El director de comunicaciones de la Casa Blanca, Mike Dubke, dimitió ayer de su cargo después de semanas de especulaciones sobre la posibilidad de cambios en la estrategia comunicativa del gobierno debido a la polémica por el Rusiagate, informaron medios locales.
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El director de comunicaciones de la Casa Blanca, Mike Dubke, dimitió ayer de su cargo después de semanas de especulaciones sobre la posibilidad de cambios en la estrategia comunicativa del gobierno debido a la polémica por el Rusiagate, informaron medios locales.
Reconocido estratega republicano, Dubke presentó su renuncia el 18 de mayo, pero se ofreció a seguir dirigiendo las comunicaciones hasta que Donald Trump, finalizara su primera gira en el extranjero.
Trump regresó el sábado a Washington en un punto de especial ebullición en la investigación abierta por el Congreso y el FBI para determinar si la inteligencia rusa influyó en el resultado de las elecciones presidenciales de 2016 y si existió coordinación con la campaña de Trump.
La Casa Blanca aún no anunció oficialmente la renuncia de Dubke y tampoco de cuál sería su último día en el puesto, aunque medios locales apuntaron a que hoy mismo podría despedirse de sus compañeros y de los periodistas con los que estuvo trabajando en los últimos meses.
Dubke trabajó estrechamente con el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, quien es el rostro público del gobierno y el que más críticas recibió en las últimas semanas por su abrupta comunicación con los periodistas que cubren de manera diaria las noticias de la Casa Blanca.
En los últimos días, Trump estuvo evaluando la posibilidad de reformar su equipo de comunicaciones y muchos esperaban que Spicer fuera la persona despedida.
Sin embargo, la renuncia de Dubke puede ser uno de los primeros cambios en la estrategia comunicativa de la Casa Blanca, que también baraja reducir el número de conferencias de prensa.