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Por la Cena Blanca, miles de familias movilizadas

Cada año toda la comunidad celebra la culminación de una etapa educativa con una gran y tradicional fiesta.
Lunes, 31 de diciembre de 2018 00:00

La alegría de que un hijo culmine sus estudios secundarios amerita una gran fiesta que moviliza a miles de familias en la tradicional Cena Blanca.

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La alegría de que un hijo culmine sus estudios secundarios amerita una gran fiesta que moviliza a miles de familias en la tradicional Cena Blanca.

Hace más de ocho décadas los egresados son los protagonistas de una noche de gala en la que lucen sus mejores trajes para celebrar la culminación de sus estudios secundarios. Este año el evento movilizó a toda la capital, hasta el punto que los predios de la Ciudad Cultural quedaron chicos y las rutas hacia ese lugar estuvieran repletas por un par de horas. El lugar de estacionamiento de vehículos estuvo colmado.

Como todos los años el momento de la pasarela fue uno de los más esperados: las egresadas desfilaron luciendo vestidos largos de fiesta, la mayoría en colores claros, mientras que los varones llevaron prolijos trajes de moño y corbata. Los jóvenes estudiantes hicieron su pasaje junto a sus compañeros y también en la compañía de familiares, madres, padres y hasta hermanitos pequeños, todos vestidos de gala.

La moda de este año fueron los vestidos de colores claros, pero no blancos, sino beige, nude, manteca, rosa viejo y otros de esa gama. Los faldones extra grandes dejaron su lugar en pasarela para dar paso a vestidos más holgados de sedas pesadas y los vestidos corte sirena.

Si bien la pasarela fue un momento multitudinario, este año fueron menos los egresados que ingresaron al salón de fiesta, solo 2.300 personas, mientras que se estima que hubieron muchos más en el pasaje.

Una postal que se repitió a lo largo de toda la noche y en todos los rincones del predio fueron las selfies. Los familiares y los egresados buscaron atesorar recuerdos de cada momento de una noche mágica. Los flashes de los teléfonos celulares y las cámaras de los familiares se agolparon en el vallado colocado para delimitar el espacio de la pasarela.

Para la fiesta se dispuso una carpa gigante en donde se ubicaron mesas para los sesenta colegios de la capital jujeña.