidario, siembra mucho más que eso. Y tiene que estar presente siempre, pero no todos lo ejercen. Quizás porque no sabe lo necesario que es para nosotros, nuestros hijos y la sociedad en conjunto.

Nadie te va a recordar por tu dinero, pero si por los valores que dejaste en nuestra sociedad. Y para ello no solo se requiere participar en una ong, eso se puede realizar en cualquier lugar, momento y hora. En el día a día, cuando alguien te necesita.

Esos actos, pequeños o grandes, que forman parte de ese trabajo solidario que mencioné más arriba, van a trascender de generación a generación. Imaginate a tus bisnietos hablando de vos por lo buena persona que fuiste.

Imaginate dejarle ese recuerdo a tus hijos. Un auto, una casa, o cualquier bien material será muy bueno para que ellos lo disfruten, pero a la larga lo material se rompe y deja de existir. Pero el recuerdo de que fuiste buena persona y dejaste un legado de valores en la sociedad, no se romperá nunca y va a trascender por siempre.

Por eso, el voluntariado jujeño te invita y te da la oportunidad de emprender ese camino. “Hacés Falta” es el nombre, por ejemplo, de una campaña que emprendió la ong “Zoom” que ayuda a personas en situación de calle y pobreza en nuestra provincia. Y tienen toda la razón, porque hacés falta para tu familia, amigos, para vos mismo y para la sociedad en conjunto.

Entonces, mi conclusión es la siguiente: Es muy lindo y satisfactorio progresar económicamente (mediante el esfuerzo diario y dentro del marco legal), pero el progreso emocional es mucho mejor, y eso está directamente implícito en tu relación con los demás. No dejemos de progresar de ninguna forma y tampoco dejemos de llenarnos el corazón de valores. Llená tu billetera con un trabajo honrado pero también llená tu corazón con valores que perdurarán por siempre.