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Trump envía bombardeos y aumenta la tensión

Es en respuesta al último ensayo de misiles realizado por Pyongyang el lunes pasado. Fueron vistos en la zona fronterizaKim Jong-un consideró que esta provocación, “sitúa a la península coreana al borde de la guerra”.

Martes, 30 de mayo de 2017 16:57

La tensión en la península coreana subió ayer un nuevo escalón luego de que Pyongyang denunciara que dos bombarderos nucleares estadounidenses acompañados por aviones surcoreanos se acercaron hasta su zona fronteriza, una acción que -advirtieron- pone a la región "al borde de la guerra".

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La tensión en la península coreana subió ayer un nuevo escalón luego de que Pyongyang denunciara que dos bombarderos nucleares estadounidenses acompañados por aviones surcoreanos se acercaron hasta su zona fronteriza, una acción que -advirtieron- pone a la región "al borde de la guerra".

La agencia estatal norcoreana de noticias Kcna informó que "una formación" de bombarderos nucleares B-1B partió en las últimas horas desde la isla de Guam y llegó a aproximarse a unos 80 kilómetros de la ciudad costera surcoreana de Gangneung, cerca de la frontera con Norcorea, donde se ensayó "un bombardeo nuclear".

Un portavoz del Ministerio de Defensa de Corea del Sur confirmó que los bombarderos estadounidenses accedieron ayer al espacio aéreo surcoreano, aunque no quiso precisar su número ni la zona geográfica donde fueron desplegados.

Por su parte, una fuente del gobierno de Seúl detalló a la agencia Yonhap que dos B-1B arribaron a la zona mencionada por Kcna acompañados por cazas surcoreanos F-15K, en la mañana del lunes.

Se estima que estos bombarderos tardan aproximadamente dos horas y media en llegar a Corea del Sur desde la base aérea Andersen en la isla de Guam, por lo que se deduce que la decisión de desplegarlos se tomó apenas un par de horas después de que Corea del Norte realizara el lunes su última prueba armamentística, la tercera en tres semanas.

No es la primera vez que el Pentágono envía los B-1B a la península coreana como manera de exhibir su fuerza militar a modo de respuesta ante un ensayo de armas de destrucción masiva de Pyongyang.

En su artículo Kcna sostuvo que el gobierno de Kim Jong-un consideró que el envío de los bombarderos es una "pataleta imprudente que sitúa a la península coreana al borde de la guerra", acusó Washington de querer atacar Corea del Norte con armas nucleares y advirtió que una guerra atómica de esa escala "desencadenaría un desastre que convertiría el territorio continental de Estados Unidos en tierra chamuscada".

Los persistentes ensayos armamentísticos de Corea del Norte han llevado a un aumento de la tensión en la región y a una escalada verbal con el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump, que ha llegado a insinuar que estudia posibles ataques preventivos.

Japón y China
En el marco de esta disparada de la tensión regional, Japón y China acordaron ayer “trabajar de forma más estrecha” para hacer frente a la situación, durante una reunión entre los cancilleres japonés, Fumio Kishida, y chino, Yang Jiechi.
Ambos funcionarios abordaron “posibles formas de dialogar y de ejercer presión sobre Corea del Norte”, según informó el ministro nipón a los medios al término de la reunión celebrada en Tokio.
Asimismo, los líderes surcoreano y japonés, el presidente Moon Jae-in, y el primer ministro Shinzo Abe respectivamente, acordaron paralelamente reforzar las sanciones sobre Pyongtyang y descartaron por ahora iniciar el diálogo con este país, en una conversación telefónica.
Ambos líderes apostaron por estas medidas para hacer frente a las continuas provocaciones armamentísticas de Pyongyang, durante una conversación de veinte minutos mantenida el día después del nuevo ensayo de misiles norcoreano, el noveno en lo que va de año, desafío que convinieron en calificar de “intolerable”.