Con la intención de innovar con propuestas consensuadas y trabajadas desde distintos aspectos para renovar el concepto de las bibliotecas populares del país se concretó en Jujuy el "Segundo Festival de Ideas" organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación.
"El Festival de Ideas es un sistema que armamos desde el Ministerio de Cultura de la Nación para trabajar en conjunto con la comunidad para su territorio, para poder repensar junto a ellos y poder diseñar nuevas maneras de gestionar la cultura", precisó Andrés Gribnicow, subsecretario de Economía Creativa del Ministerio de Cultura de la Nación Argentina.
En este caso se ocuparon de las bibliotecas populares, se plantearon las dificultades que tienen para generar nuevos públicos, socios, contenidos innovadores, gestión interna, poder medir las distintas circunstancias por las que pasa la biblioteca.
Por ello se trabajó con diez mentores, reconocidos referentes del arte, tecnología e innovación que junto a coordinadores de la Dirección Nacional de Innovación Cultural y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), desarrollaron actividades en diez mesas.
De este modo los jóvenes alumnos, diseñadores gráficos, desarrolladores, comunicadores, editoriales, bibliotecarios y emprendedores trabajaron en la creación de contenidos, de redes, estrategias de comunicación y difusión, tendientes a aportar ideas para innovar la gestión de bibliotecas del país, a través de proyectos de los cuales se elegirá tres. Cada mesa desarrollará un proyecto, y de los diez se elegirán los tres más viables, potentes, con impacto en la comunidad y de perfil transformador, para acompañar la propuesta de Nación.
"Las ideas y proyectos son aplicables a la red de Conabip que superan las 1.500", precisó Gribnicow.
Explicó que el diagnóstico de las bibliotecas pasan actualmente por un momento especial en el que si bien hay una red importante, y se animan a producir contenidos, las dificultades se centran en la necesidad de construir nuevos públicos, y comunicar las buenas ideas que están llevando a cabo. Es decir trabajar para hacer que participen muchas más personas.
Además, otra problemática es la gestión interna de las bibliotecas, debido a que muchos de los socios están en avanzada edad, con lo cual estiman que es importante que los jóvenes se comprometan. Sucede que se quiere destacar el bien común que pueden lograr con el compromiso de más o nuevos actores.
"El hecho de haber podido hacer este festival en la biblioteca significa el compromiso de la biblioteca", porque se debe administrar recursos para todo el país, y por eso se quiere trabajar con gente que se compromete, con lo cual se destacó la presencia de gente de todo el país y que se eligió desarrollarlo fuera de Buenos Aires.
"El Festival de Ideas es un sistema que armamos desde el Ministerio de Cultura de la Nación para trabajar en conjunto con la comunidad para su territorio, para poder repensar junto a ellos y poder diseñar nuevas maneras de gestionar la cultura", precisó Andrés Gribnicow, subsecretario de Economía Creativa del Ministerio de Cultura de la Nación Argentina.
En este caso se ocuparon de las bibliotecas populares, se plantearon las dificultades que tienen para generar nuevos públicos, socios, contenidos innovadores, gestión interna, poder medir las distintas circunstancias por las que pasa la biblioteca.
Por ello se trabajó con diez mentores, reconocidos referentes del arte, tecnología e innovación que junto a coordinadores de la Dirección Nacional de Innovación Cultural y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), desarrollaron actividades en diez mesas.
De este modo los jóvenes alumnos, diseñadores gráficos, desarrolladores, comunicadores, editoriales, bibliotecarios y emprendedores trabajaron en la creación de contenidos, de redes, estrategias de comunicación y difusión, tendientes a aportar ideas para innovar la gestión de bibliotecas del país, a través de proyectos de los cuales se elegirá tres. Cada mesa desarrollará un proyecto, y de los diez se elegirán los tres más viables, potentes, con impacto en la comunidad y de perfil transformador, para acompañar la propuesta de Nación.
"Las ideas y proyectos son aplicables a la red de Conabip que superan las 1.500", precisó Gribnicow.
Explicó que el diagnóstico de las bibliotecas pasan actualmente por un momento especial en el que si bien hay una red importante, y se animan a producir contenidos, las dificultades se centran en la necesidad de construir nuevos públicos, y comunicar las buenas ideas que están llevando a cabo. Es decir trabajar para hacer que participen muchas más personas.
Además, otra problemática es la gestión interna de las bibliotecas, debido a que muchos de los socios están en avanzada edad, con lo cual estiman que es importante que los jóvenes se comprometan. Sucede que se quiere destacar el bien común que pueden lograr con el compromiso de más o nuevos actores.
"El hecho de haber podido hacer este festival en la biblioteca significa el compromiso de la biblioteca", porque se debe administrar recursos para todo el país, y por eso se quiere trabajar con gente que se compromete, con lo cual se destacó la presencia de gente de todo el país y que se eligió desarrollarlo fuera de Buenos Aires.
Herramientas tecnológicas e innovadoras para utilizar
Alejandro Andrés Iparraguirre es uno de los mentores y coordinador de videojuegos del Ministerio de Cultura de la Nación, con la función de ayudar a las mesas a dar soportes en torno a los distintos conocimientos, y debido a que trabaja con nuevas tecnologías la idea es hacerlas conocer. Fue la segunda vez que participó y trajo un cardboard para realidad virtual, de modo que conozca y se apoyen en distintas tecnologías a fin de generar nuevas ideas sobre la biblioteca.
Trabajaron en torno a varias tecnologías, ya que podían pasar desde la parte más lúdica, por ejemplo en torno a la relación que tenga la biblioteca con los suscriptores, hasta tecnologías como la de realidad virtual, que necesitan soporte del desarrollo. Explicó que muy pocos saben que está detrás de modo de conocer las tecnologías por la viabilidad, para brindar el alcance y limitación.
Trabajaron varias técnicas desde la parte más lúdica hasta tecnologías como la de realidad virtual.
Recordó que en el anterior festival se trabajó en geolocalización, cuyo proyecto ganador trabajó a nivel publicidad y una aplicación para hacer un relato a través de una imagen sobre la muestra que había, y sobre pantallas digitales mediante geolocalización y mediante el teléfono dar una ubicación sobre el lugar con otro dispositivo, el cartel para interconectar archivos o información.
Entre los mentores también se encontraba el tucumano Fernando Ríos Kissner, quien comentó sus valoradas iniciativas en proyectos vinculados a las bibliotecas, la primera biblioteca popular de género y diversidad "Crisálida", para brindar un lugar de enseñanza y empoderamiento; otra de siembra de libros en paradas de colectivos; una devenida de ésta denominada el "Arca rodante", un móvil para promover la lectura en plazas y parques con préstamos de libros centradas en los vecinos y el valor de la palabra, quienes a su vez colaboraban donándolos.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla
Con la intención de innovar con propuestas consensuadas y trabajadas desde distintos aspectos para renovar el concepto de las bibliotecas populares del país se concretó en Jujuy el "Segundo Festival de Ideas" organizado por el Ministerio de Cultura de la Nación.
"El Festival de Ideas es un sistema que armamos desde el Ministerio de Cultura de la Nación para trabajar en conjunto con la comunidad para su territorio, para poder repensar junto a ellos y poder diseñar nuevas maneras de gestionar la cultura", precisó Andrés Gribnicow, subsecretario de Economía Creativa del Ministerio de Cultura de la Nación Argentina.
En este caso se ocuparon de las bibliotecas populares, se plantearon las dificultades que tienen para generar nuevos públicos, socios, contenidos innovadores, gestión interna, poder medir las distintas circunstancias por las que pasa la biblioteca.
Por ello se trabajó con diez mentores, reconocidos referentes del arte, tecnología e innovación que junto a coordinadores de la Dirección Nacional de Innovación Cultural y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), desarrollaron actividades en diez mesas.
De este modo los jóvenes alumnos, diseñadores gráficos, desarrolladores, comunicadores, editoriales, bibliotecarios y emprendedores trabajaron en la creación de contenidos, de redes, estrategias de comunicación y difusión, tendientes a aportar ideas para innovar la gestión de bibliotecas del país, a través de proyectos de los cuales se elegirá tres. Cada mesa desarrollará un proyecto, y de los diez se elegirán los tres más viables, potentes, con impacto en la comunidad y de perfil transformador, para acompañar la propuesta de Nación.
"Las ideas y proyectos son aplicables a la red de Conabip que superan las 1.500", precisó Gribnicow.
Explicó que el diagnóstico de las bibliotecas pasan actualmente por un momento especial en el que si bien hay una red importante, y se animan a producir contenidos, las dificultades se centran en la necesidad de construir nuevos públicos, y comunicar las buenas ideas que están llevando a cabo. Es decir trabajar para hacer que participen muchas más personas.
Además, otra problemática es la gestión interna de las bibliotecas, debido a que muchos de los socios están en avanzada edad, con lo cual estiman que es importante que los jóvenes se comprometan. Sucede que se quiere destacar el bien común que pueden lograr con el compromiso de más o nuevos actores.
"El hecho de haber podido hacer este festival en la biblioteca significa el compromiso de la biblioteca", porque se debe administrar recursos para todo el país, y por eso se quiere trabajar con gente que se compromete, con lo cual se destacó la presencia de gente de todo el país y que se eligió desarrollarlo fuera de Buenos Aires.
"El Festival de Ideas es un sistema que armamos desde el Ministerio de Cultura de la Nación para trabajar en conjunto con la comunidad para su territorio, para poder repensar junto a ellos y poder diseñar nuevas maneras de gestionar la cultura", precisó Andrés Gribnicow, subsecretario de Economía Creativa del Ministerio de Cultura de la Nación Argentina.
En este caso se ocuparon de las bibliotecas populares, se plantearon las dificultades que tienen para generar nuevos públicos, socios, contenidos innovadores, gestión interna, poder medir las distintas circunstancias por las que pasa la biblioteca.
Por ello se trabajó con diez mentores, reconocidos referentes del arte, tecnología e innovación que junto a coordinadores de la Dirección Nacional de Innovación Cultural y la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (Conabip), desarrollaron actividades en diez mesas.
De este modo los jóvenes alumnos, diseñadores gráficos, desarrolladores, comunicadores, editoriales, bibliotecarios y emprendedores trabajaron en la creación de contenidos, de redes, estrategias de comunicación y difusión, tendientes a aportar ideas para innovar la gestión de bibliotecas del país, a través de proyectos de los cuales se elegirá tres. Cada mesa desarrollará un proyecto, y de los diez se elegirán los tres más viables, potentes, con impacto en la comunidad y de perfil transformador, para acompañar la propuesta de Nación.
"Las ideas y proyectos son aplicables a la red de Conabip que superan las 1.500", precisó Gribnicow.
Explicó que el diagnóstico de las bibliotecas pasan actualmente por un momento especial en el que si bien hay una red importante, y se animan a producir contenidos, las dificultades se centran en la necesidad de construir nuevos públicos, y comunicar las buenas ideas que están llevando a cabo. Es decir trabajar para hacer que participen muchas más personas.
Además, otra problemática es la gestión interna de las bibliotecas, debido a que muchos de los socios están en avanzada edad, con lo cual estiman que es importante que los jóvenes se comprometan. Sucede que se quiere destacar el bien común que pueden lograr con el compromiso de más o nuevos actores.
"El hecho de haber podido hacer este festival en la biblioteca significa el compromiso de la biblioteca", porque se debe administrar recursos para todo el país, y por eso se quiere trabajar con gente que se compromete, con lo cual se destacó la presencia de gente de todo el país y que se eligió desarrollarlo fuera de Buenos Aires.
Herramientas tecnológicas e innovadoras para utilizar
Alejandro Andrés Iparraguirre es uno de los mentores y coordinador de videojuegos del Ministerio de Cultura de la Nación, con la función de ayudar a las mesas a dar soportes en torno a los distintos conocimientos, y debido a que trabaja con nuevas tecnologías la idea es hacerlas conocer. Fue la segunda vez que participó y trajo un cardboard para realidad virtual, de modo que conozca y se apoyen en distintas tecnologías a fin de generar nuevas ideas sobre la biblioteca.
Trabajaron en torno a varias tecnologías, ya que podían pasar desde la parte más lúdica, por ejemplo en torno a la relación que tenga la biblioteca con los suscriptores, hasta tecnologías como la de realidad virtual, que necesitan soporte del desarrollo. Explicó que muy pocos saben que está detrás de modo de conocer las tecnologías por la viabilidad, para brindar el alcance y limitación.
Trabajaron varias técnicas desde la parte más lúdica hasta tecnologías como la de realidad virtual.
Recordó que en el anterior festival se trabajó en geolocalización, cuyo proyecto ganador trabajó a nivel publicidad y una aplicación para hacer un relato a través de una imagen sobre la muestra que había, y sobre pantallas digitales mediante geolocalización y mediante el teléfono dar una ubicación sobre el lugar con otro dispositivo, el cartel para interconectar archivos o información.
Entre los mentores también se encontraba el tucumano Fernando Ríos Kissner, quien comentó sus valoradas iniciativas en proyectos vinculados a las bibliotecas, la primera biblioteca popular de género y diversidad "Crisálida", para brindar un lugar de enseñanza y empoderamiento; otra de siembra de libros en paradas de colectivos; una devenida de ésta denominada el "Arca rodante", un móvil para promover la lectura en plazas y parques con préstamos de libros centradas en los vecinos y el valor de la palabra, quienes a su vez colaboraban donándolos.