Cuentan quienes conocen, que en el año 1924, cuando el sacerdote Juan van Dómele se hizo cargo de la Administración de la parroquia, realizó un inventario, confirmando que la capilla se encontraba en buen estado, y que la imagen de la Virgen de la Candelaria estaba ubicada en un nicho en el altar mayor. En esos momentos, además, existía una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, un crucifijo, y en el altar lateral, una figura de San José.
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Cuentan quienes conocen, que en el año 1924, cuando el sacerdote Juan van Dómele se hizo cargo de la Administración de la parroquia, realizó un inventario, confirmando que la capilla se encontraba en buen estado, y que la imagen de la Virgen de la Candelaria estaba ubicada en un nicho en el altar mayor. En esos momentos, además, existía una imagen del Sagrado Corazón de Jesús, un crucifijo, y en el altar lateral, una figura de San José.
Retablo mayor
Por su calidad permite relacionarlo con la producción potosina. Se cree que puede tratarse de parte del sagrario que fue encargado a esa importante ciudad del Alto Perú y traído a lomo de mula hasta San Salvador en las primeras décadas del siglo XVIII.
Está compuesto de cuatro vanos de medio punto, realizados en el mojinete. Los dos superiores están enmarcados por una estructura de madera; muy sencilla, con remate triangular policromado con flores y estrellas alternadas, flanquean el cuerpo central, sin duda, el de mayor interés.
Este tipo de retablos con nichos perforados en el muro son muy habituales en la zona. Lo atípico es el primer cuerpo del nicho central; que, sobrepuesto a un banco y sotabanco de reciente factura, con ornamentación de arcaturas y estrellas, confirma la no veracidad del ensamble. Dicho cuerpo es de perfil movido, con cuatro columnas en esviaje, de fuste espiralado, recorrido por elementos fitomorfos, con capiteles compuestos, y ábaco y basa prismática y de igual altura. Hacia ambos lados, y dispuestos en el plano posterior, se ubican dos aletas caladas, que simulan un elemento vegetal que sale de un jarrón, y se eleva entrelazando tallos y hojas.
El arquitrabe, volado y siguiendo le movimiento de la planta, soporta un curioso remate de media configuración, compuesto por cinco gajos de doble curvatura, sobre los que se asienta un cuerpo semiglobular con querubines alados, y hojas en cuyo centro se han colocado la orbe y la cruz.
Virgen de la Candelaria: es una imagen de elemental factura que originariamente fuera la Inmaculada Concepción. Adecuada a la nueva advocación con el corte de los cuernos del cuarto creciente que asoman entre el nimbo de nubes, y habiéndole agregado un Niño Jesús de talla completa, y revestida con ropas modernas. Dicha imagen fue preparada para recibir peluca; y lleva igual que el Divino Infante, una delicada corona de palta repujada y cincelada, con adornos de filigrana sobrepuestos. Tiene una altura máxima de 56,5 cm
Este tipo de representaciones son muy comunes en la producción boliviana del siglo XIX. Es, sin duda alguna, un requerimiento, en esta iglesia, una Virgen de los Dolores para formar parte del Calvario.
La imagen ocupa el nicho superior lateral izquierdo del retablo mayor; y originariamente fue una cabeza en medio relieve, hecha de pasta y tela encolada, que estaba adherida a un medallón ovalado. Se rellenó con yeso la cabeza y se dio, con el mismo material forma al cuerpo, muy desproporcionado, para ser honestos, tiene una altura máxima 104,5 cm.
La Aureola: es una de las partes de "la Dolorosa". Tiene forma de arco medio punto prolongado hacia abajo, y está formada por un listel del que se desprenden rayos rectos y resplandecientes, alternados con otros dos de mayor ancho, trabajados en filigrana. En el centro de la aureola se encuentra un pinche que sirve para sujetarla en la cabeza de la imagen. Está realizada en filigrana de plata repujada, fundida y cincelada y tiene un alto de 29 cm y un ancho de 32
El corazón
Está colocado sobre el pecho de "la Dolorosa" y es de la misma autoría que la de la aureola. Está sobrepuesto por un fino trabajo de filigrana de inspiración fito - morfa. La manufactura de las espadas (que hacen alusión a las siete dolorosas de María) es muy sencilla. Están realizadas de filigrana de plata repujada, recortada y cincelada.
La figura de San José esta ubicada en el nicho lateral superior izquierdo del retablo mayor. Es una imagen de vestir, con cuerpo ligero, brazos articulados en el codo, y trabajado en pasta modelada. Tiene una expresión muy dulce y sonriente. El Niño de Jesús que la acompaña es el típico "cuzqueñito", con peluca de rizos apretados y pegada a la cabeza.
San Juan Evangelista: somero trabajo que presenta al santo de pie, con expresión doliente y manos modeladas entrelazadas y sobre el pecho. La cabeza se enriquece con ojos de cascarón, lagrimas de vidrios y dientes de nácar. A todo esto se une una buena forma plástica.