El rector de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) asumió en Jujuy como nuevo presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) sucediendo al rector de la Unju Rodolfo Tecchi. En el plenario explicó la vigencia de la autonomía y gratuidad de la universidad.
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El rector de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) asumió en Jujuy como nuevo presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) sucediendo al rector de la Unju Rodolfo Tecchi. En el plenario explicó la vigencia de la autonomía y gratuidad de la universidad.
¿Qué actividad tienen previstas al iniciar la gestión en el CIN?
-Tenemos muchísimas actividades con el Consejo Interuniversitario Nacional el plenario Reforma Universitaria de Córdoba, con la Conferencia Regional de Educación Superior (CRES 2018) en junio; una cumbre académica entre Europa y América Latina que se va a realizar entre el 12 y 13 de abril, que es clave para la integración. El 15 de junio tenemos el centenario de la Reforma y vamos a graduar entre 10 y 15 mil estudiantes que se hayan recibido el último año de diferentes universidades. Luego tenemos reuniones internacionales muy importantes sobre el rol de las universidades en la ciencia y la técnica; en el arte, la cultura y la sociedad; y el rol de las universidades públicas latinoamericanas.
¿Qué significó la Reforma Universitaria hace cien años para Argentina como para América Latina? ¿Sigue siendo actual lo que se planteó?
-Sí. Los postulados de la reforma siguen siendo totalmente válidos, porque es una reforma que cambia la vista de mirarse hacia adentro la universidad, a mirar a la sociedad y ser parte de la sociedad. Esa es la clave de las universidades públicas latinoamericanas, es ser integrados a su sociedad. Y pensar su sociedad no sólo desde el punto de vista de su formación profesional sino en su calidad de ciudadanos, de formar ciudadanos además de ser profesionales.
¿Se vulneró en los últimos años algún aspecto, algo que se haya pactado en esa época?
-Siempre hay tensiones, hay intentos. Durante estos cien años en nuestro país se vulneró la autonomía, sobre todo en los gobiernos militares que ocupaba en la universidad. Se intentó vulnerar ese concepto de que la universidad es para todos, intentando arancelarla. Siempre hay tensiones, sobre todo con esos temas. Autonomía no es que uno haga lo que quiera pero muchas veces a los Estados en todo el mundo les molesta el tema, que las universidades tienen que estar pensando más en los interese del gobierno, de un partido político. El sentido de la autonomía universitaria responsable es velar por los intereses de la sociedad, en lo que concierne a las universidades, la formación y la voz crítica que tiene que tener la sociedad. Esos son principios reformistas muy válidos y que van a ser necesarios en el futuro. Otra de las cuestiones es que ellos eran reformistas. No eran dogmáticos, no estaban en una zona de confort, les interesaba la investigación científica en universidades que estaban muy cristalizadas. Entonces ese movimiento disruptivo que hicieron es en parte necesario hoy con esta disrupción que nos produce esta revolución científico-tecnológica del siglo XXI. Tenemos que preparar las herramientas para que nuestra sociedad transite este cambio tan abrupto en cuestiones de ciudadanía, como se ve ahora con el escándalo de Facebook y en las cuestiones productivas, la universidad tiene que estar adentro de la sociedad tratando de ayudar a todos nuestros conciudadanos a transitar ese paso.
¿Cómo ve el apoyo a la investigación? Ya que en instituciones como Inti e Inta se está reduciendo el presupuesto…
-He sido ministro y he renunciado cuando se trató el presupuesto educativo en un 30 %. Estos son momentos en donde hay ciertas restricciones que supimos tener las universidades, pero siempre tenemos que estar atentos y seguros que es por alguna necesidad nacional, y no por una cuestión ideológica estas reducciones. Si es por una cuestión ideológica desde el Consejo Interuniversitario Nacional tenemos que pedirle a la sociedad que nos acompañen a tratar de cambiar, ideológicamente piensan que las universidades públicas no tienen que ser como son, gratuitas y para todos.
¿De hecho siempre pulula la idea de arancelar tanto la educación pública primaria y secundaria como la universitaria?
-Pulula en el mundo, es una cuestión incluso en las universidades aranceladas, en otras regiones de América Latina y en países como Estados Unidos algunos que siempre dice “tienen que pagar o pagar mucho más”. No es el pensamiento general en Argentina, que tiene una historia en este tipo de universidad. Y son minoritarios los sectores que piensan que hay que modificarlo. Siempre hay en todos los gobiernos alguien que lo piensa, y lo importante es que la sociedad no lo piense mayoritariamente así. Mientras no lo piense mayoritariamente el Congreso de la Nación, que es quien destina los fondos, no lo piensa así que en ese sentido no estamos preocupados sino ocupados.