PURMAMARCA (Corresponsal). La comunidad de Tumbaya se reunió en la primera jornada del mes de agosto para rendir culto a la Madre Tierra y oficiar la ceremonia en su nombre para brindarle lo mejor de los frutos de la última cosecha, y ponerse bajo el manto de su protección para que las haciendas se multipliquen y no falte la salud.
La ceremonia de la Pachamama fue organizada por la Comisión Municipal y se realizó en la plaza central del pueblo, a orillas de la ruta nacional número 9, lo que causó que muchos turistas que estaban de paso pararan a compartir la ceremonia.
El frío de las primeras horas que rodeó los cielos de Tumbaya se fue disipando con los primeros rayos del sol que calentaron los cerros quebradeños y de esta manera los vecinos se fueron reuniendo cerca las 11.
Los trabajadores del municipio prepararon desde el día anterior todo lo necesario para realizar este ritual ancestral en inmediaciones de la plaza central. Allí se cavó la boca de la "Pacha" y los primeros en efectuar el rito fueron dos de las personas mayores de edad que se encontraban: Irma Cruz y Eleuterio Galián.
Posteriormente se dio paso a las autoridades locales como el comisionado municipal Hugo Mamaní, la vocal Ángela Suárez y demás lugareños.
Es por ello que agradecieron por las cosechas de quinua, maíz, papas, ocas, choclos, y otras verduras, como así también pidieron para que las haciendas se multipliquen y así puedan tener una mayor producción de quesos.
Las comidas, las bebidas, la coca y el cigarrillo fueron los principales protagonistas del encuentro, pero también las palabras y el sentimiento de cada persona que ofrendó todo ello a la madre tierra en medio del aroma del sahumerio incesante.
Esta fiel tradición de los tumbayeños, que orgullosos la mostraron a turistas que decidieron parar el viaje y quedarse a compartir con los lugareños, tendrá seguramente su continuidad con el paso del tiempo porque las nuevas generaciones estuvieron presentes para aprender la cultura viva y de esta manera los niños aprendieron a dar de comer y beber a la madre tierra.
El jefe comunal agradeció a los vecinos que acompañaron la ceremonia. "Esperamos que sea un año venturoso para que la gente no se vaya a las grandes ciudades".
"Ojalá que desde el Gobierno nacional, provincial y municipal logremos que las tierras sean productivas y trabajar con la gente del pueblo ayudándolos a elevar su hacienda".
La ceremonia de la Pachamama fue organizada por la Comisión Municipal y se realizó en la plaza central del pueblo, a orillas de la ruta nacional número 9, lo que causó que muchos turistas que estaban de paso pararan a compartir la ceremonia.
El frío de las primeras horas que rodeó los cielos de Tumbaya se fue disipando con los primeros rayos del sol que calentaron los cerros quebradeños y de esta manera los vecinos se fueron reuniendo cerca las 11.
Los trabajadores del municipio prepararon desde el día anterior todo lo necesario para realizar este ritual ancestral en inmediaciones de la plaza central. Allí se cavó la boca de la "Pacha" y los primeros en efectuar el rito fueron dos de las personas mayores de edad que se encontraban: Irma Cruz y Eleuterio Galián.
Posteriormente se dio paso a las autoridades locales como el comisionado municipal Hugo Mamaní, la vocal Ángela Suárez y demás lugareños.
Es por ello que agradecieron por las cosechas de quinua, maíz, papas, ocas, choclos, y otras verduras, como así también pidieron para que las haciendas se multipliquen y así puedan tener una mayor producción de quesos.
Las comidas, las bebidas, la coca y el cigarrillo fueron los principales protagonistas del encuentro, pero también las palabras y el sentimiento de cada persona que ofrendó todo ello a la madre tierra en medio del aroma del sahumerio incesante.
Esta fiel tradición de los tumbayeños, que orgullosos la mostraron a turistas que decidieron parar el viaje y quedarse a compartir con los lugareños, tendrá seguramente su continuidad con el paso del tiempo porque las nuevas generaciones estuvieron presentes para aprender la cultura viva y de esta manera los niños aprendieron a dar de comer y beber a la madre tierra.
El jefe comunal agradeció a los vecinos que acompañaron la ceremonia. "Esperamos que sea un año venturoso para que la gente no se vaya a las grandes ciudades".
"Ojalá que desde el Gobierno nacional, provincial y municipal logremos que las tierras sean productivas y trabajar con la gente del pueblo ayudándolos a elevar su hacienda".
Años de ceremonia
Pablo Galián, con 65 años de edad, es uno de los colaboradores y maestros de ceremonia desde el año 1983, fecha en que se empezó a llevar a cabo en la plaza por la Comisión Municipal.
Con mucha emoción manifestó: "la Pachamama es un sentimiento muy arraigado para mí, es un signo de vida y de esperanza que lo llevo presente en cada momento de mi vida, no solamente ahora. Siempre le ofrezco lo primero que como o que bebo, como hoy. Recuerdo que desde 1983 vengo acompañando esta ceremonia en la plaza, y cada año se va sumando más gente del pueblo y turistas", resaltó.
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PURMAMARCA (Corresponsal). La comunidad de Tumbaya se reunió en la primera jornada del mes de agosto para rendir culto a la Madre Tierra y oficiar la ceremonia en su nombre para brindarle lo mejor de los frutos de la última cosecha, y ponerse bajo el manto de su protección para que las haciendas se multipliquen y no falte la salud.
La ceremonia de la Pachamama fue organizada por la Comisión Municipal y se realizó en la plaza central del pueblo, a orillas de la ruta nacional número 9, lo que causó que muchos turistas que estaban de paso pararan a compartir la ceremonia.
El frío de las primeras horas que rodeó los cielos de Tumbaya se fue disipando con los primeros rayos del sol que calentaron los cerros quebradeños y de esta manera los vecinos se fueron reuniendo cerca las 11.
Los trabajadores del municipio prepararon desde el día anterior todo lo necesario para realizar este ritual ancestral en inmediaciones de la plaza central. Allí se cavó la boca de la "Pacha" y los primeros en efectuar el rito fueron dos de las personas mayores de edad que se encontraban: Irma Cruz y Eleuterio Galián.
Posteriormente se dio paso a las autoridades locales como el comisionado municipal Hugo Mamaní, la vocal Ángela Suárez y demás lugareños.
Es por ello que agradecieron por las cosechas de quinua, maíz, papas, ocas, choclos, y otras verduras, como así también pidieron para que las haciendas se multipliquen y así puedan tener una mayor producción de quesos.
Las comidas, las bebidas, la coca y el cigarrillo fueron los principales protagonistas del encuentro, pero también las palabras y el sentimiento de cada persona que ofrendó todo ello a la madre tierra en medio del aroma del sahumerio incesante.
Esta fiel tradición de los tumbayeños, que orgullosos la mostraron a turistas que decidieron parar el viaje y quedarse a compartir con los lugareños, tendrá seguramente su continuidad con el paso del tiempo porque las nuevas generaciones estuvieron presentes para aprender la cultura viva y de esta manera los niños aprendieron a dar de comer y beber a la madre tierra.
El jefe comunal agradeció a los vecinos que acompañaron la ceremonia. "Esperamos que sea un año venturoso para que la gente no se vaya a las grandes ciudades".
"Ojalá que desde el Gobierno nacional, provincial y municipal logremos que las tierras sean productivas y trabajar con la gente del pueblo ayudándolos a elevar su hacienda".
La ceremonia de la Pachamama fue organizada por la Comisión Municipal y se realizó en la plaza central del pueblo, a orillas de la ruta nacional número 9, lo que causó que muchos turistas que estaban de paso pararan a compartir la ceremonia.
El frío de las primeras horas que rodeó los cielos de Tumbaya se fue disipando con los primeros rayos del sol que calentaron los cerros quebradeños y de esta manera los vecinos se fueron reuniendo cerca las 11.
Los trabajadores del municipio prepararon desde el día anterior todo lo necesario para realizar este ritual ancestral en inmediaciones de la plaza central. Allí se cavó la boca de la "Pacha" y los primeros en efectuar el rito fueron dos de las personas mayores de edad que se encontraban: Irma Cruz y Eleuterio Galián.
Posteriormente se dio paso a las autoridades locales como el comisionado municipal Hugo Mamaní, la vocal Ángela Suárez y demás lugareños.
Es por ello que agradecieron por las cosechas de quinua, maíz, papas, ocas, choclos, y otras verduras, como así también pidieron para que las haciendas se multipliquen y así puedan tener una mayor producción de quesos.
Las comidas, las bebidas, la coca y el cigarrillo fueron los principales protagonistas del encuentro, pero también las palabras y el sentimiento de cada persona que ofrendó todo ello a la madre tierra en medio del aroma del sahumerio incesante.
Esta fiel tradición de los tumbayeños, que orgullosos la mostraron a turistas que decidieron parar el viaje y quedarse a compartir con los lugareños, tendrá seguramente su continuidad con el paso del tiempo porque las nuevas generaciones estuvieron presentes para aprender la cultura viva y de esta manera los niños aprendieron a dar de comer y beber a la madre tierra.
El jefe comunal agradeció a los vecinos que acompañaron la ceremonia. "Esperamos que sea un año venturoso para que la gente no se vaya a las grandes ciudades".
"Ojalá que desde el Gobierno nacional, provincial y municipal logremos que las tierras sean productivas y trabajar con la gente del pueblo ayudándolos a elevar su hacienda".
Años de ceremonia
Pablo Galián, con 65 años de edad, es uno de los colaboradores y maestros de ceremonia desde el año 1983, fecha en que se empezó a llevar a cabo en la plaza por la Comisión Municipal.
Con mucha emoción manifestó: "la Pachamama es un sentimiento muy arraigado para mí, es un signo de vida y de esperanza que lo llevo presente en cada momento de mi vida, no solamente ahora. Siempre le ofrezco lo primero que como o que bebo, como hoy. Recuerdo que desde 1983 vengo acompañando esta ceremonia en la plaza, y cada año se va sumando más gente del pueblo y turistas", resaltó.