Organizaciones de trabajadores de la economía informal se movilizaron ayer por el centro porteño y realizaron una olla popular frente al Obelisco en alerta ante el posible recorte de planes sociales y en reclamo de la reglamentación de la Ley de Emergencia Social, lo que generó caos en el tránsito, aunque finalmente se inició una instancia de negociación con el Gobierno por la que se alcanzó un principio de acuerdo que evitó un acampe.
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Organizaciones de trabajadores de la economía informal se movilizaron ayer por el centro porteño y realizaron una olla popular frente al Obelisco en alerta ante el posible recorte de planes sociales y en reclamo de la reglamentación de la Ley de Emergencia Social, lo que generó caos en el tránsito, aunque finalmente se inició una instancia de negociación con el Gobierno por la que se alcanzó un principio de acuerdo que evitó un acampe.
Representantes de Barrios de Pie, de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (Ctep) y de la Corriente Clasista y Combativa (CCC), que meses atrás habían sellado la paz con el Gobierno de Mauricio Macri, volvieron a reunirse ayer con autoridades del Ministerio de Trabajo en medio de la medida de fuerza, aunque las negociaciones continuarán.
Ambas partes acordaron la continuidad de los planes Construir Empleo y Programa de Trabajo Autogestionado, que, según denunciaban los manifestantes, iban a sufrir un recorte, afectando a 20 mil beneficiarios.
“Ellos reconocieron que cometieron un error sobre avanzar con un recorte. Ahora van a rever. En principio irían para atrás con esta decisión”, señaló Daniel Menéndez, líder de Barrios de Pie, tras el encuentro con la autoridades nacionales.
Por parte del Gobierno estuvieron el secretario de Empleo, Miguel Ponte, y el subsecretario de Promoción del Sector Social de la Economía, Gustavo Vélez, quienes se comprometieron en la jornada de ayer a volver a recibirlos la semana próxima para brindarles una respuesta a los reclamos, por lo que de momento las medidas de fuerza quedaron en suspenso.