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El duro camino de los pequeños y sus padres

Domingo, 12 de febrero de 2017 01:30
La importancia que le da la campaña al cáncer infantil apunta también a destacar los desafíos a los que se enfrentan los niños y adolescentes junto a sus familias ante las enfermedades oncológicas y hematológicas.
Desde el área de Oncohematología del Hospital Materno Infantil local destacaron que el tratamiento supone exigencias para los niños y sus familias durante un prolongado tiempo que les significa armar una rutina familiar en función del hospital, de los horarios y de los cuidados que requiere el niño.
A los padres les toca aprender mucha información, códigos de la institución en la que se trata su hijo, cuidar a los hermanos sanos si los tiene, resolver su situación laboral, y seguir funcionando como soporte de su hijo.
Esta exigencia les da a los niños la posibilidad de reconocer fortalezas, cambiar roles, aceptar ayudas, aprender de quienes pasaron por la misma situación y compartir tiempo en familia. Para que suceda, es importante el soporte que la comunidad y el Estado provincial puedan brindar, valorando que el niño enfermo de cáncer necesita también jugar, ir a la escuela, distraerse, relacionarse e insertarse socialmente, crecer y desarrollar sus potencialidades, aspectos contemplados en la ley de la que esperan se reglamente
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La importancia que le da la campaña al cáncer infantil apunta también a destacar los desafíos a los que se enfrentan los niños y adolescentes junto a sus familias ante las enfermedades oncológicas y hematológicas.
Desde el área de Oncohematología del Hospital Materno Infantil local destacaron que el tratamiento supone exigencias para los niños y sus familias durante un prolongado tiempo que les significa armar una rutina familiar en función del hospital, de los horarios y de los cuidados que requiere el niño.
A los padres les toca aprender mucha información, códigos de la institución en la que se trata su hijo, cuidar a los hermanos sanos si los tiene, resolver su situación laboral, y seguir funcionando como soporte de su hijo.
Esta exigencia les da a los niños la posibilidad de reconocer fortalezas, cambiar roles, aceptar ayudas, aprender de quienes pasaron por la misma situación y compartir tiempo en familia. Para que suceda, es importante el soporte que la comunidad y el Estado provincial puedan brindar, valorando que el niño enfermo de cáncer necesita también jugar, ir a la escuela, distraerse, relacionarse e insertarse socialmente, crecer y desarrollar sus potencialidades, aspectos contemplados en la ley de la que esperan se reglamente