Familiares, artistas y el pueblo humahuaqueño brindaron su último adiós al maestro Jaime Torres.
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Familiares, artistas y el pueblo humahuaqueño brindaron su último adiós al maestro Jaime Torres.
Como estaba previsto, familiares y artistas se congregaron a las 10 en la iglesia “Nuestra Señora de la Candelaria” para brindarle el último adiós a quien fuera uno de los músicos más importantes de nuestro país y con un gran prestigio mundial.
La misa en memoria del charanguista, amante de esta tierra e incansable difusor de las raíces andinas se concretó a las 10.30 y estuvo presidida por el padre Jesús Olmedo, quien destacó la figura del maestro como un "hombre humilde y gran artista".
En el ofertorio, su hijo Juan Cruz entregó un charango, aquel instrumento que lo acompañó desde niño y hasta los últimos instantes de su extensa carrera musical y que su hijo interpretó con profundo sentimiento en el último adiós.
El maestro Fortunato Ramos quien participó acompañando la emotiva ceremonia, también leyó un poema de despidida.
Luego del oficio religioso, en caravana los músicos y con una fotografía del gran charanguista recorrieron interpretando música las callecitas empedradas del lugar elegido por el padre del Tantanakuy como su última morada.
Así la calle Buenos Aires y la calle Salta de esta ciudad se alegraron con la melodías y el espíritu del gran maestro que recorrió el camino hasta llegar a la casa del Tantankuy.
Así, familiares, amigos y músicos llegaron al lugar donde tantas veces estuvo Jaime Torres trabajando por la realización del Tantankuy.
Allí, compartieron un almuerzo y una jornada musical, brindando así el mejor homenaje al hombre que siempre soñó con una patria grande en el que la música sea un nexo de unión y derribe fronteras.
Las cenizas de don Jaime tienen su nueva morada y la gente del lugar sabe que aquel charanguista que difundió como nadie las raíces andinas estarán en medio de esos cerros coloridos que él tanto amó.
La figura de Jaime Torres es tan grande que logró la transcendencia con su infinito talento, su gran humildad y el amor por la música y la gente.
Palabras de despedida de quienes lo conocieron se repitieron pero la de "gran persona, generosa y de infinito talento"son las que más se oyeron.
De esta emotiva manera se concretó tan merecido homenaje en la tierra elegida y por la que tanto hizo el maestro Jaime Torres.
Humahuaca despidió así al hombre que recorrió el mundo llevando una parte de nuestra cultura y engrandeciendo nuestras raíces.