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Violentas protesta contra la Reforma Laboral

Viernes, 16 de septiembre de 2016 01:30
<div>VIOLENCIA / UN POLICÍA RODEADO POR LAS LLAMAS DURANTE LA MANIFESTACIÓN.</div><div>
Actos de violencia estallaron ayer durante la manifestación en París contra la nueva ley del trabajo francesa, con saldo de ocho policías y cuatro manifestantes heridos.
Al menos 16 personas fueron detenidas antes y durante la manifestación en París, durante la cual la mayoría de los participantes desfilaron pacíficamente.
Cinco fueron detenidos por lanzamiento de proyectiles, dos por violencia contra agente de la fuerza pública y cinco por rebelión o porte de arma prohibida, precisó la Prefectura de policía (PP) de París.
Entre los 12 heridos figura un miembro de las fuerzas del orden que quedó atrapado entre las llamas tras el lanzamiento de un coctel molotov en la Plaza de la República de París y resultó quemado en la pierna, agregó la PP.
Al igual que en las concentraciones anteriores, en París estallaron algunas escaramuzas entre miembros de las fuerzas del orden y jóvenes, con lanzamiento de cócteles molotov, gases lacrimógenos y algunos daños a bienes públicos.
Como en las otras trece jornadas de manifestaciones contra ley, varias decenas de miles de opositores a la "ley del Trabajo" (78 mil según la policía, 170 mil según los organizadores) desfilaron por las calles de la capital y en ciudades para pedir el "retiro integral" de esta ley defendida por el gobierno socialista en contra de una parte de sus militantes.
Las ciudades de Rennes y Nantes también registraron una fuerte afluencia de manifestantes (este).
Tras meses de contestación en las calles, la ley fue adoptada de manera definitiva en julio, sin votación en el parlamento.
En la última jornada de protestas, el 5 de julio - que coincidió con vacaciones escolares -, apenas 30 mil personas se movilizaron, según cifras de la policía.
Ahora que la ley fue aprobada, los sindicatos advirtieron que tras esta nueva demostración en las calles el pulso continuará en el terreno jurídico y dentro de las empresas.
Los sindicatos tienen que "desplegarse en las empresas y luchar para que (la ley) no entre", declaró el sábado Philippe Martínez, secretario general de principal sindicato francés, la CGT.
En cambio, el segundo sindicato del país, la Cfdt, que apoyó el texto ya que estima que otorga nuevos derechos a los trabajadores, pidió al gobierno que publique "rápidamente" los decretos de aplicación.
"Estamos frente a un gobierno completamente intransigente. Pagará seguramente las consecuencias en las elecciones y a todos los niveles", advirtió Cécile Gondard-Lalanne del sindicato Solidaires.
En la ciudad de Belfort (este), el desfile se transformó en manifestación de los asalariados del grupo ferroviario Alstom, que quieren salvar su fábrica, donde se fabrica el Tren de Alta velocidad (TGV).

Las claves del conflicto francés
Los sindicatos entienden que la reforma da más poder a empresarios y afecta a los trabajadores.
La reforma laboral promovida por el Gobierno del presidente francés, François Hollande, puso en pie de guerra a sindicatos, patronales, partidos progresistas y conservadores y provocó grandes manifestaciones y protestas.
A la reforma se le reprocha, entre otros puntos, acabar con la igualdad de negociación entre empleados y empresarios al otorgar primacía a los acuerdos en las empresas por encima del convenio colectivo, es decir, que los acuerdos en las empresas puedan sustituir a los convenios colectivos fijados a nivel nacional.
Puntos importantes
Entre otros puntos polémicos, la reforma facilitará los despidos, ya que bastará que una empresa alegue que durante dos o tres meses ha tenido menos pedidos o que tiene problemas de tesorería para poder echar a trabajadores, aunque en ese tiempo no haya tenido pérdidas.
Además, las indemnizaciones por despido pasarán a ser de tres meses de suelo para trabajadores y trabajadoras con una antigüedad inferior a los dos años, y de 15 meses para quienes hayan trabajado más de 20 años en una misma empresa. Hasta ahora, esta indemnización era de 27 meses.
Otro asunto espinoso, la semana laboral de 35 años, uno de los emblemas de la legislación laboral francesa y asunto casi sagrado en el país, puede ser ampliada, ya que la norma establece que será posible trabajar hasta 48 horas semanales (incluso hasta 60 con autorización), con la condición de que en la semana siguiente la jornada semanal sea solo de 10 horas. Así, como media, la semana laboral podría ser de 37 horas durante tres meses.
El proyecto también permite a la empresa modificar el contrato de trabajo con acuerdo del trabajador, pero sin alterar la remunación, por lo que podría darse que una persona trabaje más pero sin ganar más.

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Actos de violencia estallaron ayer durante la manifestación en París contra la nueva ley del trabajo francesa, con saldo de ocho policías y cuatro manifestantes heridos.
Al menos 16 personas fueron detenidas antes y durante la manifestación en París, durante la cual la mayoría de los participantes desfilaron pacíficamente.
Cinco fueron detenidos por lanzamiento de proyectiles, dos por violencia contra agente de la fuerza pública y cinco por rebelión o porte de arma prohibida, precisó la Prefectura de policía (PP) de París.
Entre los 12 heridos figura un miembro de las fuerzas del orden que quedó atrapado entre las llamas tras el lanzamiento de un coctel molotov en la Plaza de la República de París y resultó quemado en la pierna, agregó la PP.
Al igual que en las concentraciones anteriores, en París estallaron algunas escaramuzas entre miembros de las fuerzas del orden y jóvenes, con lanzamiento de cócteles molotov, gases lacrimógenos y algunos daños a bienes públicos.
Como en las otras trece jornadas de manifestaciones contra ley, varias decenas de miles de opositores a la "ley del Trabajo" (78 mil según la policía, 170 mil según los organizadores) desfilaron por las calles de la capital y en ciudades para pedir el "retiro integral" de esta ley defendida por el gobierno socialista en contra de una parte de sus militantes.
Las ciudades de Rennes y Nantes también registraron una fuerte afluencia de manifestantes (este).
Tras meses de contestación en las calles, la ley fue adoptada de manera definitiva en julio, sin votación en el parlamento.
En la última jornada de protestas, el 5 de julio - que coincidió con vacaciones escolares -, apenas 30 mil personas se movilizaron, según cifras de la policía.
Ahora que la ley fue aprobada, los sindicatos advirtieron que tras esta nueva demostración en las calles el pulso continuará en el terreno jurídico y dentro de las empresas.
Los sindicatos tienen que "desplegarse en las empresas y luchar para que (la ley) no entre", declaró el sábado Philippe Martínez, secretario general de principal sindicato francés, la CGT.
En cambio, el segundo sindicato del país, la Cfdt, que apoyó el texto ya que estima que otorga nuevos derechos a los trabajadores, pidió al gobierno que publique "rápidamente" los decretos de aplicación.
"Estamos frente a un gobierno completamente intransigente. Pagará seguramente las consecuencias en las elecciones y a todos los niveles", advirtió Cécile Gondard-Lalanne del sindicato Solidaires.
En la ciudad de Belfort (este), el desfile se transformó en manifestación de los asalariados del grupo ferroviario Alstom, que quieren salvar su fábrica, donde se fabrica el Tren de Alta velocidad (TGV).

Las claves del conflicto francés
Los sindicatos entienden que la reforma da más poder a empresarios y afecta a los trabajadores.
La reforma laboral promovida por el Gobierno del presidente francés, François Hollande, puso en pie de guerra a sindicatos, patronales, partidos progresistas y conservadores y provocó grandes manifestaciones y protestas.
A la reforma se le reprocha, entre otros puntos, acabar con la igualdad de negociación entre empleados y empresarios al otorgar primacía a los acuerdos en las empresas por encima del convenio colectivo, es decir, que los acuerdos en las empresas puedan sustituir a los convenios colectivos fijados a nivel nacional.
Puntos importantes
Entre otros puntos polémicos, la reforma facilitará los despidos, ya que bastará que una empresa alegue que durante dos o tres meses ha tenido menos pedidos o que tiene problemas de tesorería para poder echar a trabajadores, aunque en ese tiempo no haya tenido pérdidas.
Además, las indemnizaciones por despido pasarán a ser de tres meses de suelo para trabajadores y trabajadoras con una antigüedad inferior a los dos años, y de 15 meses para quienes hayan trabajado más de 20 años en una misma empresa. Hasta ahora, esta indemnización era de 27 meses.
Otro asunto espinoso, la semana laboral de 35 años, uno de los emblemas de la legislación laboral francesa y asunto casi sagrado en el país, puede ser ampliada, ya que la norma establece que será posible trabajar hasta 48 horas semanales (incluso hasta 60 con autorización), con la condición de que en la semana siguiente la jornada semanal sea solo de 10 horas. Así, como media, la semana laboral podría ser de 37 horas durante tres meses.
El proyecto también permite a la empresa modificar el contrato de trabajo con acuerdo del trabajador, pero sin alterar la remunación, por lo que podría darse que una persona trabaje más pero sin ganar más.

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